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DGT: máxima preocupación por la maniobra del 'serpenteo' que se repite cada vez más entre los conductores

La revista oficial de la DGT ha publicado un editorial en el que habla entre otras cosas de los hábitos más inseguros que cometen los conductores al volante y que tratarán de erradicar

  • Una persona conduciendo un coche -

Los conductores ya experimentados van olvidando buenas prácticas y adquiriendo 'vicios' con el tiempo, tales como distracciones, la falta de observación, el uso incorrecto de los mandos y un largo etcétera de comportamientos sobre los que la DGT ha puesto el foco en uno de sus últimas publicaciones de su revista oficial Tráfico y Seguridad Vial. “Ya sea por comodidad, desidia o desconocimiento, vamos asumiendo estos comportamientos inadecuados como algo habitual, de forma inconsciente y sin conocer su alcance o sus consecuencias”, explica Juan Ignacio Serena, jefe de sección del Área de Formación Vial de la DGT.

Conducir con una mano

Uno de los malos hábitos ‘clásicos’ en conductores experimentados es soltar el volante para apoyar el codo en la ventanilla o dejar la mano ‘olvidada’ sobre el cambio de marchas -o aún peor, para coger el móvil. Según los expertos en conducción y seguridad vial de la DGT, cuando conducimos lo correcto es sujetar el volante con ambas manos sobre el mismo, en la posición de las 10:10 de las agujas del reloj. Además, con los brazos un poco flexionados y relajados sobre el volante tendremos capacidad total de maniobra, especialmente cuando sea necesaria una reacción rápida.

Hacer uso excesivo del carril izquierdo

En vías interurbanas debemos circular normalmente por el carril de la derecha y utilizar el resto de carriles del mismo sentido única y exclusivamente para adelantar. Un conductor que circule por el carril central o izquierdo puede entorpecer y provocar situaciones de riesgo para el resto de conductores. Además, "circular por los carriles centrales implica dirigir nuestra atención también a los que circulan por carril derecho", apunta Serena.

Pisar de forma excesiva el freno

Frenar en exceso, dentro de las curvas o intensamente justo antes de detener el vehículo son malos usos del sistema de frenado. Los especialistas en conducción segura subrayan que el freno debe usarse en su justa medida, sin excesos, con suavidad y aplicando la presión necesaria sobre el pedal. En las frenadas de emergencia también es una reacción habitual -y natural- levantar el pie rápidamente cuando el sistema antibloqueo (ABS) entra en acción y el pedal vibra. La forma adecuada de reaccionar es mantener el pie sobre el pedal a pesar de la vibración y pisar a la vez el embrague para evitar que el motor se pare.

'Serpentear' entre carriles

Como hemos mencionado, esta es una costumbre bastante peligrosa que la DGT sigue muy de cerca. Seguramente todos hemos visto vehículos zigzagueando en vías congestionadas para tratar de librarse del atasco, provocando un riesgo para el resto de conductores. Este comportamiento solamente puede provocar incomodidades, frenadas innecesarias e incluso alcances entre vehículos. "El cambio de carril debe hacerse siguiendo la regla RSM (Retrovisor-Señalización-Maniobra), sin causar peligro ni molestar a otros usuarios. Hacerlo sin necesidad es un mal hábito ya que toda maniobra conlleva cierto riesgo, que será aún mayor si está mal ejecutada", afirma Serena.

Ignorar la distancia de seguridad

Cuántas veces vemos en autovías a filas de vehículos circulando ‘pegados’ unos detrás de otros y pensamos: "si hay un 'frenazo', se chocan". Este es quizás uno de los comportamientos más peligrosos en carretera, donde la separación entre vehículos es vital y no respetarla expone a un alcance en cadena. La distancia correcta entre dos vehículos debe ser, al menos, de dos segundos respecto a un punto fijo en la vía (cuéntelos pronunciando 1001, 1002…), y debe ampliarse con mal tiempo o asfalto mojado. Solo en el año 2023 hubo 117 fallecidos en colisiones traseras y múltiples en las carreteras, un tipo de siniestro habitual cuando no hay un espacio de seguridad adecuado entre vehículos.

No hacer uso de los intermitentes

No usar o emplear incorrectamente los indicadores de dirección, provoca siniestros. Girar, adelantar, cambiar de carril o estacionar, circular en glorietas e incorporaciones sin encender los intermitentes puede causar alcances, atropellos y otros accidentes en la vía. Según el informe Observatorio sobre el comportamiento de los conductores 2022, elaborado por Autopistas, solamente el 33% de los vehículos ligeros señaliza la maniobra de adelantamiento. Y hay que recordar algo más: los intermitentes activados expresan una intención, pero no otorgan prioridad al conductor que los enciende como norma general, cuando dos vehículos que circulan en línea, uno delante y otro detrás, señalizan a la vez su intención de adelantar. En ese caso, tiene preferencia el primero de ellos.

No vigilar la presión de los neumáticos

El mantenimiento y cuidado de los neumáticos es clave. No revisar periódicamente la presión del aire -una vez al mes es lo recomendable- es una mala costumbre con cierto riesgo para la seguridad: una presión incorrecta altera la estabilidad del vehículo, la distancia de frenado y la propia frenada, y puede hacer que perdamos el control del vehículo. Además, reduce el confort en marcha, y hace que los neumáticos se desgasten más y de manera más irregular.

Estos son, junto con las ya comunes infracciones de conducir sin cinturón o hablando por el móvil, los principales hábitos o 'vicios' que los conductores del día a día cometen de forma casi natural y que la DGT trata de perseguir y evitar.

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