La vivienda atraviesa una de sus peores épocas en España: atrás quedan los tiempos en los que los jóvenes podían acceder a un alquiler o incluso hacerse con su propia casa. Inmuebles que antes valían 90.000 euros, ahora se venden por 300.000. La vivienda triplica su precio, y ciudades como Madrid alcanzan máximos históricos. En esta línea, las comunidades autónomas y el Gobierno lanzan ayudas para descongestionar la situación, algunas de ellas sin demasiado éxito. Es el caso del Bono Alquiler Joven: el debate y la polémica están servidos debido a tres requisitos que convierten la ayuda en inalcanzable para millones de jóvenes.
Pero, ¿a qué se debe esta polémica? La información oficial es la siguiente: 200 millones de euros anuales destinados a facilitar el acceso a una vivienda. Así, los requisitos para acceder a este servicio parecen ser sencillos: tener entre 18 y 35 años, acreditar la renta de trabajo y que los ingresos anuales sean -con carácter general- tres veces inferiores al Indicador Público de Renta de Efectos Múltiples -IPREM-. Pero esto tan solo es lo necesario para presentar la solicitud.
Los 3 requisitos culpables de la polémica
El objetivo de esta medida es sencillo: ayudar a millones de jóvenes de España a independizarse, algo que se ha convertido en tarea imposible aun para todos aquellos que sí tienen trabajo. Por el contrario, la medida tan solo ha ayudado al 0,6% de jóvenes entre 18 y 35 años, pero, ¿por qué ha ocurrido esto si es a quienes va dirigida la ayuda? El motivo radica en las características que presenta el Bono Alquiler Joven.
La renta mensual de la vivienda que plantea esta ayuda del Gobierno no se corresponde con la realidad. Actualmente, Madrid cuenta con un alquiler medio de 20,4 euros por metro cuadrado. Hacerse con una habitación por menos de 600 euros es casi misión imposible en la capital. Los costes han aumentado, al igual que lo han hecho las cuotas que los propietarios imponen a sus arrendatarios mes a mes. Por todo ello, las cifras que maneja el Bono Alquiler Joven hacen que millones de personas no puedan acceder a la ayuda. Estas son las rentas mensuales establecidas para poder disfrutar de la prestación:
- Estar emancipado
- Pagar rentas por debajo de 600 euros al mes.
- Pagar alquileres de habitación por menos de 300 euros al mes.
Así, el debate político sigue candente, y las discrepancias afloran entre las propias alianzas políticas. La vicepresidenta segunda Yolanda Díaz se muestra en contra de destinar 200 millones a ayudas a los jóvenes, y habla de este tipo de medidas como “parches” que realmente no ponen una solución definitiva al problema. Mientras, el Consejo de Juventud (CJE) habla del Bono Alquiler Joven como una medida insuficiente, Javier Muñoz -responsable del área socioeconómica del consejo- denuncia que "el bono debe ir acompañado de otras medidas más ambiciosas, como la regulación del precio del alquiler, gravar la inversión inmobiliaria para evitar que la especulación sea atractiva, frenar el alquiler turístico y penalizar las viviendas vacías para aumentar el parque residencial".
