La Xunta de Galicia ha autorizado la fumigación aérea de sus bosques de eucalipto para frenar la plaga de gorgojo que sufren. El producto escogido para esta tarea contiene un pesticida “altamente tóxico” denominado flufenoxuron, el cual fue excluido de la lista de productos permitidos por la Comisión Europea el pasado mes de julio dado su potencial riesgo para la salud humana.
La Unión Europea ha mantenido desde entonces una moratoria al flufenoxuron, cuya comercialización estará prohibida a partir del próximo 1 de agosto y su distribución desde el mes de diciembre.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) hará público este martes su rechazo a esta decisión y a que la fecha del fin de la moratoria coincida con el inicio de las fumigaciones, previstas para que se lleven a cabo entre agosto y diciembre, han informado a Vozpópuli fuentes cercanas a la organización.
Reacción de distintas asociaciones gallegas
Distintas asociaciones de Galicia se oponen radicalmente a estas “fumigaciones masivas” por considerar que este producto prohibido no sólo acabará con los gorgojos, sino que también afectará a avispas y abejas, cuya población se verá casi extinguida con el consiguiente perjuicio para el ecosistema y para la apicultura.
La Asociación Galega de Apicultura, la Federación Rural Galega, Adega, Verdegaia, el Sindicato Labrego Galego y la Asociación Véspera de Nada, además del BNG y la Plataforma contra as fumigacións, han protestado ante la Comisión Europea por considerar que el flufenoxuron es nocivo para las personas.
Intereses de las papeleras
Estos grupos alegan que la fumigación aérea está prohibida siempre que pueda realizarse a pie, algo que aseguran es posible en este caso.
Todas estas asociaciones critican que el Gobierno gallego prime los intereses de las empresas papeleras por encima de los de la flora y la fauna gallega y la salud de los ciudadanos. La Xunta, mientras tanto, asegura que el flufenoxuron “no es tóxico”, según afirma Tomás Fernández-Couto, secretario general de Montes y Medio Rural, que también indicó que no se realizarán fumigaciones masivas y que el producto no requiere de “ningún tipo de autorización especial”.
En la OCU no están de acuerdo con estas afirmaciones y explican que “debería bastar con las sospechas para aplicar un principio de precaución, más en este caso en el que la toxicidad está demostrada”.