Cualquiera que haya viajado a Reino Unido o Estados Unidos habrá podido comprobar lo fácil que es adquirir ibuprofenos, test diagnósticos u otros medicamentos. Entre los pañales de bebé y el papel higiénico se pueden encontrar fungicidas o analgésicos. Otros países de Europa, con un mercado farmacéutico tan regulado como el español, han facilitado la venta de test de antígenos en estas superficies, logrando precios inferiores a los que se podían encontrar aquí. ¿Por qué España no permite la venta de test o medicamentos sin prescripción en supermercados?
Primero hay que entender en qué se sustenta nuestro modelo farmacéutico. Los test de autodiagnóstico de covid son productos sanitarios, y por tanto tienen un especial seguimiento a través de la Agencia Española Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps). Como explica la abogada especializada en Derecho Farmacéutico Isabel Marín, esto permite que "si hay que cualquier deficiencia o inseguridad en los test se activa todo un proceso que deriva en retirada".
Es un modelo orientado "a la salud del ciudadano. Hemos visto cómo recientemente se han producido retiradas de este tipo de productos. Al estar totalmente controlado el punto de venta. Cualquier tipo de actuación es muchísimo más rápida y da seguridad al ciudadano". Los test de antígenos forman parte del grupo de los “productos sanitarios de diagnóstico en vitro”, como son también los test de embarazo o de detección del VIH. "Este tipo de productos tienen una normativa específica", explica Marín.
A nivel europeo existe la directiva vigente 98/79CE de 27 de octubre, que se incorporó al ordenamiento nacional a través del RD 1662/2000 de 29 de septiembre. Marín explica que según este Real Decreto, la venta de estos productos es exclusiva en farmacias. El artículo 13. 4. reza: “La venta al público de los productos para autodiagnóstico se realizará exclusivamente a través de las oficinas de farmacia".
Dicho Real Decreto, apunta la abogada, contemplaba que para la venta de estos productos era imprescindible prescripción (receta médica). Sin embargo, la directiva europea no exigía ni la venta en oficinas de farmacia, ni la obligatoriedad de prescripción médica.
Posteriormente, el RD 588/2021 de 20 de julio reguló de forma expresa la venta al público y publicidad de los productos de autodiagnóstico de la Covid, modificando el RD 1662/2000. "A través de dicha modificación, junto con las excepciones que ya se contemplaban (entre otras, el test de embarazo), se añadió el test de detección de la covid-19. El cambio se produjo en verano, antes de que se pudiera vislumbrar la sexta ola".
En ese momento, "se podría haber considerado cambiar la norma para que su venta se pudiera hacer a través otro tipo de actores en el mercado (cuestión que permite la normativa europea), pero el Gobierno ha apostado por dar valor al canal farmacia y mantener los test en ella".
Por tanto, desde el punto de vista de normativa europea, es posible que España pueda regular que los test pasen a venderse en un canal diferente al de la farmacia, como pueden ser los supermercados. Ahora bien, "para que esto pueda ocurrir es preciso modificar la normativa nacional vigente, tal y como ya se hizo para que los test se vendieran sin receta médica".
Alemania: test gratis o a 1,75€
Un modelo farmacéutico similar al español es el alemán, también muy regulado. Sin embargo, su forma de abordar el abastecimiento de test ha sido muy diferente al del Gobierno español. Mientras que aquí en plena efervescencia de la sexta ola sufríamos desabastecimiento de test en farmacias y precios de hasta siete euros por test, Alemania cuenta con varios centros de test de antígenos repartidos por el territorio donde cualquier ciudadano puede hacerse la prueba de forma gratuita.
Además, habilitó a los supermercados para que pudieran venderse estos test. Así lo explica el médico internista Dominik Schneider, médico internista con consulta propia en Trier, Alemania: "Aparte de los centros donde es gratuito, puedes comprarlos en farmacias y también en supermercados o droguerías para hacerte la prueba en casa. Por la competencia y el libre mercado sus precios son bajos". La web de Aldi, por ejemplo, ofrece este test a 1,75 euros.
Estos días ha sido muy comentado el bajo precio con el que se pueden conseguir en Portugal los test de antígenos. Allí, además de poder venderse en supermercados, el precio fue fijado por el Gobierno hace tiempo: solo se pueden vender un 15% por encima, como máximo, de su precio de coste. Así, mientras que en Portugal el precio que puede tener un test en el Mercadona es de 2 euros, 94 céntimos menos que el fijado por la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos de España.
