La inyección de liquidez del Banco Central Europeo (BCE) ha aportado algo de calma a los mercados, lo que permite a los emisores colocar su papel con más respiro. De esta manera, dos de nuestros principales bancos, Santander y Bankinter, han podido emitir cédulas y deuda a principios de semana y, además, con más de dos tercios de los importes colocados entre inversores internacionales. Algo relevante, ya que la reapertura definitiva de los mercados privados es uno de los grandes objetivos de los apoyos del BCE y de la consolidación del sector bancario.
Bankinter emitió 1.000 millones de euros en cédulas hipotecarias que se colocaron íntegramente con un exceso de demanda de 400 millones de euros. En la entidad confirman que sólo el 33% ha sido cubierto por inversores domésticos, aclarando que entre el resto de tomadores, los de Reino Unido fueron los más acaparadorres, con un 16% del total, mientras los alemanes, franceses y el propio BCE superaron el 10%. También es digno de mención que un 9% pertenece a inversores asiáticos.
La entidad pudo colocar a tipos más bajos de lo previsto inicialmente, además.
Santander colocó deuda sénior a 5 años por el mismo importe, y con casi el 80% de la emisión adjudicada a no residentes. Francia, Alemania y Austria superaron el 20% del total.
La noticia es bien valorada en el mercado. José Ramón Iturriaga, de Abante Asesores, indica que “lo más interesante es que entren los inversores internacionales” y apunta a que “esto no serán dos hechos aislados: van a ir saliendo todos poco a poco”, dice, refiriéndose a que el resto de entidades financieras españolas, sin duda, anunciarán nuevas colocaciones en breve.
Iturriaga cree que hay una percepción excesivamente negativa sobre las entidades financieras. Por ejemplo, respecto a la mora hipotecaria, “el impago en primera vivienda sigue bajísimo, en el entorno del 4%, pese al paro y, sinceramente, no veo graves problemas de deuda acuciante en las compañías del Ibex, salvo alguna que otra constructora”.
El experto opina que se mantendrá la tendencia, lo que abrirá los mercados y los serenará. “El interbancario, de hecho, ya está mucho más ordenado.”
José María Valle, de Ahorro Corporación, coincide al señalar que cree que la demanda internacional se irá trasladando poco a poco hacia la renta fija corporativa, por el mayor diferencial que ofrecen los bonos de empresa y el menor miedo que suscitan los bancos al tener arreglados sus problemas de liquidez. Y, por supuesto, porque el carry trade que efectúa la banca con la deuda pública se realiza con bonos domésticos. Casi nadie está arbitrando con bonos públicos de otros países.