La ONG Entreculturas ha reivindicado la importancia de las mujeres en la defensa del medio ambiente y de los derechos humanos y reclama al Parlamento Europeo la incorporación de una perspectiva de género en la Directiva Europea sobre Diligencia Debida Empresarial en materia de sostenibilidad, en un encuentro celebrado el miércoles 7.
Esta cita se enmarca dentro de la campaña 'Defensoras de la Casa Común', que busca incidir en el papel femenino en estas luchas y movilizar a la ciudadanía contra el cambio climático. Así, Entreculturas y la también ONG jesuíta Alboan reclaman modelos económicos y de desarrollo sostenibles basados en la economía circular y los recursos de proximidad, recoge Europa Press.
A su vez, denuncian el "acaparamiento" de tierras para monocultivos, como la soja, que aceleran la deforestación; un modelo de grandes proyecto de agroexportación o extractivistas, que responden a criterios de rentabilidad a corto plazo sin atender a los derechos de las poblaciones, y las explotaciones de hidrocarburos y minerales. Asimismo, ambas entidades promueven la campaña 'Somos Amazonía' para lograr una justicia socioambiental, movilizar a la ciudadanía contra el cambio climático, defender la Amazonía y proteger a los pueblos que la habitan y protegen.
En el encuentro han participado las activistas Maria Felicita López, Lily Calderón y Keyla Canales, quienes han demandado un compromiso mayor de la ciudadanía y una defensa de los derechos y dignidad de las mujeres indígenas que defienden sus territorios.
"Desde nuestro pueblo lenca nos defendemos de las agresiones que se están llevando a cabo. No somos invasores, sino pueblos ancestrales, pero vivimos situaciones terribles, que estamos sufriendo a través de la criminalización de nuestras compañeras", ha afirmado la coordinadora de los derechos de las mujeres del Movimiento Independiente Indígena Lenca de La Paz (MILPAH) y actual premio Europa por los derechos humanos, María Felicita López.
La causa medioambiental en la Amazonia constituye, como ha recalcado López, una "lucha por el presente, el mañana y el futuro" de otras generaciones. No obstante, Latinoamerica supone un territorio "letal" para este activismo, que se ve perseguido por los intereses económicos de las industrias. Así, un total 226 personas fueron asesinadas en 2020 por su defensa de los derechos humanos y ambientales y más de la mitad de los homicidios se concentraron en Colombia, México, Brasil y Honduras.
Entre el año 2021-2022, se registraron 845 agresiones contra mujeres defensoras del territorio, en su mayoría indígenas y afrodescendientes.
"Esto se debe al modelo de desarrollo, implantado desde arriba hacia abajo, sin considerar la vida en este planeta. Tienen una mirada distinta a los que vivimos en esta zona y sus modelos de saqueo y explotación de los recursos naturales está generando que muchas poblaciones se vean saquedas y obligadas a emigrar", ha afirmado la coordinadora peruana de la Escuela de derechos humanos y la Red Eclesial Panamazónica (REPAM), Lily Calderón.
845 agresiones contra mujeres
Entre el año 2021-2022, se registraron 845 agresiones contra mujeres defensoras del territorio, en su mayoría indígenas y afrodescendientes que alegaban los derechos indígenas de sus pueblos para permanecer en sus territorios. Sin embargo, tal y como han señalado las tres activistas, las mujeres también se enfrentan a un sistema judicial selectivo, que las desprotege y demuestra que los gobiernos estatales son los "mayores aliados" de las empresas.
Durante la rueda de prensa, se ha reivindicado la necesidad de limitar la acción de las empresas en los entornos naturales para evitar que su actividad se encuentre por encima de los Derechos Humanos. En esta línea, Calderón ha incidido en que las restricciones empresariales de este tipo depende de los Gobiernos y ha de ser el control político el apueste por empresas responsables.
Las activistas han hecho hincapié en la importancia de la reflexión individual sobre la dependencia y el consumo.
Asimismo, la abogada hondureña y activista Keyla Canales, ha puesto de manifiesto la concepción de la naturaleza como una "casa común" y la necesidad de una ciudadanía comprometida con la vida digna en todo el planeta y la lucha contra el cambio climático.
"La reparación del medioambiente es importante porque es necesario reconocer que la naturaleza también tiene derechos. Toda la naturaleza es nuestra casa común, en la que todos habitamos. Los ríos, los bosques y las montañas de Honduras, no son solo de nosotros los hondureños, sino que también de ustedes", ha declarado Canales.
Las activistas han hecho hincapié en la importancia de la reflexión individual sobre la dependencia y el consumo. De este modo, han señalado el compromiso de las generaciones actuales con la conservación de los ecosistemas y los recursos para las futuras generaciones, quienes, según López, tienen "derecho a recibir un ambiente adecuado".