España

Íñigo Errejón, en el juicio por la agresión: “No he dado una patada a nadie en mi vida”

La Fiscalía pide la absolución del político al considerar que no se ha podido probar que agrediera al vecino de Lavapiés por negarse a fotografiarse con él

  • Íñigo Errejón y el denunciante durante el juicio. EFE / Mariscal.

"No he dado una patada a nadie en mi vida". Con esta frase Íñigo Errejón se ha defendido en la vista oral que se sigue en los juzgados de Plaza Castilla este viernes por la presunta agresión a un hombre de 67 años en mayo del año pasado. El líder de Más País ha declarado que nunca propinó ninguna patada al denunciante Alberto Domarco y que lo que ocurrió es que le apartó el brazo ante la insistencia de este hombre de sacarse una fotografía con él y sus reiteradas negativas. La Fiscalía, por su parte, pide su absolución.

Errejón, que se sienta en el banquillo por delito leve de maltrato, ha tomado la palabra después del denunciante y lo ha hecho para desmentir su versión. Así, el hombre de 67 años ha defendido que se le acercó aquella noche del 2 de mayo con la única intención de hacerse una fotografía y que bajo ningún concepto le insultó. Errejón, por su parte, ha replicado: "Me insulta, me eleva el tono y me tengo que ir yo. Fue una situación injusta", ha dicho.

La vista, convocada para este 29 de abril después de que tuviera que suspenderse la primera convocatoria del 25 de enero, ha arrancado con la comparecencia de Domarco. El jubilado, vecino del barrio de Lavapiés, se ha ratificado en lo plasmado en la denuncia que presentó en la Comisaría de Policía de Madrid Centro. Según ha dicho, los hechos se produjeron el 2 de mayo del año pasado, el día de cierre de campaña de las elecciones municipales, cuando volvía con su amigo de tomarse unas cervezas en un bar del barrio.

"No insulté a Errejón"

"Me acerqué a él y le dije: '¡Hombre, pero si eres Íñigo Errejón! ¿No te importa que me haga una foto contigo?' Y él se puso muy serio. Yo le dije: 'Hombre, que es solo una fotografía. Ya me la he hecho con Monedero", ha relatado el denunciante. Según su testimonio, intentó conseguir en reiteradas ocasiones su objetivo aunque le reconoció que le "ponía verde" en redes sociales. Ese comentario, ha dicho, propició la agresión. "Fue decirle eso y me dio una patada".

"¿Cuándo le pidió la foto se abalanzó sobre él?", le ha preguntado la fiscal. "Nada, en absoluto. Cuando le dijimos que le ponía a parir en Internet fue de modo sarcástico", ha respondido, aunque luego ha reconocido que, tras la supuesta patada, sí le insultó. En relación a las dolencias derivadas de la agresión, ha vuelto a recordar que fue especialmente grave porque había sido tratado de cáncer de colon previamente. Según su versión, el médico que le atendió en Urgencias le dijo que si hubiera estado 30 centímetros más cerca de Errejón, "las tripas las tendría en el suelo".

Sin embargo, la defensa letrada de Íñigo Errejón se ha interesado en conocer por qué no acudió a Urgencias aquella misma noche y prefirió esperar tres días para ir coincidiendo con una visita programada con el médico. El denunciante -que ha dicho que lleva un año padeciendo ansiedad por este asunto- ha replicado que no pensó que se le fuera a poner peor la hernia porque lleva unas siete operaciones por sus problemas en la zona abdominal y que no le dio más importancia.

"Le aparté el brazo. Y ya"

Terminada su comparecencia, el titular del Juzgado de Instrucción número 43, ha dado el turno de palabra a Errejón. El cofundador de Podemos ha presentado una versión muy diferente a la del denunciante. Según ha relatado, se encontraba con un grupo de compañeros del partido en la zona de Lavapiés, donde se había celebrado un acto de cierre de campaña electoral, y se dispusieron a irse a casa porque eran cerca de las 23.00 horas y entonces todavía estaba vigente el estado de alarma.

