Sevilla ha sido este sábado el epicentro de la nostalgia socialista del país. El PSOE ha celebrado por todo lo alto el 40 aniversario de su primera victoria electoral. 'Bienvenidos', de Miguel Ríos, ha calentado la llegada del expresidente Felipe González y del hoy jefe de Moncloa, Pedro Sánchez, los dos grandes reclamos del cartel.

Pero la verbena socialista se ha quedado sin ver al otro artífice del éxito de 1982: Alfonso Guerra, quien lamentó no haber sido invitado oficialmente. El propio González le ha extrañado: "Trato de buscar, y lamento no conseguirlo, a este personaje singular que levantaba mi mano en la ventana del Palace", ha espetado. También se han quedado en casa ocho de los nueve presidentes autonómicos del partido. Solo el extremeño Guillermo Fernández Vara se ha dejado ver en la capital andaluza.

El presidente del Gobierno se ha abrazado al tirón de Felipe González, valorado positivamente por tres de cada cuatro españoles, para conectar el legado del histórico dirigente socialista con su presente y futuro en Moncloa. El PSOE concentró a 4.000 personas, según fuentes del partido, en el palacio de congresos sevillano. El acto ha sido, sobre todo, una loa a los gobiernos de González y su proyecto de transformación de España, pero también un diálogo de Sánchez con el futuro, con los jóvenes.

No por casualidad, ha sido el hoy líder del PSOE quien ha dado respuesta en un vídeo proyectado en el auditorio a un joven que ha aguado la fiesta a base de proyecciones sombrías en forma de inflación, "el peor de los impuestos" como ha advertido González, que se ha comido un 10% de la renta de los españoles. Quienes no se han querido perder el cónclave han sido la mayoría de ministros socialistas del Ejecutivo: María Jesús Montero, Diana Morant, Félix Bolaños, Pilar Alegría, Isabel Rodríguez, Teresa Ribera, Miquel Iceta, Fernando Grande-Marlaska, Pilar Llop y Luis Planas.

El recado al PP por el CGPJ

Sánchez no ha querido dejar pasar la oportunidad de mandar un recado al PP, apoyado también por González, por romper las conversaciones con el Gobierno para renovar el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El líder socialista ha lamentado que los populares sean rehenes de la derecha mediática más reaccionaria una vez más. "El nuestro es un partido libre de presión de cualquier grupo, por muy grande que este sea y a esos poderes e intereses que, como hemos visto estos días tienen atrapados a otros partidos, les decimos que el PSOE es un proyecto autónomo, que sirve a la mayoría social de España, nunca a la minoría privilegiada. La Constitución se debe cumplir de pe a pa, todos los días del año, se esté en el gobierno o en la oposición".

Antes, González también le ha dado un tirón de orejas a Alberto Núñez Feijóo: "Si a alguien no le gusta la ley, tiene derecho a cambiarla, pero primero se cumple". El expresidente se refería, de manera velada, al método de elección de los vocales del Poder Judicial, una de las obsesiones del líder popular. Y es que el jefe de Génova está empeñado en cambiarlo para dar más peso a los jueces.

Los socialistas señalan que el PP está poniendo en riesgo la estabilidad del Estado mientras que para el PP es precisamente el PSOE el que está dispuesto a derruir los cimientos del sistema por su cambio de posición en lo relativo a la reforma del Código Penal para rebajar las penas del delito de sedición. Todo un guiño a los líderes del procés huidos de la Justicia española.

De aquellos polvos...

González, que se ha autodenominado abuelo de 80 años, se ha dirigido a los jóvenes: "Les digo que nos define la lucha por la igualdad, que es permanente y vuelve a estar en crisis tras tres crisis consecutivas". El 'padre' del socialismo contemporáneo español ha contado la historia de cómo su partido y su gente puso en marcha el país para enviarlo al siglo XXI: sanidad universal, educación, telecomunicaciones, energía y agua.

El retrato de país que ha dibujado González era en color, pero con los ojos de 2022 parecía en blanco y negro. González ha recordado que mucha de su España, en 1982, no tenía teléfonos ni capacidad para encender un hornillo ni tan siquiera agua corriente al abrir el grifo. Esos eran los retos de entonces. "Tenéis que comprender de dónde venimos para tener sentido de la orientación, para que sigamos construyendo futuro", ha lanzado el expresidente.

Sánchez ha recogido el testigo de todo lo que hizo González y se ha erigido en el conductor de España hacia la modernidad y la plena integración europea. De hecho, el presidente, recién elegido líder de la Internacional Socialista, ha hecho gala de sus habilidades exteriores y ha logrado que el canciller alemán, el socialdemócrata Olaf Scholz, y la presidenta danesa, la también socialdemócrata Mette Frederiksen, se hayan dirigido al PSOE para felicitarles por el aniversario. El canciller de Alemania, además, ha tenido un especial gesto con González, a quien ha expresado su admiración: "Compañeros, compañeras, pero sobre todo estimado Felipe. Para mis compatriotas, tú eres y siempre serás la cara de la democracia española".

PSOE, ¿igual a Europa?

Precisamente, Pedro Sánchez ha destacado que el PSOE es el partido que más se parece a España y a Europa: "Somos el partido que encarna los valores europeos. Somos socialistas a fuerza de europeístas. Hoy España no es el problema, pero Europa es más que nunca la solución", ha espetado el presidente del Gobierno recogiendo la estela de su colega González, que se ha reido de las reticencias que durante su etapa como presidente hubo con la adhesión de España a las Comunidades Europeas.

El líder del PSOE recurrió una cita, producto de un malentendido entre el líder chino Zhou Enlai y el expresidente de Estados Unidos Richard Nixon para valorar la importancia histórica de la victoria de Felipe González: "Esto no es una broma, es en serio. Al parecer el americano le preguntó al chino qué le parecía la Revolución Francesa y el presidente chino respondió que todavía no había pasado el suficiente tiempo para tener un juicio claro. Seguramente Enlai tenía razón, porque los actos del pasado continúan teniendo efectos en el presente y en futuro como estamos compartiendo hoy la victoria de hace 40 años", ha arrancado Sánchez. Esa cita sirvió para mitificar la sabiduría oriental. El problema es que el político chino creyó que se le estaba preguntando por las revueltas de mayo del 68, de cuatro años antes, como desveló un funcionario del Departamento de Estado estadounidense.

Tras el lío con la cita falsa, Sánchez ha cerrado su intervención remarcando que la victoria de 1982 "sigue ejerciendo su influencia en la historia de España y lo seguirá haciendo por mucho tiempo". "Nosotros, los españoles y españolas del presente, somos la feliz consecuencia de aquella victoria, y la mejor forma de agradecerlo es seguir impulsando aquel proyecto de libertad, prosperidad y justicia social para España, para Europa y para el mundo. ¡Gracias, Felipe!.

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