No tan solo no había ni un solo papel por recoger al final del evento. Es que, además, los asistentes fueron respetuosos, alegres, no hubo ni un solo incidente y la numerosa dotación de la policía destinada allí por Marlaska, no fuera caso que los de Abascal decidieran volver a dar la vuelta al mundo y combatir al pérfido corsario inglés, nada tuvo que hacer. Puestos de comida, información, bebida, parrillas en las que la panceta olía que quitaba el sentido, paellas, en fin, algo repulsivo en un país con un Garzón que dice que hay que comer algas, mijo, tofu o no sé qué.
¿Creen que esos fascistas se contentaron con dar un ejemplo de educación y civismo? ¡No, hijos míos, no! Por el escenario desfilaron personajes encarnando a aquellos que nos precedieron y dieron momentos de gloria a nuestra patria. Pero sin perspectiva de género, sin pedir guillotina para el rey ni organizar concursos de tiro al blanco con la efigie de políticos del otro bando. ¿Hubo asesinos etarras a los que hacerles un onguietorri? No. ¿Se exhibieron emblemas que propugnen la destrucción de la unidad nacional o el orden constitucional? Menos. Peor: ¿se quemó alguna foto del rey, de políticos de izquierdas, separatistas, bilduetarras o similares? En absoluto. Ya me dirán ustedes que régimen tienen estos fascistas de VOX y si esto no merece que Fiscalía abra una investigación que puede ir en paralelo o perpendicular a la de del colegio mayor.
Ahora bien, lo que puede producir parraques en personas de corazón débil fue la actuación de gente que se declaraba… no oso decirlo… ¡homosexual! ¡Y con una bandera de España al cuello! ¡Y hablándole a cierto locutor de televisión que dice hacer un programa para “rojos y maricones”, sic, “de maricón a maricón” pidiéndole que abandone su odio. ¡Gais en un escenario que se declaran patriotas, para que luego digan de si el Che Guevara los fusilaba, si ya se ve que a la que te descuidas salen del armario ideológico y son de derechas!
Total, que como la banda zurda pilló una rabieta de padre y muy señor mío porque, además, aquello estaba lleno hasta la bandera, y nunca mejor dicho, y el discurso de Abascal sonaba a presidencial, se inventaron que un grupo de cantantes pedía volver al 36. Ayunos de humor que no sea el de los bufones oficiales subvencionados por Moncloa, no pillaron la ironía de la letra, que en realidad decía “vamos a volver al 36” y no “ojalá volvamos al 36”, cosas muy distintas. Visto lo visto, la pijoprogresía se ha lanzado en tromba sobre VOX, el grupo, los artistas y todo Cristo. Que Rita Maestre dijera en su día “Arderéis como en el 36” es progresismo y luz; que los Meconios, ante ese revival perpetuo de la izquierda en materia guerracivilista, digan que vamos a volver al 36, es fascismo, facherío, facha y fachoso. Lo que les decía, qué fachas son los de VOX. El año que viene, contraten a Wyoming, a Buenafuente o al tipo que le dijo a Irene Montero que tenía el pussy como una mesa. Créanme, solo es cuestión de dinero. Aunque si hay gente que se dejaría comprar, siempre que el monto fuese abundante, también existen personas, gracias a Dios, que jamás se juntaría con tales compañías. Felicidades, pues, a VOX. Les ponen ustedes muy, pero que muy nerviosos y eso es buena señal. Y sépanlo los listos, VOX tiene tanto de fascista como la izquierda actual de defensora de los trabajadores. Por ir precisando.