Pedro Sánchez intentó evitar el boicot de Prisa. Según publica El Mundo, el ex secretario general del PSOE llamó a la puerta del actual presidente de Telefónica, Jose María Álvarez-Pallete para que mediara con el grupo de Juan Luis Cebrián y conseguir que rebajara el tono.
La operadora, que hasta abril estuvo dirigida por César Alierta, posee un 13% de Prisa. De ahí el interés de Sánchez en reunirse con Pallete, algo que logró poco antes de las elecciones autonómicas en Galicia y País Vasco.
Sánchez se marchó de la reunión con la certeza de que Pallete mantendría un papel neutral
Sánchez, según narra El Mundo, no logró de su objetivo de que Pallete interviniera, pero no se fue con las manos vacías. Se marchó del encuentro con la certeza de que Pallete no tenía nada contra él y se limitaría a mantener un papel neutral, una posición muy distinta a la de su predecesor en el cargo, pues de Alierta era conocida su animadversión al entonces líder socialista.
En el entorno de Sánchez incluyen a Alierta entre los responsables de lo que consideran una actitud hostil de los medios del grupo Prisa contra su liderazgo.
Sin embargo, sus palabras hacia Pallete fueron muy distintas: "El nuevo presidente de Telefónica es una persona con la que he tenido reuniones y que quiere que Telefónica se dedique a eso, a vender móviles y ADSL".