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Piden diez años de cárcel para un hombre por abuso sexual a una menor de la que obtuvo vídeos pornográficos

El procesado presenta una deficiencia mental que no le impide ser consciente de sus actos, según el forense

  • Imagen de un vehículo de la Guardia Civil.

El Ministerio Público ha mantenido su solicitud de penas que suman 10 años de prisión para un hombre acusado de ser el presunto autor de dos delitos de abuso sexual a menor en la modalidad de contacto visual y, en un caso, con la finalidad de obtener material pornográfico, así como un delito contra la intimidad. La defensa ha rebajado esta petición a un total 14 meses de cárcel ya que rechaza la obtención de imágenes de la menor con fines pornográficos.

El juicio, en relación a una causa procedente del Juzgado de Instrucción número uno de Corcubión, ha concluido en la sección primera de la Audiencia Provincial de A Coruña después de que el pasado martes se celebrase a puerta cerrada. Ese día tuvo lugar la declaración del acusado y la víctima que, cuando se produjeron los hechos, en 2016, tenía 14 años.

Según el fiscal, el acusado contactó con la menor, que tiene un déficit intelectual leve con un grado de madurez inferior a su edad biológica, a través de una red social. En concreto, los hechos se produjeron entre finales de febrero de 2016 y principios de abril del mismo año, después de que el acusado contactase con ella por Facebook y, con posterioridad, por WhatsApp.

"Aunque en un primer momento la menor le dijo que era mayor de edad, desde principios de marzo el inculpado ya sabía claramente que era menor", señala Fiscalía en su escrito de calificación.

También añade que "a pesar de ello, utilizando términos obscenos que la niña no entendía, y haciéndole creer que iba a ser su novio, que se casaría con ella y que le haría regalos", le envió imágenes de contenido sexual y le pidió que ella lo hiciese también, lo que finalmente hizo la menor.

Además, sostiene que trató de tener encuentros físicos con ella, en al menos cuatro ocasiones, aunque solo la vio tres veces y "sin que se haya podido acreditar que durante estos encuentros hubo alguna actuación de contenido sexual por parte del inculpado sobre la menor".

Cuando ésta le dijo que no quería seguir hablando con él, el acusado envió, según el Ministerio Público, a varias personas una fotografía y un vídeo de contenido sexual de la víctima.

El procesado tiene una deficiencia mental límite

En la última sesión del juicio, el forense que ha prestado declaración ha confirmado que el procesado tiene "una deficiencia mental límite". Sin embargo, ha dicho que tiene una capacidad de entendimiento "normal", al ser preguntado si sabe lo que hace y las consecuencias de sus actos.

Por el contrario, en el caso de la víctima, dos psicólogas -la que la atendió entre 2009 y 2015 y la que la vio en el Imelga- han explicado que la chica no ha llegado a entender "la gravedad de los hechos". Una de ellas, ha asegurado que el envió de las fotos al acusado fue como "un juego" para ella. "No tenía conciencia de lo que hacía", ha apostillado. "No entiende ni el alcance ni la gravedad", ha afirmado otra de las especialistas.

Mientras, un guardia civil que ha prestado declaración no ha podido confirmar si las imágenes de la menor fueron utilizadas para material pornográfico. A este respecto, la letrada del acusado ha asegurado que estas imágenes se las envió su cliente al abuelo y el primo de la menor "para advertirles de su conducta porque lo había enviado también a otros chicos".

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