Opinión

El objetivo es España, no el bipartidismo

Lo peor que nos puede pasar a los españoles son unas elecciones generales planteadas como un plebiscito desde la oposición con el único objetivo de echar a Pedro Sánchez. Sin duda es una necesidad, pero no es suficiente para salir del p

  • Votación en una urna electoral -

Lo peor que nos puede pasar a los españoles son unas elecciones generales planteadas como un plebiscito desde la oposición con el único objetivo de echar a Pedro Sánchez. Sin duda es una necesidad, pero no es suficiente para salir del pozo. La devastación nacional, económica, institucional, exterior, industrial o agrícola es inasumible porque es anterior a él y requerirá de algo más que de su salida para revertirlas. Reformas profundas que necesitan un gobierno fuerte y determinado, que no es lo mismo que con un único partido. Hemos llegado a esta situación no sólo por eso que el centrismo moderado —perdido, cómplice o ambos— llama sanchismo, sino porque no se hicieron las reformas necesarias cuando se tuvo mayoría suficiente. Muchos ciudadanos, con la mejor intención, desearían que PP y Vox se uniesen para colaborar en un empeño común contra el Frente popular 2.0. que tenemos. Sería un buen planteamiento si ambos partidos de la oposición tuviesen el mismo objetivo de revertir el proceso de disolución nacional de consecuencias internas y exteriores. Pero no es así.

Muchos de los votantes del Partido Popular se muestran incrédulos porque la dirección se comporta como siempre y optan por quitarle importancia a hechos y palabras de Feijóo

El objetivo de Feijóo es salvar el bipartidismo, no a España. Rescatar al PSOE en vez de empujarlo a la irrelevancia. La propuesta de la lista más votada va dirigida principalmente a impedir la entrada de Vox en las Instituciones ¿Cómo va a haber un frente común en la oposición si parte de ella quiere hacer uno con el Gobierno en contra de la otra parte opositora? Muchos de los votantes del Partido Popular se muestran incrédulos porque la dirección se comporta como siempre y optan por quitarle importancia a hechos y palabras de Alberto Núñez Feijóo. Una ceguera voluntaria de un votante de la derecha que espera que finalmente haga lo contrario de lo que predica en público. Es como si los simpatizantes de Feijóo tuviesen intención de votarlo porque creen que es un mentiroso. Yo no. Yo lo tomo en serio y durante este año ha tenido un discurso coherente, pero alejado de lo que sus votantes esperan de él y contrario a lo que necesita España.

Si el único objetivo es echar a Sánchez, los españoles pasaremos a ser rehenes de un bipartidismo PSOE-PP cuyos intereses no son los de los ciudadanos sino los de los partidos que nos han traído a esta ruina

Tras las elecciones municipales y autonómicas ha insistido con determinación: «Pongo desde ya los votos de mi partido al servicio del constitucionalismo», el eufemismo para incluir al PSOE en el País Vasco y excluir a la nación. «Quiero acordar con el PSOE que gobierne la lista más votada en cada Ayuntamiento y Comunidad Autónoma del país y se convierta en un manual de conducta para formar gobierno». Curiosa forma de ser constitucionalista, acabar con el sistema parlamentario a través de un acuerdo en los despachos. Si el único objetivo es echar a Sánchez, los españoles pasaremos a ser rehenes de un bipartidismo PSOE-PP cuyos intereses no son los de los ciudadanos, no son los de la nación española, sino los de los partidos que nos han traído a esta ruina resquebrajada de fronteras autonómicas y exteriores abiertas.

Feijóo ha llegado hasta aquí sin ningún posicionamiento de los problemas de España. ¿Tiene proyecto energético que permita extraer los recursos propios?¿Cuál es su postura frente a injerencias de Marruecos en territorio nacional? El reto para Vox es sacar a Sánchez de La Moncloa apoyando a un Feijóo continuista que puede consolidarlo todo y no cambiar nada. Por eso es esencial que se enfoque en el problema nacional y sus enemigos internos. Empezar porque se hable en español en todas las aulas de España como requisito en cualquier negociación. Que haga lo que el PP nunca hizo, defender a los españoles frente a los nacionalismos regionales.

El problema de España no es de extremos, no es de derechas o izquierdas, es un problema nacional y lo que se necesita con urgencia es sacar a sus enemigos del poder

Antes de hablar de la amenaza de terceros países y organizaciones supranacionales que empobrecen a los ciudadanos, primero hay que centrarse en ser la defensa nacional real a nivel interno. Ésta es una diferencia significativa de Vox con los partidos de Meloni, Orban o Le Pen que le otorga mayor valor. Sánchez hará una campaña europea para frenar a la ultraderecha y que el PP se mantenga en su mismo barco donde no cabe la nación. Pero el problema de España no es de extremos, no es de derechas o izquierdas, es un problema nacional y lo que se necesita con urgencia es sacar a sus enemigos del poder y acabar con el suicidio español en todos los ámbitos.

Si no hay conciencia de que a España no le quedan prórrogas con un proyecto confederal del PSOE y otro mellizo autonomista del PP, poco importará la advertencia de que otra nación u organización tome las decisiones contra nosotros. En esa clave nacional de defender lo español en España sí pueden entender muchos votantes el papel de Vox fuera del vacío lema echar a Sánchez ¿Para qué quiere el poder Feijóo, para hacer qué? El objetivo es ir recuperando la nación y la identidad española en un ámbito interno. Es la hora de defender a España, no a los partidos.

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