La noche del 28-M será la noche del relato. Nadie duda a estas alturas –y así lo refrendan todas las encuestas y sondeos internos- que el PP va a ganar las municipales y autonómicas, pero en España –como dice Narciso Michavila- "solo gana quien gobierna", y Alberto Núñez Feijóo –que ha planteado estas elecciones como un plebiscito contra Pedro Sánchez de cara a las generales de diciembre- puede encontrarse el lunes 29 con un holgado triunfo en votos que Su Sanchidad convierta en una "dulce derrota" si, finalmente y gracias a los pactos, conserva el Gobierno en algunas de las CCAA en las que será derrotado por los populares.
Y es que a estas alturas, de las doce comunidades autónomas que acuden a votar el 28-M, en la mitad de ellas la suerte depende de variables de última hora que pueden hacer que el balón del PP se estrelle en el larguero o que marque un gol por toda la escuadra: la movilización de última hora, que Podemos no entre en determinados Parlamentos o que el voto de Ciudadanos acabe en la abstención y no en las papeletas azules.
Hoy por hoy, el PP solo tiene garantizado mantener el poder en Madrid y Murcia y ganar La Rioja. En Madrid, Isabel Díaz Ayuso acaricia la mayoría absoluta según las últimas encuestas –algo a lo que el episodio del ‘okupa’ Bolaños puede haber dado el impulso definitivo el 2 de Mayo a tenor de cómo ha reculado Moncloa. Además, los sondeos garantizan también que Fernando López Miras mantendrá el poder en Murcia "solo o en compañía" de Vox. Y La Rioja se teñirá de azul con el triunfo también de los populares.
Pedro Sánchez y sus pactos el 28-M
Por parte del PSOE, las encuestas son bastante más rácanas pero la libertad de pactar de Sánchez con la extrema izquierda y con los regionalistas e independentistas, le pueden permitir conservar varias de las autonomías en las que el PP quedará con toda seguridad por delante.
Las encuestas solo dan alegrías a Sánchez y al PSOE en Asturias, cuyo gobierno mantendría Adrián Barbón gracias a su pacto con Podemos y a que ganará a un PP que ha optado por un candidato desconocido venido de Europa; y Navarra, donde la desunión de la derecha permitirá a María Chivite conservar su asiento con los apoyos de Bildu, Geroa Bai y Podemos pese a que el triunfo en votos sería para UPN.
En Extremadura, la ministra Ribera y su empeño en volar la presa de Valdecaballeros puede acabar por complicar la reedición del mandato de Guillermo Fernández Vara, que de momento necesitará pactar con Podemos -él, tan crítico con los apoyos de Sánchez en Madrid- para conservar el poder frente a PP y Vox.
En Madrid, Isabel Díaz Ayuso acaricia la mayoría absoluta según las últimas encuestas –algo a lo que el episodio del ‘okupa’ Bolaños puede haber dado el impulso definitivo el 2 de Mayo a tenor de cómo ha reculado Moncloa
Las otras 6 Comunidades en disputa son ahora mismo una moneda al aire. En Ferraz han dado orden de poner todo el foco en Comunidad Valenciana con la esperanza de que –si la conservan- puedan venderlo como un gran éxito. Los sondeos auguran que si Podemos no supera el 5% y no entra en el Parlamento regional, el PP y Vox lograrán la Generalitat. Por ello, Moncloa ha ‘ordenado’ a Yolanda Díaz que haga de tripas corazón y acuda a los actos del candidato de Iglesias en la Comunidad. Si el PSOE retiene esa comunidad, edificará sobre ella el relato de la ‘dulce derrota’ la noche del 28-M.
Lo mismo sucede en Castilla-La Mancha, donde Emiliano García Page se juega su continuidad –y su futuro papel en la reconstrucción de los restos del naufragio de un PSOE post Sánchez- en un puñado de votos. La última encuesta de Sigma 2 publicada el 17 de abril ha hecho sonar las alarmas en Toledo: aunque Page ganaría en votos, perdería la Junta ante la alianza de PP y Vox. No es de extrañar que Page no quiera ver ni en pintura a Sánchez en su campaña.
Lo mismo sucede en Aragón. Otro de los barones más alejados de Sánchez, Lambán –que incluso se posiciono junto a Ayuso en su polémica frente a Bolaños- está ahora mismo contra las cuerdas. La última encuesta del 23 de abril, publicada por El Heraldo, da ganador a Azcón, el candidato del PP, en número de votos y escaños, y Lambán necesitaría pactar con IU, con Podemos, con la Chunta y hasta con Teruel Existe para intentar evitar un Gobierno de PP, Vox y el PAR.
Una sopa de letras que puede no ser suficiente el 28-M para mantener en el poder a la socialista Francina Armengol en Baleares. La encuesta de NC Report del 3 de mayo da claro ganador en votos y escaños al PP, muy por delante del PSOE. El apoyo del PIN –un partido regionalista, conservador- puede acabar desalojando a los socialistas, podemos y Más del poder. Los mismos regionalistas que permitirían a los socialistas seguir en el poder en Canarias.
Por último, en Cantabria el PP se impondría al populista Revilla, que está a punto de perder el poder según la encuesta publicada por Simple Lógica el pasado 19 de abril. Revilla necesitaría pactar con el PSOE y con Podemos para mantenerse en el machito cuatro años más.
Si el mapa de España se tiñe de azul en votos el 28-M, pero los pactos mantienen al PSOE en el poder en -pongamos- tres de las seis Comunidades en disputa, las trompetas políticas y mediáticas de Moncloa y Ferraz no pararán de anunciar la resurrección de Pedro Sánchez y el final de Alberto Núñez Feijóo
Como se ve, en la mitad de las Comunidades –Baleares, Canarias, Comunidad Valenciana, Aragón, Castilla-La Mancha y Cantabria- el gobierno se decidirá en la última semana de campaña. Por ello, en Génova se ha dado orden de rebajar el nivel de expectativas, aunque los sondeos sigan siendo muy favorables: saben que un triunfo en votos puede no acabar refrendado en una alianza de Gobierno por un solo escaño y eso daría alas al ‘relato’ de la ‘dulce derrota’ del PSOE.
Si el mapa de España se tiñe de azul en votos el 28-M, pero los pactos mantienen al PSOE en el poder en -pongamos- tres de las seis Comunidades en disputa, las trompetas políticas y mediáticas de Moncloa y Ferraz no pararán de anunciar la resurrección de Pedro Sánchez y el final de Alberto Núñez Feijóo.
Por eso, hasta el 28-M, el PP insistirá en que nada está decidido y en que es necesaria la movilización. Y se apelará, como en las elecciones que le dieron la mayoría absoluta a Juanma Moreno, en que "el voto útil es el PP": entre el temor a "tirar" la papeleta a un Ciudadanos que desaparece y a un Vox que no es alternativa de poder en ninguna Comunidad, Génova insistirá en concentrar en la papeleta de los populares "toda la fuerza para que el 28-M sea el principio del fin del sanchismo". Eso sí, el voto de Vox será imprescindible el 29 para matar 'el relato' del sanchismo.