Pablo Casado ha empezado 2022 mucho más cerca de La Moncloa que hace un año. El crecimiento electoral del PP desde el pasado mes de mayo ha consolidado a los populares como el primer partido en intención de voto en un momento clave: con las elecciones en Castilla y León y Andalucía en el horizonte.
Revalidar esos gobiernos autonómicos es considerado por Génova el trampolín definitivo para convertir al líder de la oposición en presidente. Por ese motivo, los comicios estarán por encima de todo, incluidos los congresos regionales.
El calendario orgánico del partido, de hecho, ha quedado congelado tras el adelanto electoral anunciado por Alfonso Fernández Mañueco. El propio Casado, junto al presidente de Castilla y León, anunció la semana pasada que no se convocarían nuevos congresos regionales hasta la celebración de las elecciones del 13 de febrero.
Victorias para aupar a Casado
La prioridad máxima, por tanto, son las elecciones que, sí o sí, se celebrarán este año: Castilla y León y Andalucía. En el PP, sin embargo, no descartan un adelanto en la Comunidad Valenciana e, incluso, algunos dirigentes ven posible que Pedro Sánchez disuelva las Cortes en el último tramo del año para celebrar generales de forma anticipada.
Haya o no ese adelanto de las generales, en Génova se van a volcar con los dos comicios autonómicos ya previstos para asestar lo que consideran el "golpe definitivo" al gobierno de Pedro Sánchez. Tras el fracaso de la moción de censura en Murcia y la victoria popular en Madrid, dos nuevas derrotas de los socialistas en las urnas dejarán en una posición debilitada al presidente.
En ambos comicios, además, se puede confirmar la práctica desaparición de Ciudadanos tanto en Castilla y León como en Andalucía, lo que permitirá al Partido Popular acelerar la 'OPA' al partido naranja. Tal y como ha desvelado Vozpópuli, en el PP ya manejan nombres de cargos de Cs para incorporar al proyecto de Pablo Casado.
El líder popular, además, se vería beneficiado de las victorias de Mañueco y Moreno. Según los cálculos de Génova, unos resultados electorales favorables auparían aún más al propio Casado, y al PP, en las encuestas demoscópicas.
El presidente popular, además, se consolidaría como la única alternativa de centro-derecha capaz de sacar de La Moncloa a Pedro Sánchez, gracias a la 'absorción' del PP a Ciudadanos y la distancia que el PP aspira a sacarle a Vox tanto en Andalucía como en Castilla y León.
"Ya nos ven gobernando"
El propio Pablo Casado, consciente del auge del PP en las encuestas, aprovechó uno de los últimos comités de dirección del 2021 para transmitir un mensaje de optimismo a los integrantes de la ejecutiva y pedirles un esfuerzo extra para el presente curso.
El presidente popular, confirman a Vozpópuli fuentes de la dirección nacional, pidió a los suyos "más calle" y ampliar la interlocución con diferentes representantes de la sociedad civil y los empresarios. El partido, en ese sentido, seguirá impulsando convenciones sectoriales por toda España para trasladar el programa de gobierno del PP.
Casado, llegado hace unas semanas de una gira por Iberoamérica, trasladó a los suyos que en el extranjero "ya nos ven gobernando", por lo que el objetivo del PP en este 2022 es claro: "Ampliar nuestra ventaja en los territorios donde ya gobernamos y consolidarnos como la alternativa real al Gobierno de Pedro Sánchez".
La paz en Madrid, aún pendiente
Aunque los próximos desafíos electorales son la máxima prioridad para Génova, Pablo Casado es consciente de que debe completar la renovación orgánica del partido, aunque los congresos pendientes queden supeditados a los comicios.
El líder del PP tiene por delante algunos congresos regionales que generarán tensiones, como el de Extremadura, La Rioja y Cantabria, donde aún no se ha pactado los relevos de José Antonio Monago, José Ignacio Ceniceros y María José Sáenz de Buruaga. No obstante, el proceso que está generando más revuelo es el de Madrid.
El enfrentamiento que llevan protagonizando desde hace meses Génova y Sol a cuenta de la fecha de dicho congreso esconde un debate mucho mayor, sobre la composición de la futura ejecutiva del partido en Madrid. Isabel Díaz Ayuso exige total libertad para elegir a su equipo, mientras que en la dirección nacional buscan una candidatura consensuada.
Tal y como se informó en estas páginas, la presidenta autonómica descarta cualquier negociación sobre la futura ejecutiva después de que Génova haya hecho oídos sordos a su petición de celebrar el congreso en marzo. Casado, por lo tanto, debe elegir entre ceder ante Ayuso o ir ya a un duelo cuerpo a cuerpo impulsando una candidatura alternativa.
Enfrentarse a Ayuso y perder es la peor antesala posible para el congreso nacional de su reelección
En el PP nadie quiere una guerra civil en el partido a cuenta de la dirección del partido en Madrid y se confía en un acuerdo para lograr una solución pacífica. A Casado, recuerdan algunas fuentes, le conviene que la sangre no llegue al río: "Enfrentarse a Ayuso y perder es la peor antesala posible para el congreso nacional de su reelección".