Moncloa se agarra de nuevo al bote salvavidas de la Ley de Secretos Oficiales. En esta ocasión, para no dar detalles sobre el viaje en Falcon del presidente del Gobierno y su mujer para ir a un concierto de Joan Manuel Serrat el pasado diciembre. Pedro Sánchez utilizó esta aeronave militar para asistir al concierto del cantautor en Barcelona, el último de su gira. Vox registró una serie de preguntas escritas al Ejecutivo entre las que pedía el número de personas ajenas al Gobierno que acompañaron a Sánchez y su mujer en aquel vuelo. Moncloa ha evitado dar respuesta aduciendo que se trata de "información clasificada", tal como se pone de manifiesto en la respuesta escrita a la que ha accedido Vozpópuli.

"En virtud del Acuerdo del Consejo de Ministros de 28 de noviembre de 1986, en relación con la Ley 9/1968 de 5 de abril, reguladora de los Secretos Oficiales, y modificada por la Ley 48/1978 de 7 de octubre, tanto los informes sobre movimientos de aeronaves militares como los planes de protección de autoridades y pasajeros sometidas a la misma, y, en concreto, los informes y datos estadísticos sobre movimientos de fuerzas, buques o aeronaves militares, deben tratarse como materia clasificada con el máximo grado de protección", subraya el Ejecutivo en su escrito. Esta respuesta se ha convertido en el comodín del Gobierno cada vez que es cuestionado sobre el uso del Falcon vía pregunta parlamentaria o vía Portal de Transparencia.

A su vez, incide en que "los medios de transporte utilizados por el presidente del Gobierno son asignados con criterios de seguridad y protocolo". De esta forma se desquita el Gobierno de la solicitud de información de Vox, que también pedía conocer el nombre de los miembros del Ejecutivo que utilizaron dicho medio de transporte para acompañar al presidente al concierto. Los únicos acompañantes reconocidos del presidente y su mujer, Begoña Gómez, fueron, como adelantó The Objective, dos diplomáticos que trabajan en Presidencia: Jorge Mijangos, director del departamento de Protocolo en la Moncloa, y Victor Murcia, edecán (ayudante de campo).

Cabe recordar que el vuelo del Falcon entre Madrid y Barcelona generó, como adelantó Vozpópuli, tanto consumo de combustible como el de tres españoles en un año, 1.041 litros.

El partido de Santiago Abascal considera el uso del Falcon para tales menesteres un hecho de "extrema gravedad", aunque "no supondría una excepción en la política de viajes personales de Pedro Sánchez, puesto que el actual presidente ya utilizó antes estos medios de transporte de titularidad estatal. De hecho, Sánchez es el presidente de la democracia española con más vuelos acumulados en este tipo de aeronave". La utilización del avión privado para trayectos cortos, existiendo alternativas menos costosas para el erario público como el tren de alta velocidad, es para Vox "síntoma de la desconexión de la realidad en la que vive Pedro Sánchez".

Para asistir al concierto, además del Falcon (que realizó el trayecto en 45 minutos), Sánchez tuvo que utilizar el helicóptero Súper Puma del Ejército del Aire, con base en Cuatro Vientos, para su traslado hasta Torrejón de Ardoz, donde ya tomó el avión privado. Durante la velada estuvo acompañado del ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, del de Universidades, Joan Subirats, y del de Cultura, Miquel Iceta, y de la plana mayor del Partido Socialista de Cataluña (PSC), encabezada por Salvador Illa.

Feijóo limitará el uso del Falcon

El uso desmedido de esta aeronave militar por parte del presidente del Gobierno no ha dejado de generar reproches en la oposición. El Falcon es una herramienta pensada para vuelos trasatlánticos que Sánchez utiliza a discreción para trasladarse por España. Es más, en ocasiones hace coincidir actos institucionales con mítines del PSOE para justificar el uso de la herramienta, lo que ha despertado también todo tipo de críticas en el Congreso.

El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, ha prometido poner coto al polémico uso del avión Falcon si llega a la presidencia del Gobierno. En concreto, se ha comprometido a no utilizar este avión oficial para ningún acto político de su partido si llega al Palacio de la Moncloa y ha avanzado que sus ministros tendrán que seguir un protocolo que delimite su utilización. "Yo no voy a utilizar el Falcon para hacer un solo acto político de mi partido", ha garantizado.

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