El 'fichaje' del marido de la ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, trae nuevas pistas de su opacidad. Tal y como informa 'El Mundo', Patrimonio Nacional no dio detalles básicos a los otros candidatos que se presentaron al puesto directivo de "coordinador de estrategia comercial y márketing" en el organismo, algo que los competidores de Ignacio Manrique de Lara, el cónyugue de la ministra, reclamaron. Entre estos datos básicos para postularse al puesto no había recogidos ni el salario, ni las condiciones laborales, ni la fecha de resolución. Tampoco, y muy importante, la puntuación obtenida de los aspirantes ni sus nombres.

La resolución del proceso de selección se supo, de hecho, tras hacerse público el documento firmado por la presidenta de Patrimonio Nacional, Ana de la Cueva, quien fue ex mano derecha de la ministra de Asuntos Económicos y ahora lidera la institución. Se trata de una falta de transparencia necesaria en este tipo de selecciones, en las que se requiere garantizar unos requisitos mínimos de competencia justa que asegure la equidad en el sistema de elección de cargos para las instituciones públicas.

Los otros candidatos intentaron obtener más información sobre el puesto al que aspiraban para adecuarse al máximo a los criterios pero Patrimonio Nacional hizo oídos sordos a sus solicitudes por email. El organismo depende directamente del Ministerio de la Presidencia y cuya labor implicar gestionar los bienes históricamente vinculados a la Corona de España cuya representación actual recae sobre Felipe VI y su familia.

La convocatoria instaba a que, si algún aspirante tenía dudas sobre el proceso, se dirigiera a un departamento específico para comunicar su inquietud, algo que algunos de ellos hicieron con la sorpresa de que Patrimonio seguía sin concretar aspectos de gran importancia en sus respuestas. Por ejemplo, el organismo respondía con relativismo a la hora de contestar cuáles eran los plazos de resolución de la convocatorio y para el sueldo se remitía a la normativa que regula estos puestos sin acabar de aclarar de qué cifra se trataba.

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