La distancia entre el Gobierno y el PP para retomar las negociaciones para renovar el Consejo General del Poder Judicial es casi insalvable. En este punto, con uno de los poderes del Estado envuelto en una crisis institucional sin precedentes, Moncloa, según fuentes gubernamentales, rechaza la posibilidad de recurrir al Rey Felipe VI para que sirva de interlocutor y medie con el fin de desencallar un conflicto con visos de cronificarse.
Cabe recordar que la Monarquía parlamentaria es un ente subordinado y un poder moderador sin funciones ejecutivas, pero el jefe del Estado, pese a la neutralidad a la que se debe mandatado por la Constitución, tiene potestad para propiciar con el mero diálogo el entendimiento entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo. Pero no entra en los planes de Moncloa utilizar al Monarca para tal fin. Por si hay alguna duda, el artículo 56 de la Constitución lo pone negro sobre blanco: "[El Rey] arbitra y modera el funcionamiento regular de las instituciones".
No obstante, la carta del Rey, según precisan fuentes de Moncloa, es una baza que el Gobierno se guarda más para la política exterior, ya que Felipe VI asume la más alta representación del Estado en las relaciones internacionales y sus actos deben contar obligatoriamente con el refrendo del presidente del Gobierno o del ministro de turno competente. De manera que Felipe VI juega en un marco delimitado, pero con relativa capacidad de maniobra.
Toda la presión para el PP
Lo cierto es que el Gobierno trasladó este lunes toda la presión al PP al sopesar retomar la rebaja de las mayorías para renovar el Poder Judicial. Moncloa espera que sea Génova el que mueva ficha para desencallar el asunto. El Ejecutivo, ante la grave situación de crisis en la que se encuentra el Poder Judicial, no descarta ninguna opción. "Vivimos una situación anómala y antidemocrática. El Gobierno se mantiene: el cumplimiento de la Constitución no admite chantajes", zanjó la ministra portavoz, Isabel Rodríguez.
Además, fuentes gubernamentales niegan la versión del PP que haya un compromiso, tanto por palabra como por escrito, del ministro de Presidencia, Félix Bolaños, de que no se tocaría el delito de sedición. Según el relato de los populares, Bolaños dijo que tal reforma del Código Penal "no era noticia". Pese a todo, el Gobierno recalca que no piensa entrar en esa "provocación".
Moncloa taladra el mantra de que Feijóo no es líder de nada
En el Ejecutivo no van a invertir ni un segundo en inflar lo que consideran una "excusa" del PP, la de la reforma de la sedición, que no tiene novedad alguna, como zanjó este lunes la propia portavoz: "El Gobierno tiene su compromiso, expresado durante la investidura. Y no hay más novedad". Eso sí, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ya se mojó recordando que la homologación de las penas del delito a estándares europeos era un compromiso personal suyo. Y, como adelantó este diario, Moncloa y ERC llevan tres años intercambiando documentos sobre la posible reforma de la sedición para la que el Gobierno sigue sin ver mayoría posible en la Cámara Baja.
El núcleo duro del presidente está convencido de que los votantes del PP no aplauden la decisión de Feijóo. En Moncloa no se creen algunas encuestas publicadas en medios de comunicación que reflejaban que el 80% de los votantes populares rechaza los pactos con Sánchez. El argumento que esgrime el Gobierno es que el PP es un partido conservador de orden, y por tanto, no ven con buenos ojos que Génova esté rompiendo el orden institucional. La rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este lunes sirvió para que el Ejecutivo repita hasta la saciedad el mantra de que el líder del PP es rehén de la derecha más reaccionaria. Esa es la batalla ahora; el gran mensaje de una campaña electoral que no tiene marcha atrás hasta las elecciones generales.
