En línea con el resto de organismos económicos que han revisado sus previsiones en las últimas semanas, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), eleva 4 décimas el crecimiento previsto para España este año, hasta el 1,7%. La mejor marcha de la economía en el último trimestre de 2022 explicarían esta revisión al alza respecto a las proyecciones realizadas hace cuatro meses, en noviembre del pasado año.
El Producto Interior Bruto (PIB) crecerá, según la OCDE, un 1,7% tanto este año como en 2024, lo que permitiría, por fin, recuperar los niveles prepandemia tras más de tres años por debajo. En todo caso, y también coincidiendo con el resto de organismos (FMI y Comisión Europea, entre otros) esta previsión continúa por debajo de la que tiene el Gobierno, quien mantiene que la economía crecerá un 2,1% este año.
Además, la subida generalizada de precios seguirá haciendo mella. Aunque también rebaja sus estimaciones de inflación media para ambos años (en seis décimas la de 2023 y en ocho décimas la de 2024), no espera tasas inferiores al 4% en ninguno de los casos. En concreto, fija su estimación en el 4,2% para 2023 y en el 4% para 2024.
De esta forma, mantiene a España como la gran economía de la UE con más inflación en 2024. El organismo internacional proyecta tasas más elevadas en Alemania, Italia y Francia para este año (del 6,7%, 6,7% y 5,5%, respectivamente) pero más bajas ya en 2024 (3,1%, 2,5% y 2,5%), en cierto modo, por el efecto 'base', es decir, por el hecho de haber sufrido este año una inflación menor.
La mayor influencia de la energía en otros países se percibe cuando se analiza la inflación subyacente, que excluye los precios energéticos y de los alimentos frescos. La de España se situará en el 5% en 2023, por encima de la inflación general y más alineada con las subyacentes de Alemania (5,7%), Italia (5,1%) y Francia (3,9%). En 2024, la subyacente de España (3,7%) también superará ya la alemana (3,1%), italiana (2,9%) y francesa (2,3%), según la OCDE.
Más subidas de tipos
En el medio plazo el Banco Central Europeo (BCE) espera que la inflación en la Eurozona se aproxime ya al objetivo del 2%. Los expertos del BCE prevén ahora que la inflación se situará, en promedio, en el 5,3% en 2023, un punto porcentual por debajo de sus anteriores previsiones. También mejora el IPC para 2024, con una tasa prevista del 2,9% frente al 3,4% de hace tres meses. Ya en 2025 se lograría una inflación media del 2,1%.
Por su parte, la OCDE es algo más pesimista con la evolución de la inflación en la zona euro: calcula que sufrirá una inflación promedio del 6,2% en 2023 y del 3% en 2024. En cuanto a la subyacente, el organismo calcula tasas medias del 5,2% y 3%, respectivamente. "La inflación general está disminuyendo, pero la subyacente sigue siendo elevada, sostenida por el fuerte aumento de los precios de los servicios, el incremento de los márgenes en algunos sectores y las presiones sobre los costes derivadas de la rigidez de los mercados laborales", advierte la OCDE.
En su opinión, "la política monetaria debe seguir siendo restrictiva hasta que haya señales claras de que las presiones inflacionistas subyacentes se reducen de forma duradera. "Siguen siendo necesarias nuevas subidas de los tipos de interés en muchas economías, incluidas las de Estados Unidos y la zona del euro. Dado el lento retroceso de la inflación subyacente, es probable que los tipos de interés se mantengan altos hasta bien entrado 2024", sentencia.
El Banco Central Europeo (BCE) ya anunció este jueves que mantiene su hoja de ruta pese a las amenazas de crisis financiera y subirá los tipos de interés en medio punto porcentual, llevando el precio del dinero del 3% al 3,5%, en máximos de octubre de 2008. Christine Lagarde, presidenta del BCE, ha reforzado el mensaje de que la institución hará "todo lo necesario para mantener la estabilidad" financiera y de precios en Europa.
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Yomismo
Estaba convencido que la OCDE era una organización internacional, y no un apéndice del PSOE.