“Intensa actividad en puertos, aeropuertos y ferrocarriles en el primer semestre del año”. Así reza una nota colgada en la web del Ministerio de Fomento desde el domingo, cuyo contenido, a caballo entre la satisfacción y el júbilo, fue comunicado a su vez por el secretario de Estado de Infraestructuras, Transporte y Vivienda, Rafael Catalá, en una entrevista con la agencia Efe. En resumen, Fomento celebró un aumento del 0,45% de viajeros de Renfe durante el primer semestre del año con relación a 2011. También aplaudió las “cifras récord en seis aeropuertos” nacionales, así como otra subida en el transporte marítimo.
De estos tres sectores –aviones, trenes y barcos-, solo el portuario corresponde a la realidad: la Estadística de Transporte de Viajeros publicada el 9 de agosto por el Instituto Nacional de Estadística reconocía un aumento del 7,8% en el transporte marítimo (cabotaje), mientras que el ministerio que tutela Ana Pastor habla de un incremento del 6,48% del tráfico portuario en los primeros seis meses de 2012, con 232 millones de toneladas. Por lo demás, el INE recuerda a Fomento que, más allá de los bellos datos registrados por un puñado de terminales en julio, el transporte aéreo cayó un 22,3% entre enero y junio pasados. Peor es el caso de los trenes: donde Fomento ve números verdes, el INE los percibe rojos.
En el comunicado de este ministerio, el repunte del 0,45% de ocupación en los trenes choca con la caída del 0,9% estimada hace un par de semanas por el instituto estadístico. Según Fomento, esa subida emana de los 240,8 millones de viajeros en el primer semestre, frente a los 229,81 millones de pasajeros en 2011. Cifras que, por su lejanía con las del INE, han despertado críticas de diferentes portales. En este punto, no pasa desapercibida la divergencia entre el INE y otro ministerio, el de Empleo, con relación a las estadísticas de paro: el Instituto, que depende a su vez del Ministerio de Economía, reconoce cada trimestre unos 600.000 desempleados más que el Servicio Público de Empleo Estatal, que publica sus datos mes a mes.
En cualquier caso, no se trata del primer lío en el que se mezcla este departamento con el operador único ferroviario: a comienzos del actual mes de agosto, Fomento reconoció que Renfe perdió el año pasado 335 millones frente a los 100 anunciados anteriormente. De hecho, el ministerio manejó en dos meses cuatro resultados distintos.
