España

Kast, el 'Abascal chileno' que se disputa La Moneda con el favorito de Unidas Podemos

Imagínense que Santiago Abascal y Pablo Iglesias se disputan la presidencia de España. Salvando las distancias, pues la realidad chilena no es la española, es lo que ha ocurrido en

  • El presidente de Vox, Santiago Abascal, y su portavoz parlamentario, Iván Espinosa de los Monteros, en una reunión con el líder del Partido Republicano de Chile, José Antonio Kast. -

Imagínense que Santiago Abascal y Pablo Iglesias se disputan la presidencia de España. Salvando las distancias, pues la realidad chilena no es la española, es lo que ha ocurrido en Chile tras las elecciones del domingo 21 de noviembre. José Antonio Kast y Gabriel Boric, los dos candidatos situados más a la derecha y a la izquierda del espectro político de su país, respectivamente, compiten ahora por ocupar el Palacio de La Moneda.

La demoscopia no falló al vaticinar que ambos dirigentes serían los elegidos para pasar a segunda vuelta. Aunque la mayoría subestimaron a Kast, el presidente del Partido Republicano favorito de los de Abascal. Este abogado de ascendencia alemana ha logrado acaparar el 27,9% de los votos, situándose por delante de Boric, el ex líder estudiantil convertido en político que figuraba como vencedor en varios sondeos. Finalmente, el abanderado de Apruebo Dignidad al que jalean desde Unidas Podemos ha acaparado el 25,8% de las papeletas.

Las dos coaliciones tradicionales de la política chilena fueron las grandes perdedoras de la noche y, por primera vez desde el retorno de la democracia en 1991, han quedado fuera de la 'batalla final' que se celebrará el próximo 19 de diciembre.

Aliado de Abascal en el Cono Sur

"Chile ha optado por la defensa de la patria, de la familia, de la ley y de la libertad. Kast era y es el único candidato que puede frenar al comunismo en Chile. Le mandamos todo nuestro ánimo para la segunda vuelta. Chile está gravemente amenazado por la  por la delincuencia, el narcotráfico y el comunismo", advirtió este lunes el eurodiputado de Vox Jorge Buxadé, que acusa al Foro de Sao Paulo de intentar "desestabilizar" el país "incendiando sus calles".

Kast es uno de los aliados internacionales de Abascal y uno de los firmantes de la Carta de Madrid, el documento promovido por la Fundación Disenso, el think tank de Vox, en defensa de la democracia y del Estado de Derecho "frente a la amenaza comunista en la Iberosfera".

La ley y el orden en un país que aún no se ha recuperado de la oleada de protestas que tuvo lugar en 2019 es una de sus propuestas estrella. Kast quiere otorgar un poder mayos a las Fuerzas de Orden y al Estado de Derecho y ofrece combatir el "narcoterrorismo", además de endurecer las penas y sanciones por la violencia en las ciudades.

Algunas de sus propuestas

Pero no son las únicas medidas que plantea. Su programa de Gobierno consta de 200 páginas y 800 propuestas. Desestima las comparaciones con el presidente brasileño Jair Bolsonaro o el ex mandatario Donald Trump, pero varias de sus iniciativas son similares.

Al igual que Abascal, en el plano económico Kast plantea una importante reducción del gasto público y una bajada de impuestos de todo tipo. La familia es otro de los ejes de su discurso: el estado debe hacer lo posible para protegerla y fortalecerla. 

Kast plantea una importante reducción del gasto público y una bajada de impuestos de todo tipo. La familia y la inmigración ilegal son otros de los ejes de su discurso

Kast se muestra en contra de aprobar el matrimonio homosexual y de que una pareja homosexual pueda adoptar niños. También plantea cerrar el Ministerio de la Mujer. Además es partidario de cavar una "zanja" en la frontera norte del país para evitar la entrada de los inmigrantes ilegales.

En un encuentro reciente con medios de comunicación internacionales, Kast aseguró que la prensa le acuñó la etiqueta de "ultraderecha", pero que esas categorías políticas son "antiguas" . Su campaña, dijo, busca romper los esquemas tradicionales.

"¿Por qué creen que alguien que ustedes califican de extrema derecha hoy día va punteando en las encuestas?, ¿Todos los chilenos que votan por mí son de extrema derecha? Eso no es verdad", cuestionó según recoge Reuters. "Yo no me siento de ultraderecha. No lo soy", insistió para después asegurar que sus iniciativas en materia de inmigración, medio ambiente, propiedad privada y economía "son de sentido común".

Ley y orden frente a la violencia

Carlos Malamud, investigador principal de América Latina del Real Instituto Elcano, explica a Vozpópuli que la postura de Kast en torno a ley y el orden le ha valido el apoyo de un electorado preocupado por las movilizaciones violentas de 2019, el aumento del narcotráfico y los enfrentamientos en La Araucanía, región situada al sur del país con alta presencia de la comunidad indígena mapuche.

"Si trazamos una línea en el espectro político chileno es evidente que Kast está en un extremo y Boric en el otro. Kast está más a la derecha que la coalición de Sebastián Sichel o que la coalición que llevó a Sebastián Piñera a la presidencia de Chile. Y lo mismo ocurre con Boric en la izquierda", considera Malamud. "Después de las revueltas de octubre de 2019 la sociedad chilena se ha polarizado mucho. Sin esos sucesos no se explica el despegue de Kast", apunta el investigador.

