Un centenar de personas se han concentrado a las puertas de los juzgados de Plaza de Castilla de Madrid para mostrar su apoyo a Ángel Hernández, el hombre que el pasado miércoles ayudó a morir a su mujer María José Carrasco, y pedir la regulación de la eutanasia en España.
A gritos de "Eutanasia legal, ya!", "¡Queremos libertad para nuestro final", "Libres para vivir, libres para morir" o "Fuera el 143 del Código Penal", y portando pancartas con frases como "Yo decido cómo y cuándo morir", "Morir en paz es un derecho", "¿A quién pertenece mi vida?, la mía a mí" o "Si la eutanasia fuese legal no aumentarían las muertes, disminuiría el sufrimiento", los manifestantes han destacado la "gran valentía" de Ángel y han criticado la forma en la que fue detenido.
"Ha sido un hombre muy valiente y nos parece un espanto que se lo llevaran de casa esposado y que haya tenido que dormir en el calabozo. No ha cometido ningún delito, sino que sólo ha cumplido con la voluntad de su esposa", ha dicho Rosario Segovia, vocal de la Junta Directiva de Derecho a Morir Dignamente (DMD), organización responsable de la convocatoria.
El trato legal ha sido una "vergüenza"
Del mismo modo se ha pronunciado el vicepresidente de la asociación, Fernando Marín, quien ha reconocido sentir "vergüenza" por el trato legal que ha recibido el marido María José Carrasco, que no ha acudido a la concentración por el "cansancio" que padece, si bien se ha mostrado esperanzado en que finalmente vaya a quedar impune. Además, Marín ha informado de que previsiblemente mañana se llevará a cabo la incineración de Carrasco.
A la concentración ha acudido también el exdiputado de Izquierda Unida y líder del partido Actúa, Gaspar Llamazares, quien ha asegurado tener una sensación "amarga" con el caso porque ha vuelvo a demostrar que los representantes políticos han "fracasado" en el derecho a morir dignamente.
"Llevamos 30 años desde que la ciudadanía nos está pidiendo que regulemos el derecho a morir dignamente y no hemos logrado ni crear una comisión para mejorar cómo morir en España, donde se muere mal, ni establecer una ley que reconozca el suicidio asistido y la eutanasia. Es algo que se lo debemos a los ciudadanos y que no admite más aplazamientos", ha sentenciado Llamazares.
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