Además, como publicó Vozpópuli, el Ministerio de Sanidad compró a Abbott Rapid Diagnostics Healthcare 5 millones de unidades de test por un valor total de 15,5 millones de euros; 3,1 euros por cada uno de ellos. Es decir, un 47,6% más caro de su precio de venta en la cadena de tiendas dirigidas por Juan Roig al otro lado de la frontera.
Ventajas económicas
Parece claro que la apertura del mercado farmacéutico redunda en una reducción en el precio de los productos. El economista liberal Juan Ramón Rallo, en declaraciones a este diario, defiende que se debería permitir "la venta de test en supermercados para introducir mucha más competencia en un mercado que ahora está controlado por las farmacias, lo cual les permite colocar precios más altos de los que les puede llegar a costar adquirir los test porque saben que no tienen competencia exterior fuera de su gremio".
"Permitir que entrasen los supermercados en este mercado no solo presionaría para comprimir los márgenes de beneficio que tengan ahora mismo las oficinas de farmacia gracias a la restricción de competencia, sino que también permitiría que los supermercados exploraran nuevos canales de adquisición de test e, incluso, en la medida en que sean operadores de mercado de un tamaño considerable, permitiría negociar amplios volúmenes de compra de estos test y conseguir así rebajas sustanciales por parte de los proveedores. Las farmacias, por la dimensión de su negocio, tienen más complicado hacerlo".
Defensa del modelo español
Desde las oficinas de farmacia, sin embargo, defienden el modelo español tal y como está diseñado, ya que creen que está mejor orientado a la protección de la salud del ciudadano. Manuel Pérez, presidente del Colegio de Médicos de Sevilla desde el año 2000, argumenta que "el modelo de farmacia de España garantiza un acceso equitativo y universal al medicamento, ahora y para el futuro. Nos permite garantizar el mismo precio para cada producto en un modelo de distribución cooperativa. Además, el farmacéutico es responsable patrimonial, civil y profesionalmente de cuanto ocurra en su establecimiento".
Pérez cree que es argumento "suficiente para que no se hagan experimentos 'con las cosas de comer'. Estamos garantizando un acceso universal, de manera concertada con la seguridad social. Cada ciudadano tiene una farmacia a menos de 250 metros de distancia de su casa, y sin tener que hacer largas colas en un supermercado para conseguir el fármaco que desee".
Si el domingo por la mañana necesito un test o un producto sanitario, ¿me voy al Mercadona de guardia?Manuel Pérez, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Sevilla.
Además, insiste en que "estamos hablando de algo distinto de una mercancía, estamos hablando de un producto sanitario. ¿Por qué en otros países sí se venden ciertos fármacos y test en los supermercados? Pues porque cada país tiene su idiosincrasia. En España no hay necesidad social de ir al supermercado porque tienes la farmacia a pie de calle. Si el domingo por la mañana necesito un test o un producto sanitario, ¿me voy al Mercadona de guardia? ¿O al Corte Inglés de guardia? ¿Me va a atender un farmacéutico o el señor con la camiseta fluorescente?".
La Federación Española de Farmacéuticos Españoles (FEFE) manifestaba en un reciente comunicado que "el debate de disputar la exclusividad del canal farmacéutico de los test está impulsado por multinacionales de gran consumo que buscan ganar un mercado de medicamentos, movidos por exclusivo ánimo de lucro. Grandes economías millonarias de sociedades que tributan fuera de España y generan menos empleo y de menos cualificación que el sector de los farmacéuticos, que pagamos IRPF en España y vertebramos todo el territorio nacional".
Argumentan que ofrecen "al paciente y al ciudadano en general mayor cercanía y amplitud de horarios, un mejor servicio y más garantías sanitarias que cualquier otro establecimiento. En España se sigue infravalorando a los farmacéuticos en el servicio que prestan a los ciudadanos y se desprecia todo el valor añadido profesional que conlleva su función". En el caso de los test covid "asesoran al paciente sobre los síntomas de la enfermedad y sobre cómo utilizarlos adecuadamente, asuntos que no puede resolver el empleado de cualquier gran almacén de distribución".