En los mercados financieros nada está descartado, porque el riesgo es inherente a la volatilidad, y más en los tiempos que corren. Pero si alguien nos hubiera dicho que a estas alturas del año el Ibex 35 estaría ganando un 13,4% con todos sus valores en positivo, no todo el mundo se lo hubiera creído y mucho lo habrían firmado tras un 2022, más que convulso y turbulento y sus recortes del 5,5% para nuestro principal indicador bursátil.
Desde los mínimos marcados cuando comenzó el confinamiento por la pandemia en los 5814,50 puntos, el Ibex 35 recupera un 61% en el mercado, aunque no ha logrado recuperar niveles previos de febrero, superando los 10.000. Pero en ello está claramente. Y sus máximos desde febrero de 2020, cosechados el pasado viernes en los 9.363 puntos intradía presentan un panorama mucho más halagüeño de lo esperado por los analistas en este ejercicio.
Es decir, se coloca en máximos de los últimos tres años, con esta evolución: subidas semanales del 2,26% y del 4,65% en el mes. Ya en el trimestre, sus ganancias superan el 14,83% mientras que, en lo que va de año, la subida es del 13,4%. En interanual, también el saldo es favorable con ganancias del 8,65%, tal y como nos indica este gráfico de BME.
No estamos hablando de un avance espectacular, ni de una recuperación vigorosa, pero, hasta este punto, la incertidumbre que por ejemplo se ha vivido al otro lado del Atlántico en lo que va de año, donde vemos como el Ibex 35 supera al Dow Jones y dobla incluso la progresión anual del S&P 500, que parece atascado en redundando la cota que preveían los expertos para todo el año en el indicador, los 4.000 puntos.
En un breve repaso de lo que ha ocurrido recordemos que el Ibex cerraba enero con sus mejores niveles registrados en nada menos que 22 años. Y es que desde 2001 no se registraba una evolución del 9,78%, solo superada entre los grandes de Europa por el FTSE Mib italiano y ligeramente por debajo de la evolución del Nasdaq.
Y si nos adentramos en febrero, comenzaba cerrando su quinta semana consecutiva al alza y lo cierto es que, desde ese recorrido hasta ahora, hemos visto como su camino se ha lateralizado, cortando en la segunda semana de febrero su racha alcista, tras registrar su mayor caída del año. Pero el cierre en positivo de la última semana y, como indicábamos sus máximos del viernes, le han permitido seguir marcando una de las mejores trayectorias europeas.
En cuanto a valores, no todos los inversores estarán contentos con la evolución de sus valores, pero ninguno puede quejarse de su retroceso, ya que, como señalaba, ninguno se mueve en negativo en lo que va de año, una rara avis en los tiempos que corren. Destacan Banco Sabadell con un 37% arriba, con un liderazgo a cuenta del impulso refrendado tras sus resultados, superando el 16% en dos jornadas que además se ha ido prolongando.
Indicadores técnicos de fuerza
Pero la resiliencia de los valores turísticos, como IAG (Iberia) y Melia Hotels, con un 35 y un 33% respectivamente, también permanece, desde principios de año en esos primeros lugares. Tal y como sucede con un reverdecido Grifols A al que las recomendaciones primero y el plan de ahorro de costes después han elevado hasta el top4 del selectivo con ganancias del 28%.
Y como hemos dicho, los bancos vuelven a ser los grandes protagonistas, pero esta vez, los más grandes como Banco Santander y BBVA cierran el cuadro de honor del Ibex, con ganancias respectivas del 25 y el 23%.
En la parte baja, las energéticas, con Iberdrola, Redeia (REE) Solaria y una Repsol en horas más bajas, todas ellas, superadas por el ciclo, pero con tendencia anual positiva.
Cuadro de Mando Feb23: Los mercados siguen fuertes a pesar del entorno
Y, ¿qué puede pasar a partir de ahora? De momento la inflación que no cesa sigue siendo el gran quebradero de cabeza global: en Estados Unidos los miedos van subiendo de grado, aunque es curioso que parecen afectar más a la economía general que a las tecnológicas, de nuevo con el miedo a subidas más intensas de los tipos por parte de la Fed.
Aunque en la eurozona, Christine Lagarde, la presidenta del BCE refrenda nuevas subidas de tipos de cuantía, los datos económicos, aunque escasos en cuantía de crecimiento, mucho mejores de la recesión casi descontada, mejoran el ambiente y alejan una potencial aversión al riesgo.
Pero con mucha cautela porque, aunque la temporada de resultados, récord para algunos bancos y en general positiva, si vislumbra el escaso crecimiento previsto para 2023 con elevada inflación y guías de beneficios más comedidas para los próximos trimestres.
Desde IG el analista Diego Morín destaca que “El IBEX 35 ha roto una directriz muy importante por encima de los 8.500 puntos que nos ha llevado, semana tras semana, a máximos. Por tanto, el objetivo en el corto plazo, si consiguen consolidar los 9.300 puntos, son los 9.500. Creo que ese puede ser uno de los objetivos que ya nos situaría en niveles de febrero o marzo del año 2020 previo a toda la caída que se originó con el Covid-19. Por la parte baja, los 9.050 puntos o los 9.000 puntos pueden ser el soporte claro que tenga el selectivo”.