Internacional

Los mercenarios de Putin luchan entre sí para saquear Jerson

Los chechenos y el Grupo Wagner batallan entre sí para dominar la economía de la ciudad y quién puede saquearla ha hecho que dos grupos militares que luchaban por la misma causa ahora se disparen entre sí

  • Soldados rusos en Jersón. EFE / EPA / Ministerio de Defensa de Rusia.

Mientras las tropas de Ucrania se encuentra en plena contraofensiva para tratar de recuperar el territorio perdido desde el inicio de la guerra -han reconquistado Jarkov y avanzan hacia el este-, en Jerson se vive otra batalla. Los Kadyrovets (división motorizada chechena) y el Grupo Wagner, dos grupos de mercenarios al servicio de Putin, se disparan entre sí por el dominio de la ciudad. Fuentes ucranianas cuentan a Vozpópuli que esta escena se vivió esta misma semana, con los chechenos parapetados en el interior de un colegio mientras el Grupo Wagner les tiroteaba.

El objetivo es manejar la economía de la ciudad. Desde que Jerson está bajo el dominio ruso, los ciudadanos ucranianos están obligados a pagar un impuesto especial para poder abrir sus comercios, por lo que hay mucho dinero local en manos de los soldados, quienes se encargan desde hace meses de imponer el orden en la ciudad. Ser quien gestiona ese dinero ha sido la fuente del conflicto. Además, la lucha también tiene como motivo tener la exclusividad del saqueo de la ciudad.

La televisión rusa emitió las imágenes de lo sucedido, contando a su población que los disparos eran provocados por los 'partizanos' ucranianos hacia los soldados rusos. El objetivo es propagandístico: hacer creer a los ciudadanos rusos -por televisión- y de Jerson -en directo- que los soldados de Zelensky están en la ciudad para someter a la población y no para liberarla. De ahí que Rusia también haya promulgado que los militares ucranianos han disparado contra su propia población civil. Pero la realidad, según relatan estas fuentes, es que los chechenos y el Grupo Wagner se encuentran en plena lucha de poder.

La realidad de Jerson es que los soldados ucranianos todavía no han podido acceder a sus calles. Los rusos, de hecho, desbordaron el río Dnipro para evitar que las tropas avanzasen. Las tropas de Kiev se encuentran, según estas fuentes, combatiendo a 20 kilómetros de la ciudad, sin haber conseguido acceder a ella, de modo que la propaganda rusa es falsa. De hecho, la ayuda humanitaria tampoco llega a la ciudad por los bloqueos que los rusos han impuesto en sus entradas y salidas.

Los bombardeos ucranianos, según estas mismas fuentes, se están produciendo en puntos concretos de la ciudad: por ejemplo, atacaron el hotel del que es dueño Vladimir Saldo, un ucraniano que se ha pasado a las filas rusas y que ahora lidera la administración que gobierna en Jerson. Allí se han hospedado, desde hace meses, decenas de soldados rusos.

La 'rusificación' de Jerson: propaganda en colegios y subida de pensiones

En Jerson, los ciudadanos no tienen acceso a información del exterior para que así la propaganda rusa haga mella en sus cerebros. Además, los soldados rastrean las llamadas telefónicas de los vecinos, especialmente aquellas que son internacionales. También hacen controles rutinarios a la población ucraniana, conectando los 'smartphones' a un ordenador para ver qué tipo de información poseen.

Los colegios están abiertos y los niños acuden a clase, pero los profesores ucranianos han sido sustituidos por maestros rusos. De esta forma, introducen su propaganda también en las aulas de la ciudad. Les cuentan a los niños que si Rusia está en Ucrania es para liberar al país del nazismo imperante. También tratan de 'convertir' a los jubilados subiendo sus pensiones, que han pasado de 100-150 rublos a 400. Esta misma situación ocurre con los trabajadores públicos: los médicos ahora ganan el doble.

El objetivo es 'rusificar' Jerson y celebrar un referéndum en el que salga el 'sí' a la adhesión de la región a Rusia. Para conseguirlo, Rusia envió hace meses, cuando tomó la ciudad, unos 17.000 civiles a la ciudad con el objetivo de que voten a favor, aunque algunos han regresado a su país una vez comenzaron a escuchar que los bombardeos están cada vez más cerca. Los que lo han logrado, lo han hecho saqueando diversos puntos de la ciudad para regresar con bienes. Muchos otros, aunque han querido hacerlo, no han podido: Putin ha clausurado las salidas de Jerson y ha puesto barreras más allá. Por ejemplo, ha cerrado el paso a través del puente que da acceso a Crimea para evitar la espantada.

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