Un estudio de la Universidad de Oxford que ha sido publicado en la revista Nature propone gravar con un impuesto especial la producción de carne y lácteos. ¿El objetivo? Reducir las emisiones de efecto invernadero que contribuiría a evitar el cambio climático.
Los investigadores señalan que lo más adecuado sería crear un impuesto especial del 40% para la producción bovina y del 20% a los lácteos. Y es que según el gobierno de Dinamarca, que apoya la iniciativa, el ganado es el responsable del 10% de la emisión de gases de efecto invernadero.
Pero esos gases que provocan el calentamiento global no es lo único que creen que se disminuiría, también la deforestación que se produce para la producción de pastos y piensos. Entre las ventajas que se mencionan en el estudio destaca la implantación de una dieta más saludable y el impulso de una producción más eficiente.
