Seis mujeres que eran obligadas a ejercer la prostitución en Málaga, entre ellas una menor de 15 años, han sido liberadas por la Policía en una operación contra la trata con fines de explotación sexual en la que han sido detenidas 11 personas de nacionalidad nigeriana.
En la actuación policial ha sido desarticulada una red formada por ciudadanos nigerianos que explotaban a mujeres jóvenes de su misma nacionalidad en zonas como el polígono industrial del Guadalhorce, Puerto Banús (Marbella) o clubes de alterne de Benalmádena, según ha informado este sábado la Policía Nacional en un comunicado.
La investigación comenzó cuando los agentes identificaron a una mujer que ejercía la prostitución, primero en Puerto Banús y luego en el polígono del Guadalhorce de Málaga, cuyos rasgos físicos hicieron sospechar a los agentes de que pudiera tratarse de una menor de edad.
Debido al "miedo inculcado hacia la policía" por parte de los tratantes, las manifestaciones de la joven fueron escasas, por lo que los agentes pidieron colaboración a la National Crime Agency (NCA) británica que cuenta con personal en Nigeria.
De esta forma se pudo confirmar que el padre de la menor había fallecido en extrañas circunstancias, lo que era compatible con el relato de que su progenitor había sido asesinado en Nigeria. La menor quedó bajo protección de la Junta de Andalucía y los agentes lograron avanzar en sus pesquisas al detectar un entramado criminal dedicado, entre otros delitos, a la explotación sexual.
Las mujeres eran recogidas en sus domicilios por conductores de su misma nacionalidad que las trasladaban a diferentes zonas de Málaga donde ejercían la prostitución. Las víctimas eran captadas en sus lugares de origen, en este caso Benin City (Nigeria), con la falsa promesa de lograr una vida mejor en Europa, y eran trasladas vía terrestre hasta Libia, desde donde accedían a Europa en embarcaciones y después eran dirigidas hacia España.
A las mujeres se les daba a conocer la deuda contraída y eran distribuidas en viviendas en las que habitaban integrantes de la red someterlas a un "control férreo". Uno de los investigados se desplazaba diariamente hasta el lugar de trabajo de todas las víctimas con el único objetivo de recoger el dinero procedente del ejercicio de la prostitución para ir cobrando la mencionada deuda.
En la operación se han registrado cuatro viviendas en Málaga y se han intervenido 5.245 euros en efectivo, además de 12.000 euros en cuentas corrientes que se han bloqueado, 25 terminales móviles y cuatro documentos de identidad falsificados, entre otros efectos.
Los agentes han detenido a once personas como presuntas autoras de los delitos de trata de seres humanos, relativos a la prostitución y falsificación de documentos. Según las pesquisas policiales, los investigados evitaban informar a los empleados de los bancos de su nacionalidad y para ello utilizaban documentación de otros países.