Cataluña

El ente regulador de TV3, en entredicho por avalar los excesos del canal

El CAC ha justificado una broma sobre la violación de la hija de Sílvia Orriols o expresiones como 'Puta España'

  • Un operario de cámara de TV3

 

En las facultades de periodismo catalanas es tradición elogiar el modelo audiovisual catalán por contar con un ente regulador: el Consell Audiovisual Catalán (CAC). Lo que se suele pasar por alto es que este organismo, encargado de velar por la neutralidad de los medios públicos catalanes, está controlado desde su fundación por el nacionalismo, que ha sido acusado de ponerlo a su servicio para blanquear el sesgo secesionista de TV3 y Catalunya Ràdio. Unas críticas que se han redoblado en tiempos recientes después de que el CAC validase el último exabrupto de uno de los presentadores más polémicos del canal: Joel Díaz.

 

Y es que Díaz, conocido por arrancar un pasado 'late night' con la frase "Putas noches y buena España" —juego de palabras que esconde la expresión "Puta España"— bromeó en el 'podcast' 'La Sotana' con la violación la hija de la líder de la formación ultra Aliança Catalana, Sílvia Orriols. Se da el caso de que la menor se llama Violant, cuya traducción al castellano equivale al gerundio "violando". "¡Imagina que están violando a Violant!", soltó Díaz, que continuó con el chiste durante un rato pese a las reconvenciones del presentador del programa, Andreu Juanola. Orriols no tardó en contestar en X al cómico, al que tildó de "desgraciado" y contra el que anunció acciones legales.

 

Ante lo sucedido, el secretario de Medios de Comunicación y Difusión de la Generalitat, Carles Escolà, instó al CAC a revisar si la broma sobre la violación de una hija de una diputada se compadecía con los valores de "respeto y tolerancia" propios de un canal público. Pues bien, el Consell ni siquiera emitió un dictamen oficial sobre la cuestión, sino que respondió a través de un critico televisivo del diario nacionalista 'Ara', Àlex Gutièrrez. Éste, reveló en un artículo que el CAC no apreciaba en la polémica "ninguna vulneración de la normativa audiovisual".

 

No es la primera vez que el CAC hace oídos sordos a las salidas de tono de los cómicos irreverentes del canal autonómico —cuyos chistes más sangrantes cargan invariablemente contra todo lo vinculado a España—. Sin ir más lejos, el "puta España" antes aludido fue justificado por el "contexto" de un programa de humor. De la misma manera, el CAC no consideró digno de actuación que otros humoristas en la onda de Díaz, Jair Domínguez y 'Peyu', fantaseasen con que  la princesa Leonor —entonces menor de edad— le hiciese una felación al segundo. 

 

Por lo demás, el CAC no solo ha sido cuestionado por encubrir los excesos de TV3. También lo ha sido por su escasa productividad y lo injustificado de sus costes. No en vano, el organismo arrancó su actividad realizando informes sobre la pluralidad de los medios públicos una vez al mes, pero a partir de 2018 estos pasaron a ser cuatrimestrales y, en los últimos años, cada seis meses. De hecho, el último que se elaboró data de hace 15 meses —eso sí, en los dosieres no se oculta la preponderancia de contertulios secesionistas en los debates del canal—.Igualmente, su presupuesto asciende a seis millones de euros, cinco de los cuales se destinan al salario de sus 75 trabajadores. Un 'staff' presidido por Xevi Xirgo, propuesto por Junts y autor de una biografía de Carles Puigdemont: 'Me explico: de la investidura al exilio'.

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