El Congreso destinó el pasado año 3,77 millones de euros para sufragar viajes de diputados dentro del territorio español, tanto a su circunscripción como a destinos para participar en actos políticos, lo que supone un gasto medio de 10.788,47 euros por parlamentario. Si sumamos el millón de euros invertido en viajes oficiales al extranjero, la cifra total por desplazamientos de parlamentarios en 2016 sube a 4,82 millones.
En concreto, y según los últimos datos de la Cámara recogidos por Europa Press, el Congreso facturó en 2016 un total de 3.775.965,76 euros en viajes nacionales de diputados, es decir, desplazamientos en medios de transporte colectivos (avión, tren, etc) y el kilometraje en vehículo privado. Esta cifra incluye los gastos de gestión con la agencia de viajes de la Cámara, las cancelaciones y los cambios, así como los billetes pendientes de uso.
La cifra de 2016, que incluye la legislatura fallida surgida de las elecciones del 20 de diciembre y los primeros meses del actual Parlamento, es inferior a la registrada en 2015, el último año con mayoría absoluta del PP, cuando se facturaron 4,39 millones de euros.
La mayoría, para volver a su provincia
La mayor parte del gasto total del pasado año, 2.639.765,52 euros, corresponde a la actividad parlamentaria de sus señorías, es decir, viajes a su circunscripción. Se trata de un 16% menos de lo que se gastó por este concepto en 2015 (3,14 millones).
A esa cantidad se suma lo destinado a abonar viajes para actos políticos, que ascendió a 278.585,15 euros, casi la mitad de lo que se gastó en 2015 para actividad política (510.968,13 euros) y para viajes institucionales (otros 4.268,69 euros).
En total, los 3,77 millones de euros en viajes nacionales suponen una media al año de 10.788,47 euros por diputado, o bien un gasto mensual por parlamentario de casi 900 euros (899,03 euros).
Al margen de los desplazamientos dentro de territorio español, las Cortes Generales gastaron algo más de un millón de euros (1.052.952,21 euros) en los 77 viajes internacionales que realizaron diputados y senadores durante 2016.
Los mayores desembolsos se hicieron para sufragar viajes de la delegación española de la Asamblea Parlamentaria del Consejo de Europa, que es la más numerosa (a veces viajan una docena de parlamentarios y un letrado), para asistir en Estrabsurgo (Francia) a distintas reuniones del plenario de este órgano.
Fin de las dietas
La Mesa del Congreso acaba de acordar el fin de las dietas que venían cobrando los diputados por viajes oficiales en el extranjero y sustituirlas por un sistema de abono de gastos debidamente justificados, según confirmaron fuentes parlamentarias.
Hasta ahora, los diputados recibían una dieta de 150 euros por cada día que estuvieran en el extranjero por un viaje oficial, que por supuesto siempre debe ser "expresamente autorizado" previamente por la Mesa.
La Cámara ha decidido cambiar el sistema y ha eliminado esa dieta diaria de 150 euros; en su lugar, los diputados deberán pasar factura de los gastos que hagan en su viaje y, una vez justificados, el Congreso se hará cargo de ellos.
Los gastos de desplazamiento y alojamiento siguen su propio camino ya que, al gestionarse previamente en la Cámara, ya se facturaban directamente al Congreso.