Actualidad

Ovejas, detectives y cuñados en la guerra sucia entre 'gurtélidos'

La ex administradora de cuatro empresas de la trama, Isabel Jordán, ha dedicado la cuarta jornada de su declaración a presentarse como una 'víctima' de Francisco Correa y los suyos. A preguntas de su abogado ha sacado a relucir historias de detectives, cuñados, escoltas y  documentos "manipulados" mientras el aburrimiento se adueñaba de la sala.

  • Isabel Jordan declara en la Audiencia Nacional

Las alusiones a la raza caprina que ocupó parte de la jornada del jueves ha dejado paso este viernes a las ovejas... del aburrimiento. El plúmbeo interrogatorio de su abogado defensor a Isabel Jordán, ex administradora de cuatro empresas de la Gürtel y para la que la Fiscalía Anticorrupción pide más de 39 años de cárcel, ha desesperado a todos los presentes en la sala, incluido los miembros del Tribunal. Su presidente, el magistrado Ángel Hurtado, ha tenido que intervenir varias veces para intentar dar un poco más de vivacidad al soporífero chorreo de preguntas... sin éxito. Al final, el aburrimiento se ha hecho patente en la Sala y eso que ha salido de nuevo a relucir la guerra sucia que a finales de 2007 se vivió en el seno de la Gürtel con detectives, cuñados y decenas de euros saliendo de las cuentas corrientes con talones al portador.

Jordán ha denunciado que 'Don Vito' contrató a un detective para seguirla después de que ella dudara de las cuentas de las empresas de las que fue nombrada administradora

El objetivo del letrado de Jordán era demostrar que eran falsas las declaraciones de Francisco Correa y su número 2, Pablo Crespo, sobre la supuesta facilidad de su cliente para derrochar el dinero de las empresas de la trama con cargo de la tarjeta 'black' de las mismas. Y que aquello que decían literalmente de ella de que por la mañana estaba en Gucci y por la tarde en Louis Vuitton sólo tenía como objetivo desacreditar a una mujer que, como han insistido en recalcar, dejó las sociedades de las que era administradora única porque empezó a ver cosas raras y no le enseñaban las cuentas de las mismas. Ella, la misma que estos días atrás había calificado como "lo normal y lo habitual" que la Comunidad de Madrid le pidiese trampear las facturas de los actos que la Gürtel organizaba para Esperanza Aguirre, se ha puesto el traje de íntegra empleada a la que le empezaron a hacer la vida imposible porque descubrió indicios de la supuesta "administración irregular" en las sociedades en las que figuraba también como accionista.

Cuñado y escolta de Gallardón

Así, Isabel Jordán ha explicado que exigió una auditoria de las cuentas que no sólo se le negó, sino que también que provocó una supuesta persecución que incluyó la contratación por parte de Correa de un detective para seguirla. En la vista se ha mostrado uno de esos informes elaborados por estos investigadores privados en los que se detallaba cómo iba a dejar a su hija a un colegio de Boadilla del Monte y con quién se reunía fuera de la oficina de las empresas de la trama. Todo ello sazonado con alusiones a su cuñado, un policía municipal que era escolta de Alberto Ruiz Gallardón; un falso juez que se codeaba con Correa y una denuncia ante la Guardia Civil. Sin olvidar, por supuesto, el saqueó de las cuentas de las sociedades que hizo poco antes de abandonar las empresas gracias a sendos talones de 55.000 y 115.000 euros que libró para, como ha reconocido, cobrarse unos supuestos 'bonus' que le habían prometido y que no le pagaban.

Correa y Crespo han estado buena parte de la sesión comentando entre ellos la declaración de su ex empleada, que al final se ha quejado de sus cuchicheos

Entre bostezo y bostezo, se han oído grabaciones de conversaciones, un mensaje de buzón de voz dejado por 'Don Vito' intentándola convencer para que siguiera con ellos y detalles del disco duro que Isabel Jordán grabó con documentos de la trama y que finalmente se incorporó al sumario. Todo ello para recalcar que la ex administradora de la trama era una magnífica profesional que nunca tuvo nada ver con los chanchullos de la trama por los que le piden casi 40 años de cárcel. Para ello no ha dudado en enterrar cualquier atisbo de reconciliación 'judicial' con sus jefes, que no han parado durante toda la sesión de comentar entre ellos las palabras de su ex empleada. Tanto han hablado que al final Isabel Jordán se ha quejado al tribunal de que estaba "incómoda" con tanto cuchicheo. Para entonces, las ovejas ya campaban a sus anchas por la sala

Apoya TU periodismo independiente y crítico

Ayúdanos a contribuir a la Defensa del Estado de Derecho Haz tu aportación Vozpópuli