Ha lanzado avisos en las últimas semanas contra decisiones tomadas por el Gobierno de coalición pero, finalmente, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, se ha rebelado contra el Ejecutivo tras la reforma de los delitos de sedición y malversación. "Es un momento muy difícil, un traje a medida de los delincuentes", ha señalado este martes. Según el dirigente autonómico, los delincuentes no están arrepentidos, sino marcando su hoja de ruta hacia la independencia: "Están imponiendo sus condiciones al Estado".
En una rueda de prensa en Ocaña (Toledo), tras la reunión del Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha, Page se ha mostrado "muy contrario" al acuerdo entre el PSOE y ERC para eliminar el delito de sedición y rebajar el de malversación. Ha señalado que "no es tolerable pactar con los delincuentes su propia condena" y que el Código Penal no se puede hacer "a la medida de los culpables".
Así, se ha mostrado muy férreo en su crítica contra las decisiones adoptadas por el Ejecutivo, asegurando que este es un "momento grave" y "muy difícil" para la política española, "de los que quedan grabados en la retina colectiva". "Sí, es un momento duro que me duele como español y como militante, aunque no sea una decisión orgánica. Le hablo como presidente de comunidad autónoma, en el rango de absoluto afectado", ha agregado.
"Me importa que nos tomen por tontos", ha espertado para añadir que se muestra contrario, siendo "muy coherente" con lo que escuchó al Gobierno de Pedro Sánchez tiempo atrás, "antes de las elecciones".
La mayor parte de lo que veo, lo veo por los titulares de prensa. Ver que un Código Penal se pacta en dos cafés en el último minuto sin informe jurídico, vulnera los cinco años que invertí en mi carrera de derecho", ha dicho.
El socialista ha destacado que, como presidente autonómico, presentará una iniciativa legislativa que impida la posibilidad de hacer ningún tipo de consulta que afecte al conjunto de los españoles si no hablan todos los españoles, ya que "no puede salir nada bueno de una medida tan injusta para el resto de los españoles". "Si se habla de la soberanía nacional, hablamos todos", ha dicho.
Page no quiere explicaciones
Para García-Page, no hace falta que le expliquen lo que está pasando, "ni siquiera a toro pasado, con reuniones que no servirán para nada". "La mayor parte de lo que veo, lo veo por los titulares de prensa. Ver que un Código Penal se pacta en dos cafés en el último minuto sin informe jurídico, vulnera los cinco años que invertí en mi carrera de derecho", ha dicho.
Pero "el 95% de los españoles saben lo que está pasando, lo entiende Junqueras, lo entiende Aragonés y lo entiende Puigdemont". "Básicamente es lo que parece. ¿O nos vamos a equivocar todos los españoles? No hombre, no", ha abundado.
Esta época empezó "un 1 de octubre", y ahora quienes los que celebran son los del segundo 1 de octubre. La realidad es, para el presidente, que lo lamenta "mucho, en la forma y en el fondo".