Los madrileños tienen colchón suficiente para afrontar la crisis de precios que se mantendrá en 2023. La Comunidad de Madrid acapara casi 400.000 millones de euros en depósitos, el 26,2% del total, con lo que los cerca de 7 millones de madrileños se posicionan como los más beneficiados por las subidas de los tipos de interés en Europa. De hecho, el ahorro de esta comunidad casi duplica al dinero que custodian los catalanes.

El Banco Central Europeo (BCE) acaba de incrementar el precio del dinero al 2,5% y proyecta nuevas subidas "significativas", de al menos medio punto porcentual, en las reuniones prevista para febrero y marzo. Este endurecimiento de la política monetaria tendrá efectos sobre las hipotecas, con el euribor por encima del 3%, pero también traerá buenas noticias para los más ahorradores.

De momento, los grandes bancos, como Santander, BBVA, CaixaBank y Sabadell, se resisten a pagar por los depósitos, el producto tradicional de ahorro para los más conservadores que ha desaparecido de los escaparates de las oficinas bancarias desde hace casi una década. Aunque la presión del BCE y de los propios clientes acabarán arrastrándoles a remunerar por el pasivo, como señalan fuentes próximas a los bancos.

La Comunidad de Madrid duplica el ahorro captado en Cataluña, que recuperó la fuga de dinero provocada por el desafío soberanista del 1-O de 2017"

Los madrileños llevan años distinguiéndose como los grandes ahorradores en España. Una posición que reforzaron tras la pandemia. Pasaron de atesorar una media de 350.000 millones en los años previos al Covid a custodiar cerca de 400.000 millones. Según los últimos datos del Banco de España, correspondientes al tercer trimestre de 2022, la región madrileña conserva 393.551 millones en depósitos, a una gran distancia de los catalanes.

Cataluña es la región inmediatamente perseguidora, pero con un ahorro de unos 215.000 millones. Esta cantidad supone el 14,3% del total de los depósitos en España, niveles similares a los que mantenía antes del desafío soberanista con el referéndum ilegal del 1 de octubre de 2017.

Presión del Banco Central Europeo

Tras la última subida de tipos el 21 de diciembre, el Eurobanco elevó al 2% la facilidad de depósito, que es la tasa que fija el interés que los bancos reciben por guardar su dinero a un día en el BCE. Alcanzará así un nivel, descontado, el diferencial lógico que aplican las entidades a sus clientes, que permitiría remunerar los depósitos con alrededor el 0,5%, según fuentes financieras.

A estos tipos, los madrileños podrían ingresar casi 2.000 millones de euros en intereses, que daría más colchón para afrontar la crisis de precios. La inflación ha dado un respiro desde el techo del 10%, pero aún se mantiene cerca del 7%. De hecho, el Banco de España augura un "periodo prolongado" de inflación y pronostica un nivel peligrosamente alto para 2023: del 4,9%. Un golpe en los bolsillos que se puede sufragar en parte con los depósitos, que, no obstante, no sería suficiente para compensar el aumento de precios.

Y en este punto es en el que los banqueros defienden que recuperar el tradicional producto de ahorro no sería la panacea para batir la inflación. Las entidades se decantan por los fondos de inversión, que ofrecen mayores rentabilidades con algo más de riesgo, pero que también les generan jugosas comisiones.

El sector, muy soliviantado por el 'impuestazo' que aplicará Pedro Sánchez a partir de 2023 sobre los ingresos de este año, teme que el Ejecutivo pueda abrir un nuevo frente por la baja rentabilidad de los depósitos, como ya deslizó para rebatir los argumentos del BCE contra la nueva carga fiscal.