"El discurso de ley y orden le ha valido el apoyo de un electorado preocupado por las movilizaciones violentas de 2019 y los enfrentamientos en La Araucanía

Según el analista del Real Instituto Elcano, las sociedades actuales se caracterizan por la desafección y la volatilidad en cuanto a los referentes ideológicos. "En este contexto los discursos inflamados suelen atraer más y, con un poco de movimiento de votos, las agujas giran en un sentido u otro", sostiene. Por ello, afirma que la gobernabilidad en Chile será muy complicada y "va a requerir un gran esfuerzo de negociación", sobre todo, con los partidos de centro. "Ni Kast ni Boric tienen mayoría en el Congreso y, aunque sus grupos parlamentarios son algo más grandes, en el Senado no ocurre lo mismo", advierte Malamud.

Gabriel Boric y José Antonio Kast.
Gabriel Boric y José Antonio KastEuropa Press

Boric, de ex líder estudiantil a La Moneda

Si Kast es el favorito de Abascal, Boric es el de Unidas Podemos. "En Chile la alternativa es entre libertad y pinochetismo. Vamos Boric, vamos Chile", anima Pablo Iglesias. "Hoy Chile podrá honrar el espíritu de las movilizaciones de 2019 en contra de la represión, la desigualdad y la falta de derechos. Hoy, Chile se juega el destino del proceso constituyente y el futuro del país. Adelante Gabriel Boric porque sí se puede", escribió Ione Belarra el día de las elecciones.

Boric tiene tan solo 35 años y estudió la carrera de Derecho pero no la llegó a terminar. Se declara ecologista, feminista y heredero de la 'Revolución de los pingüinos', -nombre con el los chilenos se refieren a los estudiantes de Secundaria por sus uniformes- que sacudió al primer gobierno de Michelle Bachelet en 2006. Pedían educación gratuita en todo el país.

De ascendencia croata y catalana, el líder de Apruebo Dignidad ha sido criticado por aliarse a los comunistas. Algunas de sus propuestas estrella son el aumento del salario mínimo

De ascendencia croata y catalana, el líder de Apruebo Dignidad ha sido criticado por aliarse a los comunistas. Algunas de sus propuestas estrella son el aumento del salario mínimo, la subida de impuestos a los más ricos, la reforma del sistema de pensiones y la reducción de la jornada laboral a 40 horas semanales. Además, el ex líder estudiantil aboga por la instalación de un sistema único de salud y condonación de créditos universitarios.

Su candidatura se ha visto salpicada en la recta final de la campaña electoral por una denuncia por acoso sexual en las redes sociales que ha sido rescatada por el digital de derecha El Libero y recogida por otros medios de distinto signo como The Clinic. Los hechos habrían ocurrido en 2012. El dirigente, que dio positivo por Covid-19 y tuvo que hacer una cuarentena de diez días en plena campaña, niega las acusaciones.

Una constante abstención disparada

Pablo Sapag, profesor del Departamento de Periodismo y Comunicación Global de la Universidad Complutense de Madrid, cree que los resultados de las elecciones chilenas indican que el sistema político del país se está asemejando aceleradamente a la forma de hacer política en el resto de la región latinoamericana. "Los partidos tienen menos peso o son puramente instrumentales frente a figuras que destacan por su personalismo y capacidad de intervenir mediáticamente", sostiene. 

Por otro lado, dice, hay varias explicaciones para el resultado como la alta abstención (53%), que permite que sobresalgan perfiles más o menos extremos como los de Kast y Boric. "La abstención en Chile es una constante desde hace mucho tiempo y es un fenómeno al que no se le ha prestado mucha atención y que refleja desconexión con el sistema y hastío con un determinado perfil de políticos más tradicionales a los que Kast y Boric pretenden desafiar desde lo formal", opina. 

En Chile, la distancia es entre la clase política, de izquierda o derecha, la élite y el electorado, que no participa porque no se siente representado por recetas de importación

Según Sapag, la élite chilena, a la que Kast y Boric pertenecen por igual, es la que está polarizada y no tanto la sociedad en general. "Kast es conservador, pero no necesariamente de extrema derecha, para ello tendría que incorporar a su discurso otros elementos y elaborarlo ideológicamente mucho más. En realidad él responde a una forma tradicional de administrar el poder en una sociedad tan desigual, racista y fragmentada culturalmente como la chilena. Eso no es nuevo ni está presente solo en la derecha nominal", explica el profesor.

En el caso de Boric, apunta, pertenece a una izquierda elitista y de élite en muchos aspectos ajena en su discurso a la realidad de la mayoría de los chilenos. "Tiene muchas propuestas de laboratorio que ni siquiera en sociedades avanzadas como las europeas tendrían mucha cabida por irrealizables. Lo que no es ni representa es a una izquierda obrera y menos aún a la mayoría mestiza, que carece de discurso y líderes propios", considera. 

Preguntado sobre si hay paralelismos con la política española, Sapag cree que son paralelismos un poco perezosos y de conveniencia aquí y allí. "Pese a lo que pueda parecer, España y Chile se parecen poco y nada. En Chile, la distancia es entre la clase política, de izquierda o derecha, la élite y el electorado, que no participa porque no se siente representado por recetas de importación", opina.

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