La investigación del caso Julen sigue su curso. Tras la declaración de David Serrano, el dueño de la finca, ha llegado a los juzgados Antonio Sánchez, el empresario que hizo el pozo de Totalán al que cayó el pequeño de dos años que perdió la vida el pasado 13 de enero.
En una comparecencia de unos cuarenta minutos en la que iba en calidad de testigo, el pocero ha asegurado ante la jueza instructora que el mismo cerró la prospección con una piedra y tierra.
Ha relatado, además, cómo dejó el pozo tras comprobar que no tenía agua, cómo se lo encontró tras el accidente y algunos datos concretos sobre la prospección.
Tras la caída, no estaba la piedra
Ha argumentado que tras la caída de Julen, de 2 años, él mismo comprobó en la finca que se había rebajado la zona y que no estaba la piedra con la que había tapado el sondeo para buscar agua.
Durante el pasado lunes, fue el turno de David Serrano, el dueño de la finca, en una contradictoria declaración que dejó numerosas incógnitas.
Y es que una de las preguntas que le hizo la magistrada es en qué momento tapó el pozo por el que se cayó Julen. "Cuando se hace la zanja, lo tapo. Y después los quito [los cantillos de hormigón]. Luego, el día de la comida los vuelvo a poner, nada más que me bajo del coche".