¿Quieres participar en la conversación?
valdeves
Que pesadez de partido el PSOE. El que tiene que negociar es el presidente de gobierno y para eso se puso que la votación fuera por tres quintos, ya que cualquier presidente con mayoría absoluta podría haber nombrado los jueces sin oposición. En toda negociación cada uno pone sus cartas y todos tienen que ceder, al igual de cada uno pone una serie de líneas rojas. En cuanto no creen en las encuestas por supuesto ellos solo creen en las de tezanos que están cocinadas y horneadas al máximo, ya que es imposible que el resto de las encuestas den como resultado uno diferente a las suyas. Si se le ocurre modificar el sistema de elección como pretende podemos irnos preparando ya que podemos decir HASTA LUGO LUCAS a recibir mas fondos ya que los actualmente concedidos ya tiene sus sospechas en Bruselas con lo que no nos darían más. LO QUE TIENE QUE HACER ES DIMITIR Y CONVOCAR ELECCIONES JUNTO A LAS MUNICIPALES Y AUTONÓMICAS PARA EVITAR GASTOS Y MARCHARSE A LA INTERNACIONAL SOCIALISTA QUE PODRÁ SEGUIR LUCIENDO PALMITO
AALICANTINA
Mayoritaria no...¿ Habéis conseguido algo con tantas manifestaciones por toda España ? No ha pasado nada. La Oposición es mucha efervescencia en las calles y ni una sola Proposición, sólo , hay que "ECHAR A SANCHEZ", Como si Sánchez no hubiese sido elegido por las Cortes..
marqueslinchado
¿Por qué será que las palanganeras del autócrata siempre confunden democracia con autocracia? ¿No te acuerdas de las Cortes franquistas, Charo?
agapito el viejo
Sanchez se cre el Rey, y como dijo el Rey Sol "el estado soy yo"
Pontevedresa
La cuenta-cuentos del gobierno aprovecha la comparecencia después del Consejo de Ministros para insultar al PP y decir esa perogrullada de que si Feijoo puede ser presidente del PP o no tiene categoría. La que no la tiene es ella, tan mona, tan puestecita y con una lengua viperina. Serán los afiliados los que dirán quien tiene categoría, no ella. El Psoe en su sucia línea, o dices amén a lo que a mi me da la gana o eres..... y empieza una larga retahila de insultos y descalificaciones. El Psoe no es demócrata como demuestra a diario.
[email protected]
Si en Galicia no hay manifestaciones es por que son Gallegos en la afección peyorativa de la palabra porque si no no se entiende. Galicia no es un lugar diferente y sino que se lo cuenten a los de las granjas de ordeño que bien les va y me imagino que a los demás igual.
Wesly
Pedro Sánchez pretende hacerse con el control de todas las instituciones teóricamente independientes del Estado, Fiscalía, Poder Judicial, RTVE, CIS, etc., evidenciando su vocación totalitaria. De la mayoría de instituciones ya se ha apropiado a base de colocar a sus peones más sectarios al frente, como el CIS o la Fiscalía (la fiscalía de quién depende, eh, de quién depende). Para hacerse con el control de Poder Judicial se dedica a las maniobras más sectarias, impidiendo que el Supremo pueda nombras jueces de jurisdicción, pero permitiendo que sólo pueda nombrar a los 2 jueces del Constitucional. Sectarismo puro y duro. Además pretende que el PP valide que Conde Pumpido (antiguo fiscal general con el PSOE y dispuesto a ensuciarse la toga con el polvo del camino) presida el Constitucional, sin comprometerse a devolver la elección de los jueces al sistema previsto en la Constitución (que Europa quiere recuperar), que el PSOE cambió en 1985 para politizarlo al máximo. El PSOE de Pedro Sánchez tampoco quiere que el Rey ejerza sus funciones constitucionales. Lo dicho, la vocación totalitaria del PSOE de Pedro Sánchez es pública y manifiesta.
marqueslinchado
Charo, tómate la pastilla y el veneno.
[email protected]
Señor Galego el Lamborghini, el Lamborghini, no patine en algo tan básico que para patinar ya esta el 99% de su masa encefálica.
Zasguey
Voçe vai comer merda
NormaDin
¿ Cómo que la monarquía parlamentaria es un ente subordinado sin capacidad de maniobra? Dónde o quién lo dice ? Pues con qué medios va a ejercer sus funciones constitucionales de arbitraje y mediación para el funcionamiento regular de las instituciones. De hecho, en este lacerante asunto ya tendría que haber actuado el Rey, poniendo los puntos sobre las íes y dirigiéndose a las instituciones concernidas, singularmente a la presidencia de cada una de las cámaras parlamentarias estatales.