España

Sánchez no se opone a que el Rey encargue a Feijóo una primera investidura fallida

En el PSOE, donde hay orden de silencio para que el PP “se cueza en su salsa”, dudan, no obstante, de que finalmente se arriesgue a inmortalizar una alianza solo con Vox

  • El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez (i), y el rey Felipe VI, en Marivent, en 2019. -

Pedro Sánchez no se va a oponer a que el Rey Felipe VI encargue una primera investidura fallida a Alberto Núñez Feijóo, si éste finalmente se decide a ello a pesar de la falta de apoyos. Cree que esa maniobra del PP “dejará aún más en evidencia su dependencia de Vox”, toda vez que el PNV se ha negado siquiera a entablar negociaciones con Feijóo y hasta Coalición Canaria, socio de los populares en las islas, se niega a pactar ninguna fórmula de gobierno en la que éste la formación de Santiago Abascal.

El presidente desapareció de la escena pública el domingo por la noche y no volverá hasta que se forme el nuevo Congreso de los Diputados; ni siquiera hará el tradicional despacho veraniego con el Rey a mediados de agosto en el Palacio de Marivent (Mallorca). Quiere que “todo el foco” se ponga ahora en un Feijóo que, si bien ha sido el más votado, no tiene mayoría para gobernar “y eso le está empezando ya a pasar factura”, dicen a Vozpopuli fuentes gubernamentales. “Que se cueza en su salsa”.

La situación, señalan estas fuentes, es sensiblemente diferente a la de marzo de 2016, cuando Sánchez se presentó a una investidura fallida. El ganador de las elecciones generales cuatro meses antes, noviembre de 2015, había sido Mariano Rajoy, pero el entonces presidente del Gobierno en funciones declinó el ofrecimiento del monarca para formar gobierno; presentía que se iba a quemar con solo 135 diputados en un Parlamento muy a la contra.

El PSOE duda que Feijóo quiera esa investidura fallida: “¿No va a un debate a cuatro en Televisión Española porque no quiere que se visualice su ‘ticket’ con Abascal, un debate que al fin y al cabo vieron cuatro o cinco millones, y va a ir a una sesión parlamentaria de dos días ante toda España a recordar que sólo puede conseguir sintonía con Vox?”

En esta ocasión sería “diferente” a 2016, advierte una fuente gubernamental, porque el actual inquilino de La Moncloa sí quiere presentarse a esa investidura si se lo pide Felipe VI, le dan los números -Junts per Catalunya y el huido Carles Puigdemont se han mostrado abiertos a negociar- y, sin embargo, Feijóo solo puede presentar ante el monarca el apoyo de Vox, a todas luces insuficiente, señalan en Ferraz y en los despachos del Ejecutivo. Apunta así, su rival socialista no se opondrá.

No obstante, el PSOE tiene “serias dudas” de que finalmente el candidato del PP quiera esa foto, después de sus “amagos de negociación” con PNV y Coalición Canaria “también fallidos”. “Es decir, ¿no vas a un debate a cuatro en Televisión Española y dejas la silla vacía porque no quieres que se visualice el ticket con Abascal -debate que al fin y al cabo vieron solo cuatro o cinco millones-, y vas a ir a una sesión parlamentaria de dos días ante toda España a recordar que sólo puedes conseguir sintonía con Vox?”, se pregunta un alto cargo del gobierno de coalición.

En el PP hay división de opiniones al respecto, aunque, hoy por hoy, la mayoría defiende que Feijóo “no puede hacerse un Arrimadas”, en alusión al hecho de que la ganadora de las elecciones catalanas de enero de 2018, la entonces candidata de Ciudadanos a la Presidencia de la Generalitat, Inés Arrimadas, no peleará por presentarse a una investidura. C’s alega que el entonces presidente del Parlamento Catalán, Roger Torrent, de ERC, se lo impidió, pero para la historia quedó que ese país a un la ganadora de aquellas elecciones y su empeño en venirse a Madrid supusieron un error mayúsculo.

Núñez Feijóo está en la idea de que debe presentarse para “dar voz” a los once millones de personas que “ni apoyan ni apoyarán nunca la normalización de un Frankenstein II con Puigdemont”, señala a éste periódico una fuente popular en alusión tanto a sus votantes como a los de Vox. “Se presenta seguro”, señala un miembro de la Ejecutiva muy cercano a él

Núñez Feijóo está en la idea de que debe presentarse para “dar voz” a los once millones de personas que “ni apoyan ni apoyarán nunca la normalización de un Frankenstein II con Puigdemont”, señala a éste periódico una fuente popular en alusión tanto a sus votantes como a los de Vox. “Se presenta seguro”, afirma, rotundo, otro miembro de la actual Ejecutiva del PP muy cercano a él.

Tras la enorme decepción que ha supuesto internamente el resultados electoral del domingo 23J, que le deja como el más votado con 136 escaños pero sin posibilidades de sumar más que con Abascal, Feijóo ha conseguido que los barones todos, incluida la madrileña Isabel Díaz Ayuso -a quien muchos en el PP vean como posible relevo si Feijóo se va- le den su apoyo para gestionar el complicado panorama surgido de las urnas con un casi empate 172/171 que sólo puede desempatar el ex presidente catalán huido de la Justicia.

Como la situación es inédita en la política española y europea, ninguno de los dos grandes partidos, PSOE y PP, tienen una hoja de ruta clara y van improvisando. De momento, Pedro Sánchez ha ordenado a los suyos que se estén quietos “y empezaremos a negociar en serio” en la semana que empieza el lunes 14 y acabará el jueves 17 con la Constitución del nuevo Congreso, señala una fuente socialista.

ERC y Junts tendrán grupo parlamentario

Hasta entonces, mucha rumorología y algún dato casi obvio: ERC y Junts per Catalunya, cada uno con siete diputados, no han logrado el 15% de voto en cada una de las tres provincias catalanas que les daría derecho a tener grupo parlamentario propio, pero lo van a tener; por expreso deseo del PSOE, dicen fuentes socialistas, o “por el propio funcionamiento ordinario del Congreso, porque un Grupo Mixto con 17 diputados es inviable en el reparto de tiempos de intervención, en asignaciones y en todo”, replica a Vozpópuli una fuente de Sumar.

Esta fuente pone en solfa esa versión que está vendiendo el PSOE, de que es una primera concesión a los independentistas catalanes: aunque Puigdemont no fuera necesario para la investidura del candidato socialista, señala, “alguna solución tendría que encontrar la nueva mesa a ese Grupo Mixto porque, si se queda como determina el resultado de las urnas, sería ingobernable”. Si finalmente, ERC y Junts salen del Mixto, éste se quedará sólo con tres diputados de Bloque Nacionalista Galego (BNG), Unión del Pueblo Navarro (UPN) y Coalición Canaria.

Ya ha habido precedentes al respecto, en un sentido y en otro: tras las elecciones de 2011, en las que el PP logró una mayoría absoluta apabullante de 186 diputados, Rajoy accedió a que la UPyD de Rosa Díez tuviera grupo parlamentario propio pese a que no logró en aquellos comicios el 5% en toda España; y, sin embargo, se le negó a Amaiur, el antecedente de la actual BIldu.

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