Los servicios de emergencias atendieron ayer, martes, a más de 35 pasajeros en el aeropuerto de Madrid Barajas por las contusiones leves que sufrieron a causa de turbulencias en su vuelo, procedente de las islas Mauricio y que aterrizó a 19.15 en la capital española.
Los pasajeros de un vuelo de la compañía Evelop, el EVE838, sufrieron daños personales después de que el avión cayese en picado durante 100 metros, 15 segundos, según han indicado fuentes de la aerolínea a Efe.
13 pasajeros fueron trasladados por el Samur a hospitales madrileños como el Ramón y Cajal, La Paz o el Hospital de Sanchinarro al sufrir cortes y contusiones, pero ya han sido dados de alta.
No tenían abrochado el cinturón de seguridad
Como ha podido saber Efe por fuentes de la investigación los pasajeros heridos no tenían abrochado el cinturón de seguridad cuando ocurrió el incidente, una turbulencia "severa" como señala la aerolínea, que defiende además que en ese momento estaba activado el protocolo ante turbulencias leves y el piloto lo había comunicado por megafonía.
La turbulencia que hizo caer el avión durante 15 segundos se produjo en "aire claro", lo que impide que fuese detectada por el radar y obedece a condiciones climatológicas y no a que el avión tuviese fallos, explican también desde Evelop.
El suceso ocurrió cuatro horas y 48 minutos después de que el vuelo -de cerca de ocho horas- despegase rumbo a Madrid y cuando éste sobrevolaba Etiopía.
Como ha detallado Aena el comandante comunicó durante el vuelo al control aéreo la necesidad de tener "prevenidos en el aeropuerto" a los servicios de atención médica.
"El avión tomó tierra, sin novedad, a las 19:15 y fue estacionado en una posición en remoto, para facilitar las tareas de atención y no interferir la normal operativa del aeropuerto, donde esperaban las asistencias médicas", añade Aena, que remite a la compañía área para obtener más información.