España

El motivo por el que los jóvenes ya no se sacan el carnet de conducir a los 18 años

Distintos factores han hecho que los jóvenes decidan retrasar el momento para sacarse el carnet de conducir

De jóvenes, es frecuente soñar con ser adulto. Al crecer, el anhelo se vuelve a la inversa: todo adulto quiere volver a ser un niño. En la primera de estas etapas, hace tan solo unos años, todo adolescente esperaba a cumplir los 18 años para poder obtener el carnet de conducir. Ahora, la tendencia parece haber cambiado. Estudios observan cómo el comportamiento de los jóvenes varía, y lo que antes era uno de los mayores objetivos de los adolescentes al cumplir la mayoría de edad ya no lo es. 

Tal y como informa la Dirección General de Tráfico -DGT-, los cambios son notables. En el año 1980, el porcentaje de jóvenes de entre 18 y 29 años que estudiaban y conseguían sacarse el permiso de conducción ascendía al 78%. Esta cifra aumentaba en el año 2000, donde el 88% de los nuevos conductores se encontraba en esta franja de edad. Aún así, en 2019 la tendencia cambiaba: los jóvenes que optaban por obtener la licencia se reducían al 68%.

Interior de un coche
Interior de un cochePixabay

Son muchas las variables que pueden influir en el cambio de tendencia, pero una de ellas es clara: el poder adquisitivo de las familias españolas ha bajado en los últimos años, mientras que el precio de los vehículos, ha aumentado. A pesar de que algunos datos hablan de crecimiento económico y de una evolución positiva del Producto Interior Bruto -PIB-, la inflación ha hecho que la realidad para los núcleos familiares y convivientes sea muy distinta.

Subidas salariales imperceptibles

Si bien es cierto que en los últimos años sí ha habido subidas salariales, la inflación y el costoso nivel de vida actual hace que las familias no perciban ninguna mejora ni beneficio. La imposibilidad por parte de muchos padres de ayudar a sus hijos en el proceso de adquirir el carnet de conducir, sumado a los precios actuales de los vehículos, hace que muchos jóvenes deban esperar unos años y ahorrar para poder afrontar estos gastos.

Asimismo, obtener el permiso de conducción es caro. En función de las necesidades del estudiante, los precios podrán fluctuar entre una horquilla de precios que, normalmente, no baja de 700 euros. A partir de esta cantidad, la pericia del pupilo serán claves, llegando a alcanzarse en muchos casos los 1.500 euros. En este proceso se deben tener en cuenta distintos gastos:

  • Matriculación en la autoescuela
  • Tasas a pagar a la Dirección General de Tráfico (DGT)
  • Clases prácticas
  • Certificado médico

Algunas comunidades ofrecen ayudas económicas para distintos colectivos, como aquellos que buscan obtener el carnet de conductor profesional, los que no reciben el salario mínimo interprofesional o mujeres que cumplen con ciertos requisitos para favorecer su movilidad.

Las Zonas de Bajas Emisiones no ayudan

El aumento de la concienciación sobre el cuidado del medio ambiente ha hecho que distintos ayuntamientos y ciudades apuesten por la peatonalización de numerosas calles, creación de zonas verdes y, sobre todo, instauración de Zonas de Bajas Emisiones. Esto ha hecho que la circulación de vehículos más antiguos alimentados por combustible tradicional se vean cada vez más limitados. Destinados a desaparecer, miles de conductores han tenido que comprar nuevos vehículos que se adapten a la nueva realidad, con el consiguiente gasto que esto conlleva.

Las zonas de bajas emisiones de la Comunidad de Madrid recibirán restricciones a coches
Las zonas de bajas emisiones de la Comunidad de Madrid recibirán restricciones a cochesEP

Aunque muchos han podido sumarse a la ola, otros tantos no han podido hacerlo. Los coches híbridos y eléctricos son costosos, y miles de conductores se resisten a dar el salto. La imposibilidad de pagarlos, sumada a la necesidad de la carga de sus baterías -en puntos de carga insuficientes en toda España- no suponen más que pegas e inconvenientes.

Paro juvenil y mejora del transporte público

El pasado mes de agosto, el desempleo entre los jóvenes menores de 25 años ascendía a 2.186 personas (1,25%) respecto al mes anterior, y se situaba en un total de 177.112 personas. Los bajos salarios, sumados a la tasa de paro y la imposibilidad por parte de miles de jóvenes sobrecualificados de acceder a un puesto de trabajo digno hace que el carnet de conducir pase a un segundo plano, sobre todo entre aquellos que viven en grandes ciudades como Madrid o zonas bien comunicadas.

Un joven conduce su vehículo
Un joven conduce su vehículoPixabay

La mejora de la red de transporte público es uno de los factores más importantes. En ciudades como Madrid, tener un coche puede suponer más problemas que ventajas. Daniel, estudiante de Farmacia en la Universidad Complutense de Madrid, opta por acudir a clase desde la sierra cada día. "Moverme en autobús o tren me resulta más barato y más cómodo", explica el universitario.

La imposibilidad para estacionar, además de los altos precios del combustible, plantean el debate de qué es más interesante: moverse de forma individual o utilizar el transporte público. Las líneas de autobuses urbanos e interurbanos han aumentado, al igual que lo han hecho redes como la de Metro. Lo mismo ocurre con servicios como el de Ave -capaz de conectar numerosas zonas de España en tan solo unas horas- y líneas 'lowcost' como Ouigo.

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