Economía

Los españoles cobran pensiones contributivas durante una media de 18 años

El alta de los nuevos pensionistas se produjo el pasado año con una edad media de 61,6 años y la baja definitiva, con 79,3 años

  • Un jubilado descansa en un banco de Madrid.

En España, a 1 de diciembre del pasado año, había en la nómina de la Seguridad Social 9.053.550 pensionistas, que cobraban 9.994.836 pensiones, a razón de 1,1 pensiones por cada uno de ellos, de acuerdo con los últimos datos recogidos por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS). Al Estado le costó abonar estas nóminas el último mes de 2022 un total de 10.943 millones de euros, la cifra más alta de la historia del sistema público hasta el momento.

La edad media del pensionista tipo español es de 71,6 años. Cerca de 73 años en el caso de las mujeres y 70,4 años en el caso de los hombres. Pero ¿cuánto tiempo permanece cobrando algún tipo de pensión contributiva una persona en España? No existe una estadística específica que dé respuesta a esa pregunta.

Se puede hacer una aproximación teniendo en cuenta los datos de la edad de alta de los nuevos pensionistas y la de baja definitiva de los antiguos beneficiarios. Con los datos de cierre del pasado ejercicio, la edad de las personas que se dan de alta y, por tanto, comienzan a percibir una pensión contributiva en cualquiera de sus diferentes modalidades es de 61 años y 7 meses; las bajas se realizan, como media, con una edad de 79 años y 4 meses. Conclusión, los españoles cobran al menos una de las variedades de pensión contributiva durante un periodo medio de 17 años y 8 meses. Un dato que  ha permanecido prácticamente inalterado desde 2015.

Los últimos datos pormenorizados corresponden al mes de noviembre de 2002. Ese mes se produjeron 45.803 altas iniciales, con una edad media de 61,5 años (63,4 en el caso de las mujeres y 59,5 años en el de los hombres), y 28.822 bajas, con una edad media de 79 años (81,7 en el caso de las mujeres y 76,6 en el de los hombres).

Según el propio INSS se considera que un pensionista causa alta inicial “cuando percibe por primera vez una pensión del sistema de la Seguridad Social”. No se incluyen aquí las rehabilitaciones, es decir, supuestos en los que el pensionista es titular de una pensión suspendida que se rehabilita. Un pensionista causa baja definitiva “cuando deja de percibir, previsiblemente de forma definitiva, una pensión del sistema, como por ejemplo por fallecimiento”. Hay algún otro tipo de bajas, pero su número no llega a representar siquiera el 0,5% del total.

En el sistema público de pensiones hay cinco tipos de pensiones contributivas, entendiendo como tales, las prestaciones económicas, con duración indefinida, generalmente vitalicia, cuya concesión depende del cumplimiento de una serie de requisitos y de la existencia de una relación jurídica previa con la Seguridad Social, como haber estado afiliado al sistema y haber cotizado durante un periodo mínimo. En definitiva, su cuantía depende de las aportaciones que haya hecho el trabajador durante el periodo que se fije en cada momento.

Pensiones de jubilación

De acuerdo con las últimas cifras publicadas por el Ministerio de Inclusión y Seguridad Social, a cierre del pasado año cobraban en España una pensión de jubilación un total de 6,18 millones de personas; más de 1,56 millones, una pensión de viudedad; alrededor de 945.000 personas, una pensión de incapacidad permanente; 324.000, una pensión de orfandad y poco más de 44.100, una pensión de favor de familiares.

Las pensiones que más pronto se empiezan a cobrar son, lógicamente, las de orfandad. Hay casos en  que se perciben con menos de cuatro años, aunque el grueso de las mismas se da entre los 15 y los 24 años. Su importe medio es de 452 euros mensuales. La edad media de los perceptores es de 35 años. Las segundas más precoces son las de “favor de familiares”. Los primeros cobros se realizan entre los 10 y los 14 años, aunque las mayores cifras se corresponden con la franja de entre 55 y 65 años. La cuantía media asciende a 667 euros mensuales.

Las pensiones se incapacidad permanente se empiezan a cobrar entre los 15 y los 19 años. La edad media de sus perceptores es de 55 años y la cuantía media, de 1.053 euros mensuales, según la última nómina del mes de diciembre. Las de viudedad comienzan a partir de los 20 años, aunque casi las dos terceras partes de los beneficiarios se concentra a partir de los 75 años. El 90% de las pensiones de viudedad es percibida por mujeres.

Las primeras pensiones de jubilación se registran entre los 45 y los 49 años, aunque su cifra no deja de ser testimonial y corresponde a las pensiones más altas, por encima de los 2.300 euros mensuales. Es a partir de de los 65 años cuando se produce el grueso de las altas en el sistema general. En la actualidad, cerca de un 25% de los beneficiarios tiene más de 80 años.

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