Internacional

La presidenta electa de México se confunde con la fundación de Tenochtitlán: asegura que se estableció hace "casi dos siglos"

Este desliz ha desatado críticas nacionales e internacionales, especialmente tras la respuesta oficial del Gobierno de España a la exclusión del Rey Felipe VI de la ceremonia de toma de posesión de Sheinbaum

Claudia Sheinbaum, quien tomará posesión como la primera mujer presidenta de México el próximo 1 de octubre, ha causado revuelo al hacer pública una declaración en la que afirmaba que Tenochtitlán, la capital del imperio mexica, se fundó "después de la independencia de México", en el siglo XIX. Según la historiografía tradicional, Tenochtitlán fue fundada en 1325, es decir, casi seis siglos antes de lo que Sheinbaum indica en su comunicado.

El documento, que pretendía ser una respuesta al Gobierno de España por la decisión de no enviar representación alguna a su toma de posesión, incluyó esta confusión cronológica que ha desatado una oleada de comentarios en redes sociales y medios de comunicación. En su comunicado, Sheinbaum mencionó que el presidente saliente de México, Andrés Manuel López Obrador, había enviado una carta al Rey Felipe VI en 2019 con motivo de la "celebración de los 200 años de vida independiente y casi dos siglos de la fundación de Tenochtitlán".

La errónea afirmación de Sheinbaum se refiere a una ciudad cuya fundación data del año 1325, cuando los mexicas, siguiendo una profecía, erigieron su ciudad en un islote en medio del lago de Texcoco, donde hoy se encuentra la Ciudad de México. Este error ha puesto en duda la rigurosidad histórica de la presidenta electa en temas clave del patrimonio cultural y la identidad nacional.

La conquista de Tenochtitlán y su relevancia histórica

Tenochtitlán fue una de las ciudades más grandes e impresionantes del mundo prehispánico. Para cuando el conquistador Hernán Cortés llegó a sus puertas en 1519, la ciudad contaba con aproximadamente un millón de habitantes y una organización urbana y social altamente sofisticada. Cortés y sus soldados españoles quedaron deslumbrados por la magnitud de la ciudad, a la que llamaron la "Venecia de América" por sus intrincados canales y su localización en un entorno acuático.

La caída de Tenochtitlán, en 1521, marcó el fin del dominio mexica y el inicio del control español sobre gran parte del territorio que hoy constituye México. La conquista no habría sido posible sin la colaboración de un vasto número de aliados indígenas, quienes, cansados del yugo mexica, se unieron a los españoles. Se estima que cerca de 135.000 guerreros de diversas etnias indígenas apoyaron a los aproximadamente 850 soldados de Cortés, una alianza crucial que permitió la toma de la ciudad más importante de Mesoamérica.

La importancia de Tenochtitlán como centro cultural, político y económico no puede ser subestimada. Tras su destrucción, sobre sus ruinas se levantó la actual Ciudad de México, una de las metrópolis más grandes del mundo. En 2025 se cumplirán 700 años de la fundación de Tenochtitlán, una efeméride que resalta aún más el error de Sheinbaum al señalar que la ciudad se fundó tras la independencia mexicana, acontecida en 1821.

Reacciones en México y en el extranjero

En México, varios historiadores y académicos han comentado la situación y algunos medios han señalado que este tipo de imprecisiones pueden reflejar una falta de rigor en la formación de las figuras políticas. Sin embargo, también hay quienes han restado importancia al desliz, considerando que se trató de un simple error de redacción.

A nivel internacional, la respuesta ha sido igualmente variada. La polémica se enmarca en un contexto ya tenso entre México y España, debido a la negativa del gobierno mexicano de invitar al Rey Felipe VI a la ceremonia de toma de posesión. Este gesto se suma a otros desacuerdos recientes entre ambas naciones, como la petición de disculpas por los abusos cometidos durante la conquista de América, hecha por el presidente López Obrador en 2019.

El gobierno español ha optado por no enviar representación oficial al acto de toma de posesión de Sheinbaum, una decisión que ha sido interpretada como una respuesta a la exclusión del monarca español. En su comunicado, la presidenta electa subrayó que esta decisión es coherente con la postura de su administración.

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