"De la calle que baja vienen dos señores, uno fuerte y otro mas bajito que se me acercan y ya desde un poco lejos y el más bajito me dice: "¡Hombre Errejón…!". Me pareció un tono un poco burlón (...). Le dije: 'Perdona, son casi las 23.00 horas y me voy a casa. Lo siento". Sin embargo el denunciante se puso especialmente insistente asegurando que se había fotografiado también con su antiguo compañero de filas, Juan Carlos Monedero. Siguió perseverando hasta el punto que le dijo "'Venga rojillo...".

"A mi lo de 'rojillo' me hace estar incómodo. Ahí me enfado. La cosa va aumentando porque son muchas insistencias y porque le he dicho que no me voy a sacar la foto", ha apuntado el político para culminar contando que finalmente le agarró del brazo con el objetivo de sacarse un selfie y que eso le terminó de enervar. "Yo le aparto el brazo pero no le he dado una patada a nadie en mi vida. Lo que hice fue apartarle y recordarle que se lo había dicho varias veces ya. Le aparté el brazo. y ya", ha dicho.

Un testigo agresor

Tras el político, el juez ha dado paso a los testigos. En primer lugar han comparecido los agentes que tramitaron la denuncia en la Comisaría Centro y, tras ellos, los testigos propuestos por el denunciante. Entre ellos ha comparecido Miguel Ángel, el hombre que le acompañaba aquella noche. El testigo ha respaldado la tesis de su amigo y ha confirmado que Errejón le dio un "patadón" de "las que se dan en karate". También ha negado que se agarrase al político para sacarse un selfie a la desesperada.

Del lado de Errejón han comparecido varios compañeros suyos de partido que le acompañaban aquella jornada. Se trata de los diputados de Más Madrid en la Asamblea regional Héctor Tejero Franco y Alberto Oliver. Los dos han respaldado al político asegurando que se le provocó y que finalmente le convencieron para abandonar el lugar al igual que ha hecho el también vinculado al partido Carlos Martín Pina (hermano de Ignacio Martín Pina, miembro del equipo jurídico de la formación).

La Fiscalía no ve delito

La situación se caldeó, además, por la presencia de una persona de color en la zona que se acercó al grupo de políticos justo antes del enfrentamiento y que provocó cierto desconcierto a Errejón. Esta persona en cuestión sería un carterista de la zona según pudieron saber después. En el juicio han explicado algunos testigos que esta persona aprovechó la situación para increpar al grupo de políticos que estaba allí hasta el punto que les habría lanzado latas de cerveza. Uno de ellos vio como dio una patada al aire aunque no ha podido aclarar los detalles del asunto.

Las incongruencias en los testimonios han llevado a la fiscal a exponer, en la fase final de la vista, que no hay indicios reales contra Errejón por delito leve de maltrato, motivo por el cual ha pedido su absolución. "Si combinamos todos los elementos no tenemos ninguna prueba por la que quede totalmente acreditado que el señor Errejón ese día a esa hora le dio una patada. No hubo tal agresión. No existe ninguna prueba para poder enervar su presunción de inocencia", ha dicho.

Tesis opuesta ha defendido el abogado de Domarco. El letrado ha apelado a la existencia de las grabaciones sobre este episodio y a la versión de algunos testigos para apuntalar su tesis de que le propinó una patada "frontal". Prueba de ello, ha concluido, es que se tuvieron que llevar a Errejón del lugar "tirando de él". También ha insinuado que los compañeros de partido han declarado a favor de él porque es su jefe dentro de la formación política. El abogado de Errejón, por su parte, se ha adherido a la tesis de la Fiscalía y ha pedido su absolución.

"El denunciante falta a la verdad. Nunca se produjo una patada", ha defendido el letrado Javier Moreno. En esta parte final del juicio ha acusado a Domarco de edulcorar las manifestaciones que efectuó en instrucción, ya que entonces dijo que le pegó una patada de Karate que le desplazó dos metros. De ser así, ha dicho, hubiera terminado en el hospital. Del mismo modo ha denunciado la pena de telediario que ha sufrido su cliente insistiendo en que ha tenido más "trascendencia pública" que penal.

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