Miles de personas acuden diariamente a Lidl para hacer la compra y, los más curiosos, para ver si pueden volver a casa con algún utensilio o artículo de decoración. Infinidad de productos, alimentos y artículos de bazar, esto es lo que nos ofrece la empresa alemana que poco a poco se está convirtiendo en el supermercado líder a nivel nacional por encima de Carrefour, Mercadona o Alcampo.
Al ser una empresa que tiene tantísimos usuarios es normal que siempre se generen problemas técnicos y algún que otro percance con los alimentos. Sin embargo, el supermercado suele intentar solventar de manera inmediata todos las quejas de sus clientes y tratar de contentar a todas aquellas personas que tengan algún tipo de agravio. Es tal el nivel de influencia de sus usuarios que en infinidad de ocasiones, tras las quejas que se acumulan en su correo de contacto, han tenido que anunciar la retirada de algún alimento o producto estrella por fallos o aparición de algún objeto al abrir paquetes de cereales o latas de atún que nadie le gustaría encontrarse.
La mejor manera de conseguir una respuesta casi al momento por parte de Lidl es Twitter. La red social del pajarito se inunda diariamente de cuentas que publican tweets redactando sus quejas y, en algunos casos, adjuntado fotos que corroboran y confirman que las molestias no son fruto de su imaginación. Este es el caso de Fabián, el cual, ante la infinidad de mensajes de sus amigos y familiares que se han quedado mudos al abrir el catálogo de Lidl, ha tenido que recurrir a su cuenta de Twitter para poner una queja formal al supermercado alemán.
Fabián, un usuario de Twitter que reclama derechos de autor a Lidl
El problema erradica cuando ha abierto la revista de Lidl en donde suelen plasmar las ofertas de la semana y las novedades que durante los próximos días se apoderarán de las baldas de todas sus sucursales. En una de las páginas se anunciaba una promoción de una de sus bicicletas, un producto que suele gustar mucho a los usuarios debido a su precio muy económico y a la calidad del producto. En dicha fotografía aparecía un hombre que, tras frotarse varias veces los ojos, se percato que la cara le resultaba bastante familiar.
Y no es para menos, ya que si te metes en su perfil y comparas con la foto del folleto, la persona que sale en la bicicleta y su foto de perfil son casi idénticas. Ante tal sorpresa, Fabián escribió el siguiente mensaje: "Hola @lidlespana he visto esta foto en vuestro folleto y todos mis cercanos dicen que soy yo. La verdad que si no soy yo es de lo más parecido. ¿Cómo se puede saber la identidad? O saber de dónde habéis sacado la foto? #derechosImagen#ocu#consumidores".
Lidl, ante tal sorpresa, contesto a @tufac2 tratando de calmar el enfado del usuario de Twitter aclarando que "para poder gestionar tu consulta, necesitamos que nos facilites por privado tus datos de contacto (nombre completo y correo electrónico)". Pasadas unas horas, Fabián confirmó que ya había realizado el trámite necesario para que se solucione el percance y que tratasen de darle una respuesta a si la imagen que habían utilizado en su promoción correspondía a su persona o, por el contrario, simplemente es otro individuo con un parecido de lo más curioso.
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