En España las enfermedades cardiovasculares representan la primera causa de muerte. Es muy fácil cuidar de nuestra salud cardiovascular, si bien su mayor enemigo es un estilo de vida poco saludable es importante crear y mantener rutinas que faciliten buenos hábitos. La idea es muy fácil, según defienden los expertos, nuestra dieta es fundamental para gozar de una buena salud cardiovascular, junto con evitar el tabaco y el consumo de tóxicos, decir no al sedentarismo y a la obesidad.
Pero, ¿qué se entiende por salud cardiovascular? Según el director de la Unidad de Riesgo Vascular de Olympia Quirónsalud, el doctor José María Mostaza, consiste en mantener a raya y en valores óptimos los principales factores de riesgo cardiovascular, tales como el no fumar, tener un IMC por debajo de los 25 kilos/m2, realizar ejercicio de forma regular, gozar de la presión arterial correcta, aparte de no tener colesterol, ni niveles elevados de glucemia (por debajo de los 100 mg/dl), entre otros parámetros.
La dieta, evitar el tabaco y el consumo de tóxicos, así como decir no al sedentarismo y a la obesidad son factores esenciales para gozar de una buena salud cardiovascular
A su juicio, “todo se centra en realizar una dieta saludable, acercar el peso al que sería ideal, y hacer ejercicio físico diario; y, por supuesto, descansar de cuerpo y mente”. Pero no queda ahí la cosa, porque, tal y como subraya este especialista, adoptar una dieta saludable no sólo repercute en la salud de nuestro corazón, en nuestra salud cardiovascular, sino que también mejora la calidad de vida de las personas, y puede ayudar a prevenir enfermedades.
Vuelta a la rutina
Reconoce el doctor Mostaza que con el verano se nos suele complicar un poco el cuidar de nuestra dieta y, en definitiva, nuestro corazón: “La vuelta a la rutina es una excelente oportunidad para mejorar nuestra salud cardiovascular. La combinación de vuelta a los horarios habituales y una buena planificación en la alimentación hace que sea más fácil adoptar hábitos saludables que pueden contribuir a reducir el colesterol y otros factores de riesgo vascular”.
Así, ve aconsejable seguir las siguientes recomendaciones ya que, según considera, “adoptar estos consejos en su rutina diaria puede marcar una gran diferencia en su salud cardiovascular”:
En la cocina
- Evitar comprar comidas precocinadas por comodidad, dado que suelen ser ricas en ácidos grasos trans y en sal, ambos perjudiciales para la salud; evitar, por tanto, comer con frecuencia pizzas, hamburguesas, embutidos, o salchichas, etc.
- Cocinar nuestras propias cremas o sopas.
- Tomar fruta y ensaladas con aceite de oliva; pero cuidado, el aceite de oliva es muy sano, pero engorda lo mismo que la mantequilla.
- Pasarse a los derivados lácteos desnatados.
- Tomar pan, pasta, o arroz integrales, más ricos en fibra.
- Comer pescado, pero evitar tomarlo frito, mejor al horno, guisado, a la plancha, o en espeto.
- Quitar la piel del pollo y retirar la grasa visible de la carne antes de cocinarla.
- Evitar los alimentos salados (quesos, embutidos, aceitunas, aperitivos, etc.) y reducir la cantidad de sal que echa a la comida para sustituirla por especias.
- Los aperitivos son más sanos con una cantidad moderada de frutos secos no salados, que con patatas fritas.
- Limitar el consumo de alcohol; comprar botellines de cerveza en lugar de latas o de botellas, y echar mucho hielo al tinto de verano.
- Reducir el consumo de té o de café.
- Limitar los refrescos carbonatados y edulcorados; siempre es mejor como refresco el agua con gas.
- Dado que los alimentos y las bebidas influyen directamente en el peso, y el peso elevado es responsable del desarrollo de diabetes y de hipertensión arterial, evitar picar entre horas, huir de los aperitivos muy cuantiosos, y reducir los alimentos muy calóricos, como el alcohol, los aceites (incluido el de oliva), y las salsas.
- Reducir también el consumo de pan, de pasta, y de arroz.
Hacer ejercicio
La vuelta a la dinámica habitual es un buen momento para caminar, correr, nadar, montar en bicicleta, bailar o iniciar cualquier actividad que nos permita estar en movimiento.
Tomar la medicación
En este sentido, el doctor Mostaza recuerda que "los medicamentos para reducir el colesterol, la presión arterial o controlar el peso o la diabetes salvan muchas vidas; el cambio de rutina que suponen las vacaciones no debe reducir su adherencia terapéutica".
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