Política

Feijóo exigirá a Von der Leyen que avale su ofensiva contra la amnistía: "Se acabó su cercanía con Sánchez"

Dolors Montserrat pidió por carta a la presidenta de la Comisión Europea que "actúe" contra la norma. Tras el 9-J, el PP busca jerarquía al ser ahora el segundo partido más grande del PPE

  • Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea, y Alberto Núñez Feijóo, durante un mitin del PP en O Pino (La Coruña). -

Alberto Núñez Feijoo se llevó de romería a Ursula von der Leyen el pasado 1 de junio. No la cogió de la mano, como dice la canción, pero el líder del PP la agasajó en su tierra con pulpo, empanada y cerveza fría. Fue en la carballeira da Madalena, en localidad coruñesa de O Pino, después de visitar la Catedral de Santiago y antes de volar hasta la capital para ver en el Bernabéu al Real Madrid ganar la Decimoquinta. Era plena carrera hacia el 9-J y una de las grandes obsesiones de Feijóo era implicar más a la presidenta de la Comisión Europea en su ofensiva contra la Ley de Amnistía. En torno a esta cuestión giró el discurso de Feijóo en el mitin que compartió con la alemana en Galicia. "Es la mayor agresión al Estado de derecho en los 46 años de democracia", dijo el 13 años presidente de la Xunta ante 4.000 correligionarios.

Pero Von der Leyen ni siquiera llegó a verbalizar una palabra que a punto estuvo Feijóo de deletreársela. Am-nis-tí-a. Fue en vano. La exministra de Defensa alemana limitó su compromiso a defender "los derechos fundamentales, la igualdad, la libertad, la democracia y el Estado de derecho" desde su posición y, liviana, habló de cierta "preocupación" en Europa. Nada de titulares tajantes contra el rumbo emprendido por Pedro Sánchez junto al independentismo, conocida su sintonía con el presidente del Gobierno.

No obstante, tras el peso adquirido por el PP [de España, que dice Feijóo] este 9-J, Génova exigirá un viraje en su posición. "Ha tenido una cercanía evidente a Pedro Sánchez durante meses con un PP con 12 eurodiputados, con otro de 22 es muy complicado que Ursula no nos escuche con mucha más intensidad que hasta ahora", aseguran fuentes cercanas al líder del PP en conversación con Vozpópuli. "Se acabó su cercanía con Sánchez", zanjan, garantizando que harán valer su peso dentro del Partido Popular Europeo (PPE) como segunda fuerza que son –sólo por detrás de la CDU alemana, precisamente, el partido de Von der Leyen– en la alianza conservadora y democristiana.

Devolver la jerarquía perdida dentro del PPE es una obsesión para Feijóo. No sólo por una cuestión de honra política de cara a sus socios, también por pura estrategia política. Génova considera vital lo que se decida y apoye entre Bruselas y Estrasburgo en asuntos tan cruciales como este. Y estar en los meollos de decisión con más cuota de poder que en los últimos cinco años, por tanto, puede ayudar a frenar ciertas decisiones límite tomadas por Sánchez. "Con estos resultados nos sentaremos en la mesa de decisión del PPE y, por tanto, tendremos capacidad de influir en la configuración de órganos de gobierno de las instituciones europeas", confían fuentes de la dirección nacional del PP.

Pons y Montserrat, activos

"Somos el segundo PP en escaños y el segundo PP en porcentaje de voto. Y la tercera delegación más grande de todo el Parlamento Europeo teniendo en cuenta a todos y cada uno de sus partidos", insisten desde el entorno de Feijóo, donde recuerdan que superan en cuota de electores a la CDU en estas últimas elecciones (30% a 34'2%) y que tienen siete asientos menos sólo por masa poblacional. No en vano, los dos principales sherpas de Feijóo en asuntos comunitarios, Esteban González Pons, vicesecretario de Institucional, y Dolors Montserrat, vicepresidenta del Grupo del PPE y portavoz del PP en el Parlamento Europeo, ya movieron ficha este martes.

Precisamente fue a Von der Leyen a quien Montserrat envió una carta instándola a que "actúe", sin tapujos, contra la Ley de Amnistía. La cabeza de lista del PP en las últimas elecciones quiso "poner en conocimiento" de la presidenta de la Comisión Europea que la norma ya ha sido publicada en el BOE y que "supone un ataque frontal al Estado de derecho en España con la que el presidente Sánchez sólo busca borrar los delitos (incluidos los de corrupción o terrorismo) a otros políticos a cambio de permanecer en el poder".

Por su parte, Pons, uno de los hombres de máxima confianza de Feijóo, respondió al ultimátum dado este martes por el presidente del Gobierno para renovar el CGPJ informando a la vicepresidenta de la Comisión Europea, Věra Jourová, del "intento" de Sánchez por "desestabilizar" la negociación que, desde enero, pilotaba el hasta ahora comisario europeo de Justicia, Didier Reynders, con el ministro de Justicia, Presidencia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, al otro lado de la mesa. Hasta "finales de junio", dijo Sánchez en una entrevista en TVE que daba de margen al PP para renovar el órgano de gobierno de los jueces. Un "chantaje", a ojos del PP, que ya ha sido puesto en conocimiento de Jourová, a quien Pons ha solicitado una "urgente" reunión "a tres", dado que será la política checa, al menos, por el momento, quien asuma la labor de arbitraje emprendida por Reynders.

La cuestionada Von der Leyen

Feijóo y Von der Leyen mantuvieron el pasado 6 de marzo una "larga reunión" –así la calificó Esteban González Pons, sherpa del líder del PP en asuntos internacionales– previa al congreso que el Partido Popular Europeo (PPE) celebrado el pasado marzo Bucarest. La alemana, sin rival en sus aspiraciones, fue revalidada en la capital rumana como candidata del PPE para presidir la Comisión Europea tras cinco años de pacto con los socialistas de la Alianza Progresista y los liberales de Renew. La llamada mayoría Von der Leyen. Feijóo le prometió el apoyo de su partido, pero lo supeditó a dos condiciones: que la alemana "continúe con la defensa del Estado de derecho español" –una clara alusión a la Ley de Amnistía– y que "la política de la Comisión sobre agricultura se corrija".

Von der Leyen, apuntaron en su momento fuentes populares, se comprometió a ello. Pero la delegación española del PP desplazada hasta Bucarest, sobre todo, los menos duchos en cuestiones comunitarias, aterrizó sorprendida por la fuerte crítica interna hacia el caballo elegido para unas elecciones lejanas. Los Republicanos franceses, si bien un partido decadente, ni siquiera votarán a favor de su investidura, tales son las discrepancias nacidas incluso en el seno de una su familia.

"Von der Leyen está muy cuestionada", valoraba, días después de su aterrizaje, un importante dirigente popular. Que no hubiera otra alternativa garantizó su supervivencia. También el resultado de este 9-J, en el que el PPE ha conseguido 13 diputados más, escalando hasta los 189 y consolidándose, una legislatura más, como la primera fuerza en la Eurocámara. Las cuentas vuelven a salir con los dos mismos grupos e, incluso, sumando a unos verdes fáciles de seducir por su interés en frenar el auge de la extrema derecha en Europa. Pero Von der Leyen, eso sí, a partir de ahora tendrá que escuchar a Feijóo, avisan en Génova. "Aunque no sea tan guapo como Pedro", dicen.

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