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Un año de la muerte de la reina Isabel II: ¿qué ocurrió?

Este viernes 8 de septiembre se cumple un año del fallecimiento de la monarca. Te contamos cómo fue el protocolo a seguir de su funeral

  • La reina Isabel II -

La reina Isabel II ha sido uno de los iconos más importantes de la familia real británica. Elizabeth Alexandra Mary Windsor fue la reina de Reino Unido desde 1952 hasta 2022, es decir, un total de 70 años. Isabel tomó el mando tras el fallecimiento de su padre, el rey Jorge VI, por lo que se puso al frente de Inglaterra con solo 25 años.

El funeral de la monarca se celebró el 19 de septiembre. Tras él, la familia real británico mantuvo una semana de luto en memoria de Isabel II. Un año después de su muerte te contamos lo de qué murió, el protocolo que se siguió tras su fallecimiento y la coronación de Carlos III.

¿De qué murió la reina Isabel II de Inglaterra?

Tras el fallecimiento de la reina Isabel II, el palacio de Buckingham lanzó un comunicado en el que contaba que la monarca había perdido la vida "en paz" a sus 96 años de edad. Muchas fueron las personas que empezaron a especular sobre la posible causa de su muerte. Los rumores se sucedieron por unas manchas que la reina tenía en sus manos durante el nombramiento de la primera ministra Liz Truss unos días antes de conocer la terrible noticia.

La madre de Carlos III no falleció debido a alguna enfermedad. Según se pudo conocer unas semanas después, en el certificado de defunción se puede leer que murió de "vejez" a las 15:10 horas en el castillo de Balmoral en Escocia. Además, en este informe aparece el nombre de su médico Douglas James Allan Glass y el de su hija, la princesa Ana.

Operación Puente de Londres: el protocolo de su funeral

Con el nombre de Operación Puente de Londres (en inglés Operation London Bridge) se llevó a cabo el protocolo de su funeral. Recoge los pasos a seguir los 10 días siguientes al fallecimiento de la reina Isabel II hasta llegar al funeral de Estado que se celebró en la Abadía de Westminster. El día de su muerte se pronunció la frase "el puente de Londres ha caído", denominado como 'Día D'.

Las horas posteriores a la muerte Isabel II empezó una "cascada de llamadas" en las que se comunicó la noticia a la primera ministra británica, secretario del gabinete, ministros y altos funcionarios. Antes del funeral, su féretro viajó en una procesión fúnebre por Edimburgo. Carlos III y Camilla tuvieron que viajar a Londres para mantener una reunión con Liz Truss y el conde mariscal, Edward Fitzalan-Howard, el encargo de preparar tanto el funeral como la proclamación del nuevo rey.

El país guardó un minuto de silencio al mediodía y las banderas ondearonn a media asta en los edificios de la monarquía. Diferentes edificios como la Abadía de Westminster, la Catedral de Saint Paul y el Castillo de Windsor hicieron sonar sus campanas y dispararon 96 cañones en Hyde Park. Carlos III, por la tarde, se dirigió a la nación en un discurso televisado donde aseguró: "Os serviré con respeto, lealtad y amor".

El cuerpo de la reina Isabel II se trasladó a la Catedral de St. Giles. Allí tanto el rey Carlos III como el resto de miembros de la familia real británica participaron en una procesión para recibir el féretro de Isabel II. En ese lugar quedó instalada la capilla ardiente para que todos los escoceses se pudieran despedir de la monarca. El martes 13 de septiembre, el féretro viajó hasta Londres para hacer una procesión del ataúd de la reina desde el Palacio de Buckingham hasta el Palacio de Westminster. El 19 de septiembre, diez días después de la muerte de la reina, se proclamó el día de luto nacional y se celebró el funeral de Isabel II.

Carlos III de Inglaterra, su sucesor (y su coronación)

Para la coronación de Carlos III hubo que esperar hasta el sábado 6 de mayo. Con dos grandes procesiones y una ceremonia religiosa de la Abadía de Westminster. Los nuevos reyes llegaron a la Abadía desde el Palacio de Buckingham donde se realizó el acto institucional de la coronación. Este acto no ha cambiado mucho desde hace años. El evento empezó con el reconocimiento. Carlos III fue presentado ante todos los presentes por el Arzobispo de Canterbury junto a la Silla de la Coronación, que tiene más de 700 años de antigüedad. Después, prestó juramento en el que defendió la ley y la Iglesia de Inglaterra.

Tras esto, llegó la unción. Bajo un paño dorado, el arzobispo untó su frente, manos y pecho con aceite bendito, siendo uno de los momentos más importantes de la ceremonia. El arzobispo se acercó al rey con un recipiente en forma de águila dorada para verter este aceite.

Después de esto, Carlos III recibió varias insignias que representan su autoridad: el Cetro (símbolo del poder), el Cetro del Soberano (símbolo de justicia y misericordia), Orbe Real (símbolo de autoridad religiosa y moral) y Corona de San Eduardo.

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