Deportes

Las federaciones vetan a las atletas 'trans' y exigirán cambios en la ley deportiva española

14 comunidades autónomas permiten la participación de deportistas transexuales en nuestro país. Con la negativa de varias federaciones, estas leyes deberán variar

  • Imagen de Lia Thomas, la nadadora transexual que ha roto varios récords en natación -

La transexualidad en el deporte lleva meses siendo objeto de polémica debido a que los resultados de aquellas atletas que han pasado de hombre a mujer son mucho mejores que los de aquellas que tienen sexo femenino desde el nacimiento. Es por este motivo que ya ha habido varias federaciones internacionales que han prohibido o limitado la participación de mujeres 'trans' -o autodefinidas como mujeres- en categorías femeninas.

Al rugby, en 2020, se ha unido la FINA (Federación Internacional de Natación), que ha prohibido la participación de todas aquellas mujeres transexuales que hayan pasado alguna fase de la pubertad como hombre, es decir a los 12 años. De esta forma, la organización quiere evitar que el desarrollo muscular o el nivel de oxigenación y testosterona que logra un joven durante la adolescencia permita sacar ventaja a estos deportistas 'trans'.

No es la única organización que ha pensado en implantar una solución a este problema del que se quejan muchos deportistas. Por ejemplo, la UCI (Unión de Ciclistas Internacional) ya está elaborando un protocolo para actuar ante estos casos. Incluso la FIFA va a estudiar qué hacer con los deportistas transgénero.

En palabras a la agencia DPI alemana, el máximo organismo del mundo del fútbol va a tomar "en consideración muchas partes interesadas (médicas, legales, científicas/de rendimiento y de derechos humanos), así como el Marco del COI de noviembre de 2021 sobre equidad, inclusión y no discriminación sobre la base de la identidad de género y las variaciones sexuales". Estudiará qué hacer "caso por caso", sin olvidar "el respeto de los derechos humanos".

De este modo, ya no será posible ver cómo Lia Thomas destroza a sus rivales en la piscina por su condición de transexual, algo en lo que difieren algunos atletas como Veronica Ivy, que señalan la decisión de "poco científica" por no haber "un solo estudio que demuestre que existe alguna ventaja competitiva para la transición posterior a la pubertad".

Esto es algo falso, según cuenta Ángeles Álvarez de la Asociación contra el Borrado de Mujeres, que señala la existencia de varios informes y estudios que sí certifican la superioridad física de un transexual sobre una mujer. Por ejemplo, este 'paper' de Emma N. Hilton y Tommy R. Lundberg, que pone en negro sobre blanco la cruda realidad. También este otro documento, que en base a varios estudios, determina la diferencia entre hombre y mujeres en distintos apartados físicos y en disciplinas deportivas.

Fuentes del gráfico, publicado en Fair Game, biology, fairness and trasngender athletes in women's sports: Antti et al. 1994; Jantz and Jantz 1999; Brinckmann et al. 1981; Lee et al. 2017; Lepley et al. 2018; Tong et al. 2010; Bohannon et al. 2019; Neder et al. 1999; Hubal et al. 2005; Murray et al. 1985; Haugen et al. 2020; Morris et al. 2020; Pate and Kriska 1984; Hilton and Lundberg 2021.

Álvarez cuenta que el Comité Olímpico Internacional, ante las presiones de asociaciones en defensa de la transexualidad, se lavó las manos y dejó en manos de las federaciones internacionales la normativa respecto a los transexuales que participan en categoría femenina y de hombres autodefinidos como mujeres, de ahí que ahora, una por una, estén saliendo los organismos de cada disciplina y deporte a mostrar su legislación.

"Esto no exime al COI de pronunciarse", señala Álvarez, ya que hay países que no permiten la participación de personas transgénero en el deporte femenino. Si hay una federación que sí lo permita, se creará un conflicto entre las partes que acabará en los tribunales. Ahí, irremediablemente, el Comité deberá ofrecer su punto de vista.

Desde la Asociación contra el Borrado de Mujeres señalan que "el movimiento trans está dispuesto a todo con tal de validar su identidad", pero creen que el deporte no es la vía, ya que ahí lo que prima es "el juego limpio, valor principal en el deporte", algo que desaparece cuando aparecen atletas con una superioridad física evidente gracias a la genética. De ahí que muchas organizaciones feministas estén en contra de la aceptación de transexuales en el deporte femenino, ya que las borra del mapa y las deja fuera de sus categorías para ser dominadas por hombres que se sienten mujeres.

Según señala Ángeles Álvarez, "las categorías en el deporte buscan generar una igualdad" y la llegada de este tipo de atletas al deporte femenino desvirtúa los valores del deporte. "Que no participen en competiciones femeninas no les quita derechos civiles, ya que competir en una categoría con ventaja no es un derecho".

14 comunidades permiten competir a deportistas transgénero

En España, 14 comunidades autónomas permiten la participación en competiciones deportivas de categoría femenina siendo transexual e incluso, en algunas, no es necesario haberse sometido a un cambio de sexo: con autodefinirse como mujer es suficiente para participar. Es el caso de Aragón, donde "las personas transexuales pueden participar en las actividades deportivas de acuerdo a su identidad de género autodeterminada, aunque la registrada no coincida con esta". Así lo afirma la Ley 4/2018, de 19 de abril, de Identidad y Expresión de Género e Igualdad Social y no Discriminación de la Comunidad Autónoma de Aragón.

Que las federaciones internacionales cambien su normativa impidiendo el acceso de transexuales o imponiendo una edad límite supone, según Ángeles Álvarez, que tengan que cambiar -o eliminarse- todas estas leyes que permiten la participación en campeonatos deportivos con tan solo la autodeterminación, sin necesidad de cambio de sexo. Considera que Irene Montero "engaña a la ciudadanía porque ella habla de género, algo que no es registrable. En el registro civil se valora el sexo y la edad, por lo que Montero, con su ley, busca que cualquiera pueda cambiar su sexo autodeterminado".

Tal y como cuenta Álvarez, de llevarse a cabo la ley que promueve la ministra de Igualdad, se podría "ir al registro y cambiarse de texto sin demostrar disforia". Considera que la ley actual "está bien y es muy avanzada", ya que se exige una persistencia de dos años desde que se solicita hasta que se inicia el proceso, además de un informe profesional que avale que efectivamente esa persona tiene disforia. Se encargan de ello, generalmente, un endocrino y un psicólogo, procesos que la nueva ley de Igualdad quiere eliminar.

Ahora que las federaciones deportivas internacionales están vetando a los transexuales y deportistas con género autodefinido, llega el turno de "crear un debate público" que permita que "la ciudadanía valore el impacto social de estas medidas", debido a que estas leyes se han aprobado sin que haya existido cierta concordia social.

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