El silencio de José Luis Izquierdo, el procesado que hoy debía declarar en la duodécima sesión del juicio del 'caso Gürtel', ha convertido a un objeto inanimado en el verdadero protagonista de la jornada. Se trata del pendrive que contenía todos los detalles de la supuesta contabilidad B de la trama. El "puto pendrive", como en su día lo calificara Francisco Correa. Y todo porque la fiscal Carmen Sabadell lo ha esgrimido una y otra vez para sustentar el duro interrogatorio que iba a plantear este lunes a Izquierdo, el señalado por la investigación como el contable de la red de corrupción y por sus jefes como un simple recadero entradito en años. Ante el silencio más que previsible del procesado, que hace unos día intentó alegar demencia sobrevenida, Anticorrupción ha ido desgranando una por una todas las cuestiones de su interrogatorio frustrado dejando bien cloaro que ese pequeño dispositivo informático es la pieza angular que guía sus pasos en el juicio. En el banquillo se oía el castañear de dientes ante el temor que su contenido provoca. 'Halloween' había llegado a media mañana a la Audiencia Nacional con esa 'güija' informática que señala nombres y 'mordidas'.
José Luis Izquierdo, el contable de la trama, ha alegado problemas mentales para sólo contestar a las preguntas de su abogada.
De hecho, José Luis Izquierdo ha pasado por la silla donde se sientan los procesados cuando declaran como un alma en pena. Mirando al tribunal, veía como en la mesa le iban colocando archivadores y carpetas que se le intervinieron y que demostrarían que él era 'el hombre de los números' en las cuentas opacas de Correa y compañía. Mirando al frente, casi sin tocar aquellas pruebas que le abrasaban, el contable ha ido dejando pasar una tras otras las preguntas que le planteaban la Fiscalía Anticorrupción en primer lugar y, luego, las defensas de varios compañeros de banquillo. Sólo ha respondido a las de su abogada. Dos cuestiones con las que quería dejar claro otras tantas cosas. En primer lugar, que él se ve tan mal como Álvaro Lapuerta y Rafael Naranjo, los dos procesados que han sido sacados de la causa por demencia sobrevenida, y que el tribunal está tardando de librarse de ese mal rato que está pasando por estar en el banquillo junto a sus jefes Francisco Correa y Pablo Crespo. Y en segundo, que él no sabe nada de entregas de dinero a políticos.
Un silencio casi absoluto que ha convertido el "puto pendrive" que se le intervino encima, y que intentó ocultar a los policías que le detuvieron, en el protagonista absoluto de la vista. La fiscal ha demostrado que se conoce sus miles de apuntes casi al detalle y que, desde luego, lo va a utilizar como brújula de este exorcismo contra la corrupción en que se ha convertido este juicio del 'caso Gürtel'. Así, se ha podido ver cómo esos apuntes con entregas de dinero coincidían con notas manuscritas o facturas de diverso tipo; cómo miles de euros iban y venían de la contabilidad B a las cajas de seguridad que la trama había abierto en varias sucursales bancarias para tener a buen recaudo los fondos sin que figurasen oficialmente en ningún sitio, y cómo de su saldo salía el dinero para pagar desde proveedores a todo tipos de gastos de políticos.
Palcos del Atlético
Han sido 90 minutos de preguntas sin respuestas. Hora y media en la que Anticorrupción ha dejado claro que con esos fondos igual se pagaba 'en negro' una parte del sueldo de los trabajadores de las empresas de la trama que los palcos en el campo del Atlético de Madrid con los que el reconocido rojiblanco Correa agasajaba a políticos y empresarios. Desde sobres para los cargos públicos que se sientan en el banquillo hasta el bolso que supuestamente recibió la ex ministra Ana Mato. Desde el arreglo de vehículos hasta viajes a Ginebra de Luis Bárcenas con los que este llenaba sus cuentas suizas. En pocas palabras, la pieza angular para entender el trasiego de fondos opacos sobre el que pivotaba toda la actividad de la Gürtel. Por eso, cuando ha tomado por unos instantes la palabra JoséLuis Izquierdo ha sonado a voz de ultratumba de alguien que sabe que empezó a cavar su sepultura judicial el día que lo arrestaron con el "puto pendrive" en el bolsillo y luego explicó a la Policía y al juez las claves para terminar de interpretar su contenido.
Anticorrupción ha pedido que declare en la vista el empresario Luis Delso, al que Correa, Crespo y 'El Bigotes' señalan como el verdadero 'Luis el Cabrón'
Para terminar con una jornada digna de Halloween, la Fiscalía ha aprovechado para solicitar que acuda a declarar como testigo un personaje ausente en el mismo pero cuyo presencia ha revoloteado en numerosas ocasiones en las jornadas que llevamos. Se trata del Luis Delso, ex presidente de Isolux, y al que las defensas de varios procesados han identificado como el célebre alias de 'Luis el Cabrón'. Anticorrupción quiere que aclare si es cierto lo que en los últimos días han declarado Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez, de que era él y no Bárcenas, a quien se referían cuando hablaban o anotaban entregas de dinero a cuenta de dicho'mote "muy cariñoso", como lo calificó la semana pasada 'El Bigotes'. Una propuesta a la que, curiosamente, se ha puesto el abogado de este último, temeroso tal vez de que se desmonte uno de sus principales argumentos de defensa. Mucho miedo había hoy en la Audiencia Nacional.
