La reina Letizia no deja de sorprendernos con sus estrenos en el viaje de Estado a Suecia. Después de su mejor 'look royal' en el que apareció con un tocado tipo turbante de Cherubina y un precioso abrigo capa con pelo sintético de Carolina Herrera, reapareció, horas después, espectacular en la cena de gala en Estocolmo ofrecida por los Reyes de Suecia.
Los reyes Felipe VI y Letizia finalizaron la segunda jornada de su viaje con una fastuosa cena que ha tenido lugar en el Palacio Real de Estocolmo en la que las mujeres lucieron sus mejores galas -vestidos largos y sus mejores joyas y tiaras-, al igual que los hombres, con sus esmoquin y condecoraciones.
Además de los Reyes de Suecia, Carlos Gustavo y Silvia, estuvieron también el resto de miembros de la familia real sueca: Victoria de Suecia con su marido, el príncipe Daniel Westling, y el príncipe Carlos Felipe con su esposa, la princesa Sofía Hellqvist. La única ausente fue Magdalena de Suecia y su marido Christopher O'Neill, que no pudieron asistir a este encuentro tan especial ya que residen en Estados Unidos.
La reina Letizia, espectacular con un vestido de H&M
Para la cena de gala, Letizia apareció muy elegante combinando un diseño de una firma 'low cost' con sus mejores joyas. Se decantó por un vestido azul marino de tul y volantes de la marca H&M.
Con este vestido, Letizia Ortiz ha hecho un guiño a la moda sueca y sostenible ya que es de tul y poliéster reciclado que forma parte de una de las colecciones cápsula de la firma, que salió bajo el nombre de Conscius, que cuenta con vestidos sostenibles.
Cuando se sacó a la venta el vestido, su precio era de 300 euros, algo más caro a lo que nos tiene habituados esta marca ya que se trata de la línea premium, que alberga vestidos exclusivos.
Se trata de un diseño de corte clásico, ceñido al cuerpo hasta la cintura, con faldón plisado y pequeños volantes, cuello a la caja y transparencias en el escote.
Para resguardarse del frío llevó una chaqueta de pelo en color negro que se quitó una vez que entró en el salón Mar Blanco, antigua sala de baile del impresionante palacio real, que fue construido por Nicodemus Tessin al estilo de los palacios romanos y tiene 600 habitaciones.
Letizia le copia el vestido a Victoria de Suecia
Lo curioso es que Letizia le ha copiado el look a Victoria de Suecia. Esta ya llevó el año pasado con motivo del décimo aniversario de boda con su marido Daniel.
Sin embargo, la heredera al trono en el país escandinavo, modificó el escote del vestido, añadiendo unas mangas cortas tipo camiseta en el mismo tejido de tul azul.
El matrimonio posó con este mismo diseño que ha elegido Letizia en los jardines del recinto real. Fue el último evento al que acudieron los Reyes de España en Suecia antes de este viaje.
Letizia luce la tiara flor de lis y joyas de pasar como las pulseras de Cartier
La esposa del rey Felipe VI combinó a la perfección este elegante vestido con sus mejores joyas. Recuperó la espectacular e histórica tiara flor de lis que llevó por última vez en la ceremonia en el Palacio Imperial de Japón por la entronización de Naruhito, en octubre de 2019.
Doña Letizia la estrenó en 2017 con motivo de la visita del presidente argentino Macri y la volvió a lucir en otra ocasión durante su viaje de estado al Reino Unido ese mismo año.
Esta tiara tiene un significado importante. La corona de lis fue un regalo de Alfonso XIII a la reina Victoria Eugenia con motivo de su boda. Esta, que fue un encargo a la firma Ansorena, la estrenó en su enlace. Está realizada con 450 diamantes y 10 perlas australianas montadas en una estructura de platino formando tres flores de lis, el emblema heráldico de la dinastía Borbón.
La bisabuela del rey Felipe le añadió mas diamantes de la firma Cartier en su parte central para que se viera aún más espectacular y brillante. Después la heredó la reina Sofía, quien la reservaba para las ocasiones más especiales e importantes.
Curiosamente, la mujer del rey Juan Carlos la estrenó en la visita de Estado de los reyes de Suecia en 1983. La última vez que la llevó fue en junio de 2014 en la última cena de gala de su reinado ofrecida al presidente de México, días antes de la abdicación del rey Juan Carlos.
A juego con la tiara flor de lis, la Reina lució las pulseras gemelas de brillantes de Cartier, los pendientes de chatones y un broche con la flor de lis, piezas en su totalidad pertenecientes al histórico lote de las joyas de pasar de Victoria Eugenia.
También llevó su anillo circular de Karen Hallam, del que no se separa desde hace tiempo, y un clutch tipo sobre dorado, de Magrit.
Por su parte, la familia real sueca también lució sus mejores alhajas ya que poseen una de las colecciones más importantes de la realeza europea, el joyero de los Bernardotte, la dinastía reinante en Suecia, que tiene tiaras espectaculares. En su mayor parte proceden de la Francia imperial, ya que el primer monarca de dicha dinastía, Jean Baptiste Bernadotte, que accedió al trono en 1818, fue mariscal y ministro de guerra de Napoleón.
