El Grupo Prisa ha firmado la paz con los socios mexicanos con los que explota el negocio de Sistema Radiópolis en el país americano. La compañía española ha anunciado un 'pacto de convivencia' que implica a Corporativo Coral -sociedad patrimonial de la familia Alemán-, el grupo Crédito Real y la entidad Barrister Services.
Por el momento, no ha trascendido si el acuerdo implica un traspaso de acciones entre las partes, pero pone fin a un conflicto que ha tenido derivadas en los tribunales.
"Fruto de este acuerdo, las cuatro entidades pactan convivir como accionistas de la radiodifusora y renuevan su compromiso para hacer crecer el negocio, potenciando la presencia de la cadena en el mercado radiofónico mexicano", ha detallado Prisa.
La controversia se inició hace un año y medio. Sucedió cuando los socios de Prisa en la cadena mexicana Radiópolis intentaron tomar por la fuerza el control de la empresa, lo que generó un conflicto que todavía no se ha resuelto. Uno de ellos, Miguel Alemán, fue puesto en 2021 en busca y captura por Interpol tras haber sido acusado de un fraude fiscal por alrededor de tres millones de euros.
Prisa posía el 50% de las acciones del grupo radiofónico mexicano, que administra 17 emisoras en el país americano. Estos títulos se los compró a Televisa en 2001, mientras que este último grupo de medios de comunicación mantuvo hasta 2018 su participación, cuando las vendió por 65,5 millones de dólares. Entonces, se deshizo de ellas y entró en el accionariado Alemán, quien es el fundador de la aerolínea Interjet.
El conflicto de Prisa en México
A mediados de 2021, Alemán -quien formó parte del consejo asesor del presidente Andrés Manuel López Obrador, junto con el empresario Carlos Cabal- intentaron tomar por la fuerza el control de la empresa, lo que llevó a Prisa a iniciar unas maniobras defensivas que le costaron, hasta el pasado 31 de enero, un total de 2,7 millones de euros, según se reconoce en las cuentas de Prisa Radio.
El motivo de estos pleitos -añade- era “exigir el cumplimiento de los acuerdos” entre los socios de Sistema Radiópolis y “defender su posición como accionista de la mencionada compañía”.
Esos acuerdos se rubricaron el 12 de diciembre de 2018 e incluían diferentes cláusulas para garantizar el normal funcionamiento de la compañía. Sin embargo, según publicó El País, Carlos Cabal trató de saltárselos en una Asamblea de socios convocada en julio de 2020.
“Coral (la empresa tenedora de las acciones de los mexicanos) envió un acta firmada por Alemán Magnani de una asamblea nunca celebrada en la que, entre otros puntos que incumplen lo acordado en el contrato de accionistas, pretendía nombrar al director de Contenidos de Radio Hablada, al director de Informativos y al subdirector de Noticieros Informativos, así como a Carlos Cabal Peniche como vicepresidente del Comité Editorial de Radiópolis”, explicó el diario español.
Cabal Peniche -apuntó- “personifica como pocos el lado más oscuro de los vínculos entre el poder político y empresarial en México, especialmente durante la época del expresidente Carlos Salinas de Gortari (1988-1994). Durante muchos años, fue uno de los empresarios favoritos del PRI hasta que en 1994 huyó del país y terminó encarcelado en Australia acusado de los turbios manejos en su banco”.
Después de estos sucesos, Prisa acusó a sus socios de haber intentado dar un vuelco ilegal a la gestión de la compañía y boicotear sus intereses, de ahí que se iniciaran los citados procedimientos judiciales y arbitrales.