La pretensión de Vox de cerrar la radiotelevisión pública valenciana, À Punt, tiene en el programa electoral del PP regional un obstáculo insalvable. Vox ha salpicado cada convocatoria electoral de ámbito autonómico con la exigencia de cerrar los medios de comunicación sostenidos con fondos públicos al entender que ese dinero debe ser destinado a otras cuestiones de mayor beneficio para los ciudadanos.

A un mes del 28-M Vox ha repetido ese esquema en la Comunidad Valenciana y ha exigido el cierre de À Punt: la heredera de la radiotelevisión pública valenciana (RTVV) que también fue cerrada por el entonces presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, tras un agrio y largo enfrentamiento con el comité de empresa del ente. Es el único caso de cierre de un medio de comunicación público en toda España y el PP aún purga por esa decisión.

La conmemoración del pasado 25 de abril fue la espoleta que desencadenó la petición del grupo parlamentario de Vox en las Cortes Valencianas. Alguna de las entrevistas emitidas para analizar la batalla de Almansa de 1707 –en la que se hablaba del País Valencià– era a juicio de los parlamentarios de Vox la demostración de que À Punt es "un desperdicio de dinero para todos y una máquina de adoctrinamiento separatista".

À Punt "es un insulto a todos los valencianos. Aprovechad lo que os queda en el convento, que os vamos a cerrarVox Cortes Valencianas

A través de una conocida red social el grupo parlamentario de Vox proseguía y lanzaba una clara advertencia al considerar a À Punt y a sus trabajadores "un insulto a los valencianos. Aprovechad lo que os queda en el convento, que os vamos a cerrar".

La postura tan radical al respecto del futuro de la actual radiotelevisión pública valenciana no ha encontrado eco en el PP. El programa electoral que presentó el pasado viernes Carlos Mazón deja claro que À Punt continuará en funcionamiento.

La principal premisa recogida en el texto del programa de los populares es que "queremos que los medios de comunicación públicos lo sean también en cuanto a su pluralidad. Queremos que todos, independientemente de sus posicionamientos, tengan cabida. Queremos que no haya exclusiones, vetos ni consignas políticas, que haya transparencia y que la veracidad en la información y los contenidos valencianos sean protagonistas".

El PP introduciría cambios

Y, en concreto, habla de que "convertiremos la televisión valenciana (À Punt) en un referente para el conjunto de los ciudadanos".

Eso sí, el PP plantea cambios en el funcionamiento de À Punt y considera que hay que trabajar para que "sea reflejo de la pluralidad del territorio valenciano, que pueda sentirla como propia cualquier ciudadano de norte a sur de la Comunitat".

Sacaremos a À Punt de las plataformas como Bon Dia TV 'de los territorios de habla catalana' creada por TV3 e IB3 y que tiene como propósito meter la cultura y producción valenciana como propia catalanaPrograma electoral PP valenciano

Incide en el siempre polémico tema de la alianza lingüística con otros territorios como Cataluña y Baleares donde el actual Ejecutivo de Ximo Puig ha puesto el acento. Frente a ello, el PP que encabeza Carlos Mazón advierte que si gobierna "sacaremos a À Punt de las plataformas como Bon Dia TV 'de los territorios de habla catalana' creada por TV3 e IB3 y que tiene como propósito meter la cultura y producción valenciana como propia catalana".

No se sabe si esta modificación, en caso de gobernar, serviría para que Vox rebajara su petición de cierre y se sumara a las simples modificaciones que plantea el Partido Popular. Por si acaso, desde Vox ironizan a preguntas de este medio que "el único partido que ha cerrado una televisión pública es el PP".

Eliminar la Conselleria de Transparencia

Donde sí parece que habrá acuerdo es en la decisión de cerrar la Conselleria de Transparencia. Vox tiene en la eliminación de algunos departamentos del Gobierno valenciano una línea roja de una hipotética negociación postelectoral con el PP.

Los populares, por su parte, también recogen esta circunstancia en su programa electoral y se comprometen a "eliminar la actual Conselleria de Transparencia por resultar absolutamente ineficaz y servil al Consell, que cierra los ojos ante cualquier irregularidad de los suyos".

Las competencias de este departamento del actual Ejecutivo de Ximo Puig quedarían adscritas a una "secretaría autonómica dentro de la Conselleria que ostente la competencia en materia de Administraciones Públicas".

El PP también propone reformar el actual modelo de funcionamiento y composición del Consejo de Transparencia que "no debe depender de la Conselleria a la que debe fiscalizar; debe volver al modelo en el que sus miembros no tengan sueldo de director general; la oficina técnica debe ser reforzada; y el número de miembros no puede limitarse a 3, sino que debe contar con un número igual al de grupos políticos de las Cortes Valencianas.