Opinión

Jaque mate del Banco de España al Gobierno

La economía nacional está condenada en el mejor de los casos a un estancamiento y, en el más probable, a una crisis

  • El gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, en el Senado -

El informe Anual del Banco de España ha elevado la previsión de crecimiento del PIB del 1,6 por 100 al 2 por 100 para 2023. Esta corrección alcista ha desatado la euforia de los propagandistas del Régimen integrada por una legión variopinta, incluidos numerosos economistas patrios. Las negativas proyecciones realizadas por los negros augures de la ciencia lúgubre, al servicio de los intereses de la oposición, se han mostrado falsas y se abre para la economía nacional un futuro brillante de expansión e inclusión social. Sin embargo, este panorama se ensombrece de manera dramática si se lee con detalle el trabajo del antiguo instituto emisor.

Con el estilo ponderado y elegante del Banco de España se realiza un análisis demoledor de la situación económica de España si se mantiene la presente política gubernamental. El crecimiento del PIB se asienta sobre las arenas movedizas de un binomio déficit-deuda insostenible, de una estructura productiva asfixiada por regulaciones que impiden el despliegue de la energía creadora de los individuos y de las empresas, por un mercado laboral incapaz de elevar la tasa de actividad, por una fiscalidad lesiva para el trabajo, el ahorro y la inversión etc. etc. etc.

Esto se traduce en un repunte coyuntural de la actividad enmarcado en un embalsamiento de graves deficiencias estructurales que no sólo no se han enfrentado, sino que se han agudizado a lo largo de la presente Legislatura. La economía española es como una presa a punto de verse desbordada por una acumulación de errores de política económica que, antes o después, habrán de ser abordados si no queremos vernos convertidos en el enfermo de Europa, un país incapaz de converger en términos reales no ya con los países más ricos de la UE sino con la media europea. Esta es la realidad y ni la propaganda ni los espejismos pueden ocultarla.

Sostiene que la intervención existente en los mercados es incapaz de permitir su ajuste a los cambios del entorno, fomentar la innovación y elevar la productividad

El Banco de España considera insostenible la posición de las finanzas públicas sin abordar un plan de consolidación fiscal desde este mismo año. Afirma que la contrarreforma de las pensiones realizada por el Gobierno no garantiza su sostenibilidad. Sostiene que la intervención existente en los mercados es incapaz de permitir su ajuste a los cambios del entorno, fomentar la innovación y elevar la productividad, lo que se traduce en un lastre para incrementar el potencial de crecimiento de la economía. En suma, el proyecto desplegado por el actual Gobierno es incompatible con un crecimiento estable, equilibrado y sostenido.

También liquida con frases afables la pretensión gubernamental conforme a la cual su acción ha beneficiado a las capas menos favorecidas de la población. La expresión de esa falacia es que el conjunto de las ayudas públicas ha tenido un carácter general y sus beneficios se han concentrado mayormente en los individuos y hogares con mayores niveles de renta. Esto supone una descalificación fáctica de la estrategia redistributiva del Gabinete que ha tenido efectos regresivos en cuanto se refiere a la distribución de la renta. Ello se refleja en la alta tasa de españoles en riesgo de pobreza y en situación de carencia material severa. Y la historia continúa.

Control de alquileres

El Banco de España dinamita las medidas planteadas por el Gobierno en su política de vivienda. Resalta los efectos negativos del control de alquileres sobre la oferta de pisos destinados a ese fin, enfatiza la inseguridad jurídica creada por ella para los arrendadores desprotegidos ante la falta de incumplimiento de las obligaciones contractuales por los inquilinos y sometidos a una amenaza impune de okupación y, por último, plantea tanto la ineficacia como los potenciales riesgos para la estabilidad del sistema bancario de los avales ICO para adquirir viviendas.

Del Informe del Banco de España cabe extraer una impugnación total, una moción de censura a una política económica que, como puede deducir cualquier lector del texto, conduce a un callejón sin salida, salvo que se ponga en marcha un programa creíble y consistente de estabilización presupuestaria y de reformas estructurales. En otras palabras, salvo que se aplique una política distinta a la desarrollada por este Gobierno, la economía nacional está condenada en el mejor de los casos a un estancamiento y, en el más probable, a una crisis.

Constituye un ejercicio de irresponsabilidad y de falta de honestidad intelectual aceptar como real la ficción de un escenario insostenible

Es muy tentador y agradecido relativizar la gravedad de la situación económica de España y, también, lo es descalificar a quienes la contemplan de esa manera. Sin embargo, constituye un ejercicio de irresponsabilidad y de falta de honestidad intelectual aceptar como real la ficción de un escenario insostenible. Es imprescindible explicar a la sociedad cual es la realidad sin anestesia y decirla que será imprescindible aplicar una terapia dura y rápida para que España no se instale en una posición de decadencia con bajos niveles de vida para sus ciudadanos.

No hay atajos ni remedios de Fierabrás para hacer frente a un panorama de esta naturaleza. El modelo socioeconómico dominante, salvo un breve espacio temporal, está agotado. No hay una respuesta socialdemócrata de derechas al colectivismo rampante de la izquierda. Los desequilibrios macroeconómicos existes y con propensión al alza junto a la erosión de las fuentes de generación de riqueza fuerzan a un cambio sustancial si no queremos convertirnos en un país atrasado que ha perdido el tren de la modernidad.

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