La subida del euríbor a doce meses, el índice más usado en España para calcular las hipotecas a tipo variable, sigue imparable y roza ya el 4%, lo que supondrá un nuevo encarecimiento de las cuotas de los créditos. Y aunque no influye en el coste de los préstamos ya contraídos a tipo de interés fijo, sí encarece la nueva oferta de esos préstamos por parte de las entidades. Esto elevará el porcentaje de hogares que se consideran vulnerables por el Banco de España al representar las deudas financieras más del 40% de sus ingresos netos mensuales.
En concreto, el supervisor bancario estima que un aumento del euríbor a doce meses del entorno de 400 puntos básicos incrementa el porcentaje de hogares con deuda con carga financiera neta elevada en 3,6 puntos porcentuales con respecto a la situación anterior a la crisis, hasta el 14%. Si la subida alcanza los 500 puntos básicos, entonces el porcentaje de hogares vulnerables se eleva otras siete décimas, rondando el 15% (en concreto, el 14,7%).
El porcentaje de hogares con carga financiera neta elevada se calcula con respecto al total de hogares endeudados, que, de acuerdo con los datos de la Encuesta Financiera de las Familias 2020, la última disponible, representan el 57,1% del total. Según la Encuesta de Población Activa (EPA) del Instituto Nacional de Estadística (INE) en España había 19,2 millones de hogares a cierre de 2022.
De esta forma, los hogares endeudados y con una carga financiera elevada superan ya el millón y medio y seguirán creciendo si la subida alcanza los 500 puntos básicos. Es decir, que con la subida de tipos entre 500.000 y 600.000 familias entrarán en una situación financiera vulnerable, que se sumarán al millón que había ya antes de la crisis.
Menos de un 60% de los ingresos para vivir
La carga financiera neta (que se define como gastos por servicio de la deuda menos ingresos por intereses de depósitos entre la renta del hogar) se considera elevada si esa ratio es mayor a 40%. Este 40% es el máximo recomendado de endeudamiento total que pueda tener el hogar, incluyendo otras posibles deudas como el préstamo de un coche, la financiación de los estudios de los hijos, las compras a plazos o las cuotas de las tarjetas de crédito.
En definitiva, el BdE considera que una familia necesita disponer, como mínimo, del 60% de sus ingresos netos mensuales para poder comer, vestirse, pagar las facturas e, incluso, ahorrar. Y aunque los hogares han venido experimentando mejoras de sus ingresos desde 2021, en línea con la evolución del empleo, el fuerte aumento de la inflación se ha traducido en una caída del 5,6% de su renta disponible real en los nueve primeros meses de 2022, según el BdE. A esto se suma el repunte de los tipos de interés.
El supervisor bancario advierte también de que el efecto de la subida del euríbor será más intenso en los hogares endeudados de menor renta, que, por el mayor peso del consumo sobre la misma, también se ven más afectados por el aumento de la inflación. La Fundación de las Cajas de Ahorros (Funcas) también estima que el número de familias especialmente vulnerables ante el alza del euríbor se eleva a 260.000. Estas son las de rentas bajas y medias-bajas, que soportan cargas financieras proporcionalmente muy superiores a la media de familias endeudadas.
El Gobierno lleva más de un año tomando medidas para ayudar a los hogares a afrontar la actual crisis inflacionista, que ha resultado ser más duradera y persistente de lo previsto (en febrero la inflación volvió a crecer hasta el 6,1%). Sin embargo, sólo unos 7.000 millones de los 40.000 millones que gastará el Gobierno entre 2021 y 2025 en las ayudas frente a la crisis energética y la inflación están focalizadas en los hogares y empresas más vulnerables, según los cálculos realizados por el Banco de España.
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