Aviso importante de la Dirección General de Tráfico (DGT): un error en las etiquetas medioambientales hace que miles de conductores deban modificar la señalización. La clasificación de los vehículos en función de su nivel de contaminación es una norma que ha perjudicado a muchos. Las restricciones y las Zonas de Bajas Emisiones van en aumento en muchas ciudades de España, y numerosos coches han quedado inservibles. Pero, ¿qué ha ocurrido con el etiquetado?
La polémica es la siguiente: la DGT dejó sin etiqueta a miles de coches que sí la merecían. Es decir, sí eran aptos para circular por algunas zonas restringidas. Además, otorgó etiquetas de categoría B a coches a los que les corresponde la categoría C. Tras este problema, lo lógico es pensar que es el propio organismo el que se hará cargo de los costes de las modificaciones necesarias, pero no es así: son los conductores los que deberán pagar el precio de estos cambios.
Costes de más de 100 euros
Además del papeleo, la visita obligada al concesionario, y el pago de tasas, los propietarios de vehículos afectados deberán hacer frente al importe íntegro del cambio de sus etiquetas medioambientales. Este punto ha causado descontento entre los conductores, ya que no son cantidades nada despreciables.
Modificar el etiquetado de la DGT puede costar de 100 a 150 euros según el caso. La mayor parte del gasto viene por parte de la necesidad de pedir un certificado de emisiones al fabricante en el concesionario -de ahí la obligada visita por parte del conductor-. Pero además de esto, hay otro coste que afrontar: 8.50 euros de tasas. La modificación podría rondar para muchos los 160 euros.
¿Qué etiquetas hay?
- Etiqueta cero. Distintivo colocado en vehículos eléctricos, híbridos enchufables con más de 40 kilómetros de autonomía y vehículos de pila combustible. Estos coches son los más eficientes y menos contaminantes de todos.
- Etiqueta ECO. La llevan los segundos coches menos contaminantes: híbridos con menos de 40 kilómetros de autonomía, no enchufables, de gas natural o licuado del petróleo y microhíbridos.
- Etiqueta C. Estos coches comienzan a tener problemas para circular. Los turismos y furgonetas ligeras de gasolina con menos de 18 años de antigüedad. También la llevan los diésel matriculados a partir de septiembre de 2015, vehículos de más de 8 plazas y transporte de mercancías matriculados a partir de 2014.
- Etiqueta B. Identifica a turismos y furgonetas ligeras matriculados a partir de 2001. Sobre los diésel, identifica a los matriculados a partir de 2006 y vehículos de más de 8 plazas y pesados de gasolina o de diésel matriculados desde el 2006.
Finalmente, es importante recordar que llevar este tipo de pegatinas en el vehículo no es obligatorio, sino opcional, aunque sí es recomendable debido a las crecientes restricciones y la tendencia actual.