La localización de España la convierte en uno de los países destino más populares entre la población de Senegal, Mali, Sahel o Marruecos. La situación social y política hace que miles de personas traten de buscar un futuro mejor, y las Islas Canarias son uno de los objetivos más buscados. Según el avance de la situación, se espera que para final de año 100.000 inmigrantes ilegales lleguen a las costas españolas.
En este contexto, un tiempo después algunos de ellos cuentan sus experiencias y los riesgos que han tenido que correr para llegar hasta España. Sus testimonios aparecen en las plataformas digitales y corren como la pólvora en redes sociales, como el de un marroquí que explica el coste de las embarcaciones que muchos utilizan. Además, no todas son iguales: las hay de distintos tipos, cada una con unas garantías y costes.
Tipos de cayucos y precios
El coste de subir a una de estas embarcaciones, también conocidas como cayucos, es distinto según el tipo de 'garantías' que busquen y las condiciones de las agrupaciones que lo organizan. El testimonio de este inmigrante explica los dos ofrecimientos de estas bandas organizadas, dedicadas a vender estos viajes, sin ningún tipo de seguridad y, en muchas ocasiones, con desenlaces fatales.
Es posible elegir entre varias opciones: la primera es un cayuco que aseguran, será recibido por una ONG en las costas españolas para ofrecer ayuda y recibir a los inmigrantes. Mientras, la segunda posibilidad es optar por una embarcación más pequeña que llegará a las costas sin ningún tipo de asistencia. En este testimonio, el marroquí define este último como una embarcación parecida a las de "PortAventura".
La inmigración más peligrosa
"No son muy caros, desde 3000 a 5000 pavos", explica. Mientras que viajar en estos cayucos conlleva un esfuerzo económico importante para ellos, el inmigrante afirma que esta no es la forma más peligrosa de viajar. A la vez que protege su identidad y tapa su rostro, el marroquí afirma conocer a muchos otros que han escogido opciones gratuitas, pero mucho más arriesgadas.
"Conozco a un chaval que venía sujeto a las hélices de un crucero", afirma. "Si se hubiera movido un poco hacia atrás habría sido triturado", señala. Así, a pesar de que este tuvo suerte, muchos otros no consiguen superar el viaje, como ocurre en el segundo caso del que habla. En Ceuta, "dos chavales se metieron en un camión de cemento, y justo el camión se llenó de cemento y quedaron enterrados", explica.
La situación no parece mejorar. Después de varias charlas entre las distintas agrupaciones políticas, las medidas en inmigración continúan siendo insuficientes. Los centros de acogida de menores extranjeros no acompañados -MENAS- se encuentran desbordados, y la población canaria se queja de un aumento de la delincuencia, además de afirmar sentirse desatendidos. Así se cierra el verano más intenso en cuanto a llegadas de inmigrantes ilegales: alrededor de 2.610 personas han llegado de esta forma a España según datos difundidos por el Ministerio del Interior.