Mini actualiza la gama de su modelo más clásico de tres y cinco puertas con cambios de aspecto exterior e interior y de equipamiento respecto a la versión que la marca lanzó al mercado en 2018. Un modelo que en apenas cuatro años, en 2025, verá sus últimos motores de combustión para, cinco años después, en 2030, abandonar definitivamente este tipo de motores y dejar paso a una gama Mini completamente eléctrica.
Para el modelo que ahora llega al mercado, las modificaciones en el exterior contemplan faros de led de serie y en opción faros led matriciales, nuevos pilotos también de led, paragolpes que ya no llevan integradas las luces de posición y en su lugar hay entradas de aire para refrigeración y un diseño de la parrilla modificado. No cambian las dimensiones de la carrocería, y el cinco puertas mide 4,03 metros de longitud, 16 centímetros más largo que el Mini tres puertas que tiene además una distancia entre ejes es 7 centímetros inferior.
También hay algunos cambios en el interior, como la pantalla del sistema multimedia de 8,8 pulgadas y la de la instrumentación que, opcionalmente, puede ser también digital de 5 pulgadas. Adopta nuevas salidas de aire, un nuevo volante deportivo, superficies de nuevo diseño y luz ambiental con un mayor número de funciones. Además, en opción, el freno de mano puede ser eléctrico.
La nueva gama arranca en 23.100 euros con un motor de gasolina de 102 CV, con opciones por encima de él de 136 CV (Cooper) y 178 CV (Cooper S). Los dos de menor potencia son de 1,5 litros de cilindrada y tres cilindros, mientras que el más potente es un 2.0 de cuatro cilindros. Todos los motores se pueden elegir en combinación con un cambio de marchas manual de seis relaciones y, en opción, uno automático Steptronic de siete velocidades y doble embrague.
Una de las novedades más destacadas a nivel de chasis es que se pueden elegir unos nuevos amortiguadores de dureza variable controlada de forma electrónica. Mejora así el confort al circular por asfaltos bacheados en mal estado. En la suspensión hay tres configuraciones distintas: la de serie, con amortiguadores normales, una opcional deportiva con un ajuste más firme, y la antes mencionada de amortiguadores controlados electrónicamente.
También es opcional el sistema «MINI Driving Modes», que permite elegir entre tres modos de conducción (Green, Mid y Sport) y con ellos modificar el funcionamiento del pedal del acelerador, de la dirección, de la caja de cambios automática (si está instalada) y de la suspensión adaptativa (si está